14 Dic
LA NOVELA ESPAÑOLA DEL Siglo XX (DESDE 1936 HASTA 1975) La instauración de la dictadura franquista supuso la supresión de todas las libertades, las represalias políticas, la censura, y, sobre todo, la muerte y exilio de la mayor parte de los artistas e intelectuales. Desde el punto de vista político, la autarquía y el aislamiento internacional de la primera década (los cuarenta), siguen los intentos en la década siguiente por relacionarse con el primer mundo (entrada en la ONU, acuerdo con el Vaticano, planes de desarrollo) y finaliza en los últimos quince años con cierto desarrollo económico gracias al turismo, la vuelta de muchos emigrantes, la penetración de ideas nuevas y el final de la dictadura. La novela de posguerra se puede dividir en: la novela del exilio, la novela existencial de los 40, la novela social de los 50 y la novela experimental de la última etapa. La novela del exilio destaca por tratar el tema de España desde una perspectiva abiertamente crítica. Sobre todo, tratan los temas de la Guerra Civil, la dictadura y la falta de libertad. Esta novela se caracteriza por alejarse de la novela de vanguardia. Destacan autores como Ramón José Sender (Réquiem por un campesino español), Rosa Chacel (Memoria de Leticia Valle), o Francisco Ayala (Muertes de perro). Dentro de las fronteras españolas nos encontramos con la novela de los años 40, que se caracteriza por la narración lineal y el narrador en tercera persona. Se impone una novela de corte realista en la que se presentan con crudeza y pesimismo las circunstancias de sus personajes. Encontramos tres corrientes: la novela realista tradicional, la novela existencial-tremendista y la novela existencial-realista. El Realismo tradicional se caracteriza por representar escenas y situaciones desde un punto de vista angustioso a la vez que ofrece una observación detallada de la realidad. El tremendismo de la novela La familia de Pascual Duarte de Camilo José Celda, se caracteriza por usar un lenguaje violento y desgarrado donde se exacerba los sódico y miserable de la existencia, para expresar su visión frustrada y pesimista de una realidad cruel. Otro título importante es Los Abel de Ana María Matute. El Realismo existencial trata la frustración, los problemas del ser humano en un mundo sin salida, a través de la vida de un personaje principal. Muestra el pensamiento y la angustia de un destino incierto en un espacio reducido, destacan títulos como Nada de Carmen Laforet, Javier Mariño de Gonzalo Torrente Ballester o La sombra del ciprés es alargada de Miguel Delibes. La mayoría de las obras marcan los aspectos más negativos de la sociedad franquista, con continuos ejemplos de opresión y falta de libertad. La novela de los 50 o novela social, se caracteriza por el protagonista colectivo y por buscar reflejar la realidad. Se ve influenciada por el cine neorrealista italiano y por los narradores de la llamada Generación Perdida. Se emplean técnicas como el conductismo y se caracteriza por el protagonista colectivo, la casi ausencia de fábula, la ruptura de la estructura de los capítulos, el uso del tiempo narrativo, la importancia del diálogo y la intención crítica, puesto que abordan temas como la injusticia, la pobreza y la miseria. Distinguimos dos grandes líneas: en el objetivismo el autor se limita a narrar los hechos con razón testimonial, la obra más importante es La Colmena de Camilo José Celda, donde el autor relata diversas situaciones del Madrid de posguerra. Otros títulos importantes son Entre visillos de Carmen Martín Gaite, Primería memoria de Ana María Matute y El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio. La otra tendencia es el Realismo crítico, donde el autor se implica en los hechos y ofrece una visión crítica y comprendida de la realidad, con afán de denuncia. Los títulos más destacados son Central eléctrica de Jesús López Pacheco y Duelo en el paraíso de Juan Goytisolo. Durante los años 60 encontramos la llamada novela experimental que comienza con la obra Tiempo de silencio, de Luís Martín-Santos. Entran en España las nuevas innovaciones técnicas europeas y americanas. Estas obras están influidas por autores del Siglo XX como James Joyce, Marcel Proust y por autores hispanoamericanos como Mario Vargas Llosa. El cansancio de la novela realista llego a la incorporación de nuevas técnicas de literatura europea y americana. La publicación en 1962 de Tiempo de silencio constituye el punto de inflexión entre la novela social y la nueva narrativa de los años 60. Se remueve el estilo y se transforma en profundidad todos los elementos de la sintaxis narrativa. La ruptura de la linealidad temporal es una carácterística, se rompe el esquema “planteamiento, nudo y desenlace”, con saltos en el tiempo e incluyendo nuevas voces narrativas. No obstante, esta novela sigue tratando los temas sociales de la España de la época, destacan autores como Carmen Martín Gaite con El cuarto de atrás o Camilo José Cela con San Camilo, 1936. Miguel Delibes en esta etapa escribe Cinco horas con Mario, que refleja las contradicciones de la clase media franquista, La cual está estructurada como monólogo.
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