31 May

LA POESÍA Y LA NARRATIVA DE 1939 A 1975

En España, tras la victoria del general Franco, se implantó una dictadura de casi cuatro
décadas que condiciónó la vida política, social, económica y cultural del país.

1. POESÍA


1.1 POESÍA EN EL EXILIO


Son muchos los escritores que se ven obligados a emprender el camino del exilio.
Algunos autores consagrados (Juan Ramón Jiménez, Rafael Alberti, Luis Cernuda,
Manuel Altolaguirre, Ernestina de Champourcín…) comparten destino con jóvenes
poetas que comienzan su obra antes de la guerra, como Juan Gil-Albert y Arturo
Serrano Plaja. El tema de España ocupa un lugar primordial en sus versos. Con un tono
amargo, evocan la lucha, sus ideales, la derrota…

1.3. LA POESÍA DE LOS 50


La poesía es una vía de conocimiento y los poetas indagan en la problemática
existencial del ser humano, ejemplificada en sus experiencias personales. Se produce,
así, un retorno a la intimidad (evocación nostálgica de la infancia, lo familiar, la
amistad, el amor, el erotismo, el fluir del tiempo, lo cotidiano). Tienen una profunda
preocupación existencial o social, pero huyen de lo patético, de lo exagerado; su
desacuerdo con el mundo que les rodea se manifiesta sobre todo a través de un cierto
escepticismo. Algunos de estos poetas son Ángel González, José Ángel Valente, José
Agustín Goytisolo…


1.2. LA POESÍA HASTA LOS AÑOS 50


Hasta los años 50 se observan varias tendencias poéticas, que suponen diversas formas
de hacer frente a las secuelas de la Guerra Civil:
– La poesía arraigada ofrece una visión del mundo armónica y serena. Los poetas,
vinculados al régimen de Franco, cantan al amor, al paisaje y al sentimiento religioso,
que impregna el enfoque de temas cotidianos, familiares o vitales. Pertenecen a este
grupo Luis Rosales y Leopoldo Panero.
– La poesía desarraigada muestra un mundo caótico invadido por el dolor y la angustia
(miseria, hambre, soledad, represión, injusticia). De ahí que sus versos reflejen la
angustia existencial (razón de la existencia humana, paso del tiempo y muerte) y que la
religiosidad adopte un tono de desesperanza y duda. Destacaría Dámaso Alonso.
– La poesía social es una poesía de compromiso que denuncia las miserias e injusticias
de la posguerra. Toma partido ante los problemas del mundo que rodea al poeta. Este se
hace solidario, abandona sus angustias existenciales y se identifica con el dolor de los
demás. Por ello, alzará sus versos como instrumento de lucha política y social con la
intención de agitar y despertar las conciencias. Destacan las obras de Gabriel Celaya o
Blas de Otero.

1.4. “LOS NOVÍSIMOS”


Los nuevos poetas de finales de los sesenta son denominados habitualmente los
novísimos porque algunos de ellos aparecen en la antología titulada Nueve novísimos
poetas españoles (1970), de José Mª Castellet. Quieren romper con la poesía anterior;
rechazan el Realismo social y aprecian la literatura de vanguardia y la experimentación
formal; están influidos por la cultura pop (el jazz y el rock and roll; el cine; los cómics;
los medios de comunicación; la publicidad…) Pertenecen a este movimiento Vázquez
Montalbán, Pere Gimferrer o Ana María Moix.


2. NARRATIVA


2.1. LA NOVELA EN EL EXILIO


El tema de España, ya sea mediante el recuerdo, la interpretación de la guerra o la
recreación de la España del primer tercio de Siglo XX, acapara una buena parte de las
novelas escritas en el exilio. Destacan los escritores Ramón J. Sender o Max Aub.

2.2. LA NOVELA EN LOS AÑOS 40


En la inmediata posguerra surge con fuerza la novela existencial. Los autores apuestan
por un enfoque realista que refleje la situación de incertidumbre, desesperanza y
amargura de la vida cotidiana. Protagonizadas por personajes marginales, desarraigados,
desorientados o angustiados, estas novelas tratan sobre la soledad, la frustración, la
inadaptación, la falta de esperanza y la muerte. Para evitar la censura, el malestar social
se traslada a la esfera existencial. Destacan La familia de Pascual Duarte de Camilo
José Cela o Nada de Carmen Laforet.

2.3. LA NOVELA DE LOS AÑOS 50


En los años 50 los narradores manifiestan su disconformidad ante la sociedad española
del momento denunciando en sus obras la situación de injusticia y penuria de la realidad
social y política de la época y expresando su anhelo de cambios sociales. La angustia
social da paso a las inquietudes sociales: los escritores se solidarizan con los humildes y
los oprimidos (la dura vida del campo, los suburbios, el mundo del trabajo…) Surge así
la novela social. La colmena de Camilo José Cela es la primera obra de este estilo; le
siguen autores como Carmen Martín Gaite o Jesús Fernández Santos.


2.4. LA NOVELA DE LOS AÑOS 60


El agotamiento de la novela social, la influencia de los novelistas europeos y el impacto
de la narrativa hispanoamericana contribuyen a la renovación de las técnicas y del
lenguaje narrativo. Se abre el camino de la novela experimental con Tiempo de silencio
de Luis Martín Santos. Algunos de los cambios que incorporarán los escritores son la
ruptura del relato lineal, las digresiones del autor, combinación de diferentes

perspectivas o el monólogo interior. Miguel Delibes, Gonzalo Torrente Ballester o Juan
Marsé se insertan en esta corriente experimental.

Deja un comentario