NIETZSCHE
CRÍTICA AL CRISTIANISMO Y PLATÓN
El objeto de la crítica de Nietzsche se centra en los filósofos platónicos, ya que estos crearon en su momento un error grave para Nietzsche: el Bien en sí, la Justicia en sí, etc. Nietzsche les achaca que no ven que la existencia es cambio, perspectivismo.
Para Nietzsche, la moral de los platónicos va contra natura, ya que se oponían a la vida, no tienen en cuenta el cambio y además, van en contra de los instintos vitales. Además, Platón pone el centro de gravedad del hombre no en esta vida sino en la siguiente. Por tanto, la moral en Platón, según Nietzsche, es contraria a la vida.
Para Nietzsche, el hombre es responsable solo si es libre, y en la moral de Platón, el hombre no es libre. El cristianismo para Nietzsche es una moral de verdugos, ya que el orden moral del mundo no puede ser estático, por eso Nietzsche niega la existencia de Dios. Su moral consistirá en la exaltación de la vida y, por otro lado, criticará a la metafísica, ya que siempre ha considerado al ser humano como algo estático, fijo, inmutable y no cambiante y falta de vida.
CRÍTICA A LA METAFÍSICA
Para Nietzsche, la metafísica occidental se mueve por medio de conceptos vacíos, los conceptos no nos sirven para acercarnos a la realidad. La única perspectiva verdadera es la metáfora. Los metafísicos no se han dado cuenta de que lo que fundamenta su reflexión no es la lógica, sino la necesidad que tiene el hombre para sobrevivir. La metafísica es el mundo al revés. Hay que volver a invertirlo, pero para ello Nietzsche encuentra un obstáculo: el lenguaje.
LA VOLUNTAD DE PODER
La voluntad de poder es la esencia de la vida y es el afán de la vida por ascender, por ser más, por su tendencia a superarse, es voluntad de crear. Lo que se esconde detrás de las cosas no es la esencia sino la voluntad de poder. Para Nietzsche, este concepto de voluntad de poder no se queda en una actitud individual, es una fuerza universal impulsora, es devenir. Como el devenir es inaprensible, los filósofos anteriores a Nietzsche tuvieron que falsificar la realidad, por eso inventaron categorías como la sustancia, de la que Nietzsche habla despectivamente. Verdad es todo aquello que afirma la vida, hay que decidir, por tanto, qué es la verdad. Esa visión de la realidad supone un ateísmo radical para Nietzsche.
EL ETERNO RETORNO
Para Nietzsche, vamos a existir infinitas veces. Nietzsche expone la idea del Eterno Retorno. Dice que en un mundo donde las fuerzas son indestructibles y finitas, las infinitas combinaciones en la eternidad darán un número infinito de mundos, por lo que el hombre habrá de vivir un número infinito de vidas. Por lo que «este momento» se repite infinitas veces. Para Nietzsche, nadie nos ha preguntado si queremos estar aquí, por lo que no somos culpables de existir. El tiempo es cíclico. El Eterno Retorno significa para Nietzsche que hay que amar la vida de tal modo que vayas a querer vivirla porque va a volver a repetirse eternamente. Este pensamiento hace que el hombre intente superarse continuamente. El Eterno Retorno es la expresión cósmica del espíritu dionisíaco que exalta la vida. El superhombre es el que sabe que todo ha de volver una y otra vez, el que sabe que para decir auténticamente «sí» a algo, ha de decir sí a todo. El eterno retorno supone la muerte de Dios, pues está es necesaria para que viva el superhombre.
NIHILISMO Y MUERTE DE DIOS
El nihilismo es la consecuencia propia de la ausencia de valores. Al dar muerte a Dios, se ha perdido el sentido de la orientación de nuestra existencia. Se puede hablar de un nihilismo negativo (metafísica) y de un nihilismo positivo (que consiste en destruir el sistema de valores de la metafísica).
Para Nietzsche, el cristianismo no se basa en nada, pues no existe Dios. Nietzsche dice que nihil significa valor de nada; pues el cristianismo piensa que la vida no es la verdadera realidad, sino el cielo. Para vencer al nihilismo, hay que invertir todos los valores conocidos. De la Voluntad de Poder solo conocemos la que se deja conocer a través de su manifestación, que es el resentimiento, y también tiene otra cara que es la afirmación. De esta afirmación derivan nuestros valores desconocidos. Después del hombre del nihilismo negativo que se apaga lentamente, está el hombre que quiere ser superado, camino del superhombre.
EL SUPERHOMBRE
Para Nietzsche, nosotros estamos entre el mono y el superhombre y tenemos que hacer desaparecer al hombre y así llegar al superhombre y se acabará el nihilismo. Para esta venida, el espíritu debe pasar por tres metamorfosis:
1- El espíritu se transforma en camello (animal de carga): tiene que obedecer ciegamente a los valores que se presentan como creencia y soportar la carga.
2- El camello que quiere ser más se transforma en león: es el gran negador, rechaza todos los valores tradicionales, arroja las cargas que le opriman desde fuera.
3- El león se transforma en niño: simboliza la inocencia, la autosuficiencia para vivir libre de prejuicios y crear una nueva tabla de valores, la del superhombre, que es libre y juega.
El superhombre es un hombre solitario, se ríe de los valores del mundo porque sabe que él mismo los ha creado: es inocente y feliz. El superhombre es el filósofo del futuro.
Etiquetas: Cristianismo, critica, Eterno retorno, Metafísica, Nietzsche, Nihilismo, Voluntad de poder
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