10 May
1. La Rusia zarista en vísperas de la Gran guerra:
La economía de ese inmenso y complejo Imperio se sustentaba, básicamente en una agricultura muy poco productiva.Sin embargo, la economía rusa también iniciaba un intenso proceso de industrialización promovido por el Estado, gracias a la colaboración del capital británico y francés.
El resultado era la existencia de un sector industrial muy concentrado en algunas ciudades, en torno a esas grandes ciudades había florecido una pequeña y mediana burguésía comercial, profesional e industrial.
A comienzos del Siglo XX, Rusia seguía regida por un zar de la dinastía Romanov, que gobernaba desde el Siglo XVII, y ejercía todos los poderes estatales por derecho divino.
Aunque Rusia era una gran potencia por su enorme extensión y su gran población, era también un gigante de pies de barro, cuyo atraso era manifiesto.
1.1 Demografía, sociedad y economía:
La población rusa estaba formada por un total de 175 millones de habitantes, que vivían mayoritariamente en el campo.
Esa enorme población tenía una gran diversidad étnico lingüística y religiosa.
El poder casi absoluto del zar se ejercía gracias a una máquina burocrática civil y militar extensa y todopoderosa, que contaba además con el apoyo de la nobleza y el clero. Estos dos grupos, la nobleza y el clero, junto con la corona, eran los mayores propietarios de la tierra fértil del país y la explotaban( Latifundios )
La mayoría de la población era campesinado muy pobre, que trabajaba la tierra.
1.2 Las tensiones políticas:
El lento pero concentrado proceso de modernización social y económica había conducido hacia su atrasado sistema político.
Tal era el caso del movimiento cultural de la llamada “intelligentsia”, que criticaba el retraso ruso y difundía valores occidentales contra el parecer de los sectores tradicionalistas.
En el plano político, la oposición liberal al despotismo zarista estaba arraigada entre las pequeñas y medianas burguésías urbanas que apoyaban al semi tolerado partido constitucional democrático.
La principal fuerza opositora residía en los movimientos populistas, integrados por radicales de la pequeña burguésía con una especie de socialismo agrario comunal.Su difícil penetración les había empujado a la táctica terrorista en grupos de vanguardia, que tuvo como consecuencia una dura represión policial.
El fracaso de esa vía convencíó a muchos a proseguir una lucha política no violenta y pasaron a construir, en 1905, el Partido Social Revolucionario.
Por último, desde 1898 actuaba en Rusia el Partido Obrero Socialdemócrata ruso, inspirado en los principios del marxismo.
1.3 Lenin y la formación del bolchevismo:
Lenin fue el principal pensador revolucionario, siendo sus obras la inspiración del partido que dirigíó la revolución.
El partido debería ser una organización formada por militantes soldados que asumiesen el papel de vanguardia de las masas,para dirigir la lucha contra el capitalismo y la burguésía.
Debía ser un núcleo reducido de líderes jerárquicamente organizados para ser capaces de dirigir al movimiento popular. Su objetivo era la conquista del poder político para llevar a cabo un programa de revolución social colectivista e igualitaria.
Lenin se desvivía así de la tradición marxista europea. Para Lenin, ese reformismo socialdemócrata no era revolucionario, y la clase obrera, por sí misma, sólo era capaz de articular sindicatos defensivos incapaces de conquistar el poder político. De ahí el leninismo.
Lenin pudo imponer sus ideas en 1903 al recién fundado Partido Obrero Socialdemócrata ruso. Surgieron dos corrientes: Los bolcheviques y los mencheviques.
1.4 La revolución de 1905:
En 1905, el Imperio de los zares sufríó su primera sacudida revolucionaria grave. Ante todo, la derrota militar ante Japón, supuso una humillación para el zar y su ejército. Ello generó un descontento de los sectores burgueses y de los núcleos obreros. Además los campesinos también aprovecharon para exigir mejoras en sus condiciones de vida y mayores posibilidades de acceso a la propiedad de la tierra.
El detonante de la Revolución fue una masiva manifestación obrera, para presentar su reivindicaciones alzar: jornada laboral de ocho, subidas salariales, etc. El ejército disparó contra los manifestantes, causando trescientas muertes y más de mil heridos. El conocido como Domingo Sangriento fue la señal para una serie de huelgas y levantamientos revolucionarios por todo el país, que puso al régimen al borde del abismo.
Para detener esto, el zar prometíó a la oposición la concesión de libertades civiles y la convocatoria de una Duma (Parlamento) que elaborará una constitución. Pero las promesas de Nícolás II no se cumplieron plenamente. Con el paso del tiempo, el gobierno del zar se volvíó más arbitrario al caer en poder de camarillas de la corte.El aislamiento político y vital del Zar era ya un factor crucial de la situación rusa en 1914.
Deja un comentario