03 Ene
La Vida según Nietzsche
Nietzsche entiende la vida como un fenómeno físico y biológico, así como el sustrato de fenómenos sociales y culturales. La vida es cambio, devenir, y es cualitativa. Es acción. Es voluntad de poder: la energía esencial de la existencia y poder: creación, la liberación de esa energía en configuraciones concretas.
La tragedia griega se originó gracias a la fusión de dos elementos contrapuestos: lo dionisíaco y lo apolíneo:
- Dionisos: dios del vino y la embriaguez, representa la parte irracional e instintiva de lo humano.
- Apolo: dios del sol, la luz y la claridad, representa el orden y la razón.
Nietzsche contrapone ambas figuras, que simbolizan las fuerzas artísticas creadoras que se combinan de manera necesaria para dar como resultado manifestaciones artísticas en las que predomina una u otra fuerza. La tragedia griega tiene como esencia el fondo dionisíaco con elementos apolíneos. Con Sócrates, se pierde el elemento dionisíaco, imponiéndose el hombre teórico sobre el trágico.
La Crisis de la Cultura Occidental
La cultura occidental es racional y dogmática; se opone a la vida al empeñarse en instaurar la racionalidad a toda costa, por lo que es decadente desde su origen. Sus características son:
- Decadente: los instintos han sido sometidos y debilitados.
- Dogmática: se han creado conceptos vacíos.
- Platónica: da una imagen falseada de la realidad.
- Cristiana: al igual que el platonismo, ha cambiado el sentido de las cosas.
Críticas de Nietzsche
Crítica de la Moral
Nietzsche critica la moral desde su principal error: su antinaturalidad. Mediante leyes, pretende oponerse a la vida. La base filosófica de esta moral es el platonismo: el mundo de las ideas acaba convirtiéndose en el “más allá” cristiano. Tiene más peso el hombre celeste, se evade al mundo real. Al afirmar que existe un orden moral del mundo, se afirma que han prevalecido los valores de los débiles. “Bueno” significó fuerte, poderoso, noble; mientras que “malo” se asociaba a vulgar, plebeyo.
Distingue dos tipos de moral:
- La moral de los señores: ama la vida, el poder, la grandeza, el placer. Propia del superhombre.
- La moral de los esclavos: del dolor, la humildad, la compasión. El esclavo encuentra los valores en sí.
Los hombres “malos”, fruto del resentimiento, se rebelan e invierten los valores. Esto hizo que se prefiriera la moral de los esclavos frente a la de los señores. Esta transmutación fue realizada por los judíos y continuada por los cristianos. El resentimiento crea de este modo los valores morales de Occidente, siendo enemiga de la vida. El hombre del resentimiento se caracteriza por negar los instintos, afirmarse a sí mismo mediante la negación de lo exterior, odiar al poderoso. Desemboca en el nihilismo. Nietzsche opina que con la llegada del superhombre se podrá vivir más allá del bien y del mal. Critica la idea de un orden moral absoluto que dirija la historia. Piensa que una guía así solo puede aplicarse a alguien fuera del mundo, por lo que Dios se convierte en objeción de la vida.
Crítica de la Religión
Toda religión nace de la impotencia que siente el hombre de sí mismo. El cristianismo, que para Nietzsche representa la cultura occidental, se ha inventado otro mundo, desvalorizando este. Fomenta valores contrarios al superhombre. Propone, por tanto, el ateísmo: la muerte de Dios, que ahoga los instintos.
Crítica de la Filosofía
- Crítica ontológica: La metafísica tradicional se basa en un error: la creencia de que hay cosas que tienen origen propio, por ello inventan un mundo distinto a este. Es estática, considera al ser como inmutable. Desvalorizan los sentidos, este mundo. Sócrates y Platón han corrompido la filosofía occidental. Las categorías que crea el hombre para clasificar el devenir del mundo son momificadores de la vida.
- Crítica epistemológica: Los principales conceptos metafísicos, como el de “ser”, son ficciones vacías. Proceden de la desestimación de los sentidos y la sobreestimación de la razón. El origen de los conceptos está en el lenguaje: cosifica la realidad. El concepto se fija en la razón por la costumbre, por lo que la verdad se convierte en un conjunto de generalizaciones, metáforas que han perdido su fuerza. La filosofía occidental piensa que los conceptos son la verdadera realidad, cosa imposible porque la realidad es movimiento constante. Se ha identificado la verdad con lo estable y permanente, con el orden racional. Aparece una nueva perspectiva: el valor pragmático de la verdad. Lo importante de un juicio no es su verdad o falsedad, sino si favorece o no a la vida. Defiende un perspectivismo: no hay hechos, sino interpretaciones. Establece que lo más adecuado es el arte, la metáfora, pues está abierta a la pluralidad de significaciones.
Crítica de la Ciencia
Nietzsche no critica la ciencia en sí, sino el método mecanicista: la ciencia positiva matematiza lo real. No nos ayuda a conocer, sino que establece relaciones cuantitativas entre las cosas: solo sabe de número y cantidad. Deja fuera aspectos esenciales de la vida.
La Muerte de Dios y el Nihilismo
La muerte de Dios significa una crítica radical de la religión, la moral y la metafísica. Libera al hombre de la idea de un más allá, ya que la idea de Dios impide al hombre llegar a ser superhombre. La muerte de Dios derrumba los pilares de la tradición y cultura occidentales. Se rebela contra la teología cristiana, mata al Dios monoteísta, pero renacen dioses infinitos: la fuerza de crear nuevos modos de ser del ser humano. El hombre coge las riendas de su destino, se convierte en creador de sí mismo. Zaratustra es el gran pregonero de la muerte de Dios; sus anuncios son: Dios ha muerto, viva el superhombre.
El nihilismo es consecuencia y produce la muerte de Dios. Es la situación a la que ha llegado el hombre occidental. El nihilismo posee dos caras:
- Nihilismo pasivo: pérdida de la fe en valores supremos y del sentido de la existencia.
- Nihilismo activo: procede de la voluntad de poder, se crean nuevos valores. Aparece la nueva moral encarnada por el superhombre.
El Superhombre
El superhombre es el nuevo hombre que anuncia Zaratustra. Moviéndonos en el terreno de los valores, Nietzsche lo presenta como fruto de tres transformaciones:
- El camello (“tú debes”) es la obediencia, la resignación al dolor sin queja.
- El camello, cansado por la carga, se rebela contra el amo y la arroja, se convierte en león, crítico, (“yo quiero”) impone su voluntad. Quiere conquistar la voluntad y crear nuevos valores, pero aún no es capaz.
- El espíritu se transforma en niño, creador de valores propios.
El superhombre está más allá del bien y del mal, posee el poder de crear valores. La condición para su aparición es la muerte de Dios. El superhombre, por lo tanto, debe superar los antiguos valores, debe tener ansia de vivir, debe ser pragmático, debe ser superior y vivir en el eterno retorno. La inversión o transmutación de valores se deriva de la superación del nihilismo pasivo. Se pierde un valor, pero se adquiere otra forma de valorar. Es un cambio de la jerarquía de valores, del rango que se atribuye a los valores. Unos valores muy considerados deben postergarse y otros menos apreciados pasan a ser prioritarios.
La Voluntad de Poder
La voluntad de poder es la voluntad de vivir, de vivir más, superarse; es la voluntad de crear. Es una voluntad creadora de valores morales (y aniquiladora de los anteriores). Nietzsche propone una nueva moral que se base en la vida, frente a la moral antinatural de Occidente. Zaratustra representa esa nueva moral. Se basa en el deseo de vivir. Se traduce en la exaltación de las fuerzas primarias de la vida: hay que valorar la moral de los señores frente a la de los esclavos. La voluntad de poder admite grados y modos de actuación según el grado de evolución del viviente que la ejerce. Es algo complejo que suma pulsión, esclarecimiento y valoración.
Deja un comentario