11 Ago

**Adán y Eva: Pintura del Muro de los Pies del Ábside de la Ermita de Santa Cruz de Maderuelo**

Esta pintura románica del siglo XIII representa dos escenas del Génesis: la creación de Adán y el pecado original. La serpiente tienta a Eva, quien ofrece el fruto prohibido a Adán. La escena se desarrolla en el Paraíso terrenal, simbolizado por el árbol de la sabiduría. Adán y Eva se encuentran a ambos lados del árbol, con la serpiente enroscada. La pintura es plana, sin profundidad, con contornos marcados y colores vivos contrastados.

**Noche Estrellada: Vincent van Gogh**

Esta pintura postimpresionista de 1889 destaca por su tratamiento de la luz de las estrellas como puntos luminosos rodeados de halos. El cielo y los cipreses están representados con pinceladas espirales, inspiradas en el arte japonés. Al fondo se aprecia un pueblo con la aguja de la iglesia. Los tonos malvas y amarillos reflejan el estado de ánimo eufórico del artista.

**La Iglesia de Auvers: Vincent van Gogh**

Esta pintura postimpresionista de finales del siglo XIX se centra en la sombra de la iglesia, visible en el sendero y el césped. La pincelada personal del artista crea libertad y seguridad en el trazo. Las líneas de los contornos están marcadas, como en el edificio y la mujer que camina por el sendero. El cielo presenta una pincelada espiralada y colores intensos, como malvas, verdes, amarillos y blancos.

**Impresión, Sol Naciente: Claude Monet**

Esta pintura impresionista del último cuarto del siglo XIX representa el puerto de Le Havre al amanecer. El sol naciente produce reflejos anaranjados en el mar y el cielo. Los colores se aplican con pinceladas rápidas y empastadas, mostrando la dirección del pincel. La pintura captura la luz y la atmósfera del momento.

**Los Jugadores de Cartas: Paul Cézanne**

Esta pintura postimpresionista de la última década del siglo XIX muestra a dos hombres concentrados en un juego de cartas. La iluminación artificial se refleja en las sombras y en la botella. Los colores se aplican en facetas, creando forma y volumen. La pintura destaca por su uso del color para representar la forma cilíndrica de los vasos y la sombra esférica de los sombreros.

**Almuerzo sobre la Hierba: Édouard Manet**

Esta pintura impresionista del último cuarto del siglo XIX representa un desnudo en un paisaje. Los colores contrastan entre los trajes oscuros y la piel clara de la mujer desnuda. El fondo difuminado crea profundidad y sensación de aire. La luz incide directamente sobre el grupo, sin crear sombras. La pintura generó controversia por su representación de la desnudez.

**Moulin de la Galette: Pierre-Auguste Renoir**

Esta pintura impresionista del último cuarto del siglo XIX representa el popular lugar de ocio parisino. Las figuras se encuentran en un espacio sombreado con toques de luz. Los tonos malvas se utilizan para las sombras. Las mesas están ocupadas por personajes reconocibles, y en el centro de la escena bailan parejas. La composición se organiza en diagonales y planos paralelos, creando una sensación de multitud.

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