18 Jul
Los Borrachos: Inquilinos Nocturnos
Los borrachos desaparecen durante el día, pero por la noche parecen dueños de las calles. No se expanden porque no tienen nada que expandir. Conocen la noche íntimamente, saben dónde pueden quedarse, a quién pedir dinero y qué quiosco les venderá cerveza. No piden dinero allí porque ese es su lugar para comer, beber y dormir. Son inquilinos nocturnos, nadie los desea pero tampoco los echa, no los miran porque no tienen que hacerlo. Durante el día, ese lugar lo ocupa la vendedora de verduras, que ordena su mercancía estéticamente. Ella se expande más que los borrachos, ya que amplía su negocio semana a semana. Se gana la vida trabajando. La diferencia entre los ocupantes de la noche y de día es que los de día buscan expandirse productivamente para que su negocio y ventas crezcan, mientras que los de noche se achican porque hace frío y buscan crear un hogar y comodidad.
Inquilinos, Ocupantes y Propietarios
- Inquilinos: Se quedan en un espacio por un tiempo pautado.
- Ocupantes: Tienen una corta vida en el lugar, están de paso. Ocupan un lugar y no está pautado.
- Propietarios: Dueños del lugar, se expanden y están ahí establecidos. Tienen poder sobre el lugar.
La Mirada Despectiva de la Autora
La autora trata despectivamente a los ocupantes de la noche, utilizando pronombres demostrativos que marcan una distancia. Los ve como objetos indefinidos, se cree autorizada a mirarlos y describe lo que ve de forma crítica, juzgando la forma en que la gente ocupa las calles.
Las Puertas del Cielo
Celina muere de tuberculosis, pero ellos decían que estaba mal de pulmón ya que no tenían conocimientos médicos. Eran de clase baja, Mauro le decía»ust» a Marcelo. Leen el diario La Razón, que era el más barato. Nunca tuteaban a Marcelo, le decían»docto» orgullosos. En el funeral había plañideras y a Marcelo lo saludaron con la mano blanda, lo que indica que solo él y Mauro estaban realmente mal.
Marcelo quería llorar pero sentía que no era su rol. Esto remite a la idea del monopolio del llanto. A él le daba asco pensar así, pero igual lo hacía. Aunque la situación económica y el ambiente de Marcelo no eran como los de ellos, eran buenos amigos y a él le gustaba salir con ellos porque le gustaba verlos felices. No se conformaba con hacer planes estereotipados de abogado y con ellos hacía salidas distintas. Los miraba vivir. Se conocieron porque Marcelo le ganó un juicio a Mauro por un terreno de la madre. Celina era bailarina (de cabaret) y se conoció con Mauro. Marcelo oye a Celina y nota que quería bailar aunque sea ama de casa. Marcelo proponía ir a bailar para verla feliz. Mauro, al contrario de Celina, era muy familiar, Celina se acoplaba.
Luego del velorio, Marcelo y Mauro salen al Sta. Fe Palace para que Mauro se despeje. Marcelo iba a esas milongas por los»monstruo», que son diferentes a lo que él ve todos los días. Ambos creyeron que la mujer de espaldas era Celina, una metáfora para las puertas del cielo. Se abren y ellos espían a Celina.
Dos Hilos de Sangre
El conductor del taxi tenía una marquita de sangre, lo que lo diferencia del resto (metáfora). Él hace como que no tiene nada. En época de dictadura era importante saber a quién tenías adelante en el auto. Al llegar la sangre a la camisa, la gente se daría cuenta de que el taxista sangraba, es decir, que mandaba al frente a los que opinaban distinto en tiempo de dictadura. El auto tenía una patente falsa y esos autos se usaban para secuestrar. El pasajero le empieza a tirar comentarios para saltarle la chispa.
Artistas de Variedades
, el estaba emocionado. Dicen monstruo como en puertas del cielo.
El primer acto fue un malabarista, después un gaucho, un hombre con 4 perros que bailaban. El quedo deslumbrado y ojala hubiese conocido a esa gente al llegar a buenos aires y entonces quería ser un artista ahora. Su compañera se quería ir. Ismael no pensó en las dificultades de ser artistas cuando se estaba yendo volteo y vio al hombre de las mil caras.
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