28 Ago
-Gustavo Adolfo Bécquer: Obra: La obra de Bécquer es necesariamente breve, pero fundamental para la constitución de la poesía contemporánea. ■ En prosa destacan sus Leyendas, colección de relatos de tema fantástico y ambientación ROMántica, influida por los alemanes Novalis y Hoffmann, y el norteamericano Edgar Allan Poe. También cultivó el ensayo de temática literaria. En esta línea destacan las Cartas desde mi celda, pieza de teoría poética en la que explica su concepción de la poesía y del proceso creador. ■ Su mayor fama la obtiene por su producción lírica, constituida por un libro capital de nuestras letras: Rimas. La historia de este libro es compleja: la primitiva redacción se perdíó; más tarde, Bécquer lo recompone en parte con el título de Libro de los gorriones, que no llegó a publicarse. Solo tras la muerte del poeta en 1871 fueron publicadas las Rimas con una organización temática propuesta por sus propios amigos. La obra se compone de los siguientes núcleos temáticos: •Poemas teóricos sobre la poesía. •Amor esperanzado.•Amor angustiado. •Muerte, soledad, angustia nocturna. Estilo: Posromanticismo o intimismo El estilo de Bécquer se aleja del Romanticismo pleno. No encontramos en su obra los versos sonoros y grandilocuentes de Espronceda; Bécquer busca un lenguaje más sencillo con el que poder expresar su propia intimidad.
-Mariano José de Larra
*Obra: Larra está considerado como el principal prosista del Romanticismo español y uno de los más notables periodistas de nuestra historia. Entre sus obras se cuentan una novela histórica (El doncel de don Enrique el Doliente), una tragedia (Macías) y, sobre todo, una considerable colección de artículos periodísticos, género que le dará la fama. Firmaba, generalmente, con el seudónimo de Fígaro. Larra, que parte del relato costumbrista, supera rápidamente el subgénero: no se limita a la pura descripción, ya que su sentido crítico lo lleva a profundizar en los males que asolan la realidad española de su tiempo. Fruto de este choque entre la mentalidad ROMántica y la realidad externa, prosaica e imperfecta, se asentará en el autor un acusado pesimismo que le conduciría al suicidio.*Temas:1.Larra, siempre de carácter crítico, trató temas que abarcan desde la política (para atacar abiertamente a los sectores más tradicionales: absolutistas y carlistas) a la sociedad, desde la temática familiar a la cultural. 2.Critica la ignorancia de los españoles, la falsedad de ciertas relaciones fa-miliares, la ineficacia de la administración pública, la falta de sentido cívico, etc. También cultivó la crítica literaria y cultural, en la que se observa una clara evolución desde los postulados neoclásicos hasta los ROMánticos. 3.En general, sus escritos evidencian cierto sentimiento de insatisfacción(angustia ante la vida, el llamado mal du siècle), el desacuerdo con el mundo, la exaltación del yo, la libertad, la naturaleza (que se acomoda a los estados de ánimo del artista: la noche, la tormenta…) y el pueblo, en cuya tradición y pasado histórico intenta hallar sus cimientos.
*Estilo y trascendencia:Destaca Larra por su concisión y claridad, y su facilidad para la sátira, el humor, la ironía y la caricatura. En sus últimos artículos es más ROMántico, y tiende a incluir detalles efectistas: paisajes nocturnos, cementerios… Abun-dan en sus escritos rasgos estilísticos de raíz quevedesca, que entroncan con el esperpento: metáforas, retruécanos, paralelismos, etc. Larra hereda una tradición de crítica de los problemas de España, de tono pesimista, que ya estaba presente en Cervantes, Quevedo o Cadalso; por ello, será uno de los maestros reconocidos por la Generación del 98.
-El teatro ROMántico: El Siglo XIX es de nuevo testigo de la polémica entre los partidarios del reformado teatro del XVIII y los defensores de un nuevo teatro, mucho más libre (paradójicamente el rechazo de las normas también llegaría a convertirse en una norma).Triunfa este último, cuyas carácterísticas están tomadas, en su mayoría, de la comedia del *Siglo de Oro:■ Rechazo de las tres unidades (acción, espacio y tiempo). La acción puede transcurrir en escenarios y tiempos muy diversos. Entre un acto y otro pue-den producirse saltos temporales. A veces, por ejemplo, una obra puede abarcar la vida entera de un personaje.■ Mezcla de lo trágico y lo cómico, con fuertes contrastes.■ Mezcla de prosa y verso (dentro de este, polimetría y poliestrofismo). Se plantea la necesidad de crear algo radicalmente distinto conforme avance el período.•En lugar de los tres actos habituales, nuevas divisiones de las obras.•Abandono del didactismo. No se busca adoctrinar, sino conmover.•Presencia de temas y ambientes típicamente ROMánticos. Con frecuencia se acude tanto a la historia como al teatro del Siglo de Oro en busca de argumentos: Don Juan Tenorio, por ejemplo, está basada en El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina.•Los personajes están en constante lucha con su entorno. El teatro de este período no fue escrito por dramaturgos en contacto con la escena, sino por poetas. Se distinguen los siguientes autores y obras:■ Don Álvaro o la fuerza del sino, del Duque de Rivas. Don Álvaro es una obra sobre el honor, escrita en lenguaje sonoro, provista de mucho colorido, vigorosa, pero hinchada en sentimientos y de pobre construcción: la típica pieza ROMántica de la época.■ José Zorrilla fue un autor teatral muy prolífico. Su obra más conocida, Don Juan Tenorio, es una versión suavizada del héroe de Tirso de Molina en El burlador de Sevilla y convidado de piedra.
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