04 Sep

1. Crítica a la Religión y a su Moral

Nietzsche critica la religión y su moral por considerarlas nihilistas y basadas en realidades trascendentales falsas. Continúa la inversión de valores iniciada por él, analizando la necesidad de la religión en todas las culturas y su posible origen en el resentimiento ante el miedo a la vida, utilizando el método genealógico. Según Nietzsche, la religión surge del miedo y la negación de la realidad, creando una realidad alternativa más cómoda. El cristianismo, en particular, es visto como la religión de los débiles, con una moral decadente que surge del resentimiento y se opone a la moral de los fuertes, quienes no temen a la vida. Nietzsche argumenta que la imposición del cristianismo llevó a la universalización de los valores de los débiles, basados en la idea de igualdad, dogmatizándolos y presentándolos como realidades objetivas.

2. La Muerte de Dios

La famosa frase «Dios ha muerto» de Nietzsche tiene dos posibles interpretaciones:

  • 1.1) Los hombres han creado a Dios y ahora lo han «matado», junto con todo aquello que puede sustituirlo (estado, ciencia, etc.).
  • 1.2) El ser humano está desorientado, ha perdido sus creencias y certezas.

Esto marca el final de una época histórica y el principio de una nueva, para la cual Nietzsche propone:

  • Transmutación de los valores
  • Superhombre
  • Eterno retorno

3. Transmutación de los Valores

Para Nietzsche, vivir requiere valores, pero estos deben ser creados por cada individuo, yendo más allá de los valores establecidos y recuperando los verdaderos valores de la vida. Esta transmutación implica el triunfo de la moral de los fuertes y la creación de creencias propias, lo que lleva al superhombre.

4. El Superhombre

El superhombre cree en sus propios valores, recuperando lo instintivo y natural del ser humano, haciendo frente a la racionalidad. Para que aparezca el superhombre, es necesaria la muerte de Dios y la pérdida de las ideas trascendentales. Su aparición es una metamorfosis, algo nuevo y superior. Nietzsche utiliza la metáfora del renacimiento con tres fases:

  • Camello: Representa al hombre convencional, obediente a las normas y creencias establecidas, simbolizando la debilidad.
  • León: Representa al nihilista, independiente y dueño de su propio destino, que se libera de los valores establecidos.
  • Niño: Representa al superhombre, que vive libre de prejuicios, con la inocencia y la capacidad de vivir el presente, con valentía para ir contracorriente.

5. El Eterno Retorno

El eterno retorno es un concepto filosófico con dos interpretaciones principales en la obra de Nietzsche:

  • 5.1) Representa la capacidad de vivir cada instante como si se fuera a repetir eternamente, sin escapismo, aceptando las consecuencias de cada acción. Si se repite, que sea lo mejor posible.
  • 5.2) Se basa en la idea de la eternidad del universo y la recurrencia de los mismos elementos en diferentes combinaciones. Nietzsche recurre a ideas de filósofos griegos para explicar esta idea.

Para vivir como superhombre, es necesario vivir el presente y aceptar el eterno retorno, lo que implica un esfuerzo personal constante para crearse a sí mismo como un espíritu libre.

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