05 Oct
La etapa aborigen
El territorio que en la actualidad pertenece a la Argentina fue poblado hace unos 12 000 años. Allí se desarrollaron grupos aborígenes que ocuparon, organizaron y transformaron el espacio. Tenían diversas formas de asentamiento y organización social, y en todos los casos, un vínculo indispensable con los recursos naturales que ofrecía el territorio.
Los diaguitas habitaron en la actual regíón del Noroeste de nuestro país y utilizaron técnicas adecuadas para cultivar en esa regíón con rasgos de aridez. Esto motivó su sedentarización y, por lo tanto, una mayor concentración poblacional. Otros grupos, como los guaraníes, los tobas, los pampas, los tehuelches y los selk’nam, no lograron el desarrollo de técnicas tan apropiadas como los diaguitas y, debido a esto, no pudieron nuclearse en poblaciones de gran densidad.
Se calcula que el número total de población aborigen en lo que actualmente es el territorio argentino oscilaba entre 300 mil y 900 mil personas. Cuando se inició la conquista y la colonización española –a partir del Siglo XVI–, se produjo un impacto cultural avasallador, que sometíó y modificó las culturas de los primeros habitantes del territorio.
La etapa colonial
A partir del Siglo XVI, en el proceso de la conquista que siguió al descubrimiento de América, la Corona de España dividíó los territorios de sus colonias en unidades político-administrativas denominadas virreinatos.
Este sistema organizativo permitíó a la metrópoli administrar las vastas extensiones de los territorios americanos.
Este sistema organizativo permitíó a la metrópoli administrar las vastas extensiones de los territorios americanos.
De esta manera, la superficie de la actual Argentina formó parte, durante la etapa colonial, del Virreinato del Perú y, a partir del año 1776, del Virreinato del Río de la Plata.
En esa fecha, la Corona española modificó la composición de los virreinatos con el objetivo de lograr una mejor organización administrativa, y un mayor control interno y externo sobre sus dominios. Asimismo, introdujo diversos cambios en la organización política del Virreinato del Río de la Plata, que fue
En esa fecha, la Corona española modificó la composición de los virreinatos con el objetivo de lograr una mejor organización administrativa, y un mayor control interno y externo sobre sus dominios. Asimismo, introdujo diversos cambios en la organización política del Virreinato del Río de la Plata, que fue
subdividido en ocho intendencias, las que, a su vez, estaban compuestas por unidades administrativas llamadas partidos.
De esta manera, se buscaba neutralizar la amenaza que representaba el Imperio Lusoportugués, cuyas colonias se localizaban en el actual Brasil, y que aspiraba anexar los territorios de la regíón del Río de la Plata.
De esta manera, se buscaba neutralizar la amenaza que representaba el Imperio Lusoportugués, cuyas colonias se localizaban en el actual Brasil, y que aspiraba anexar los territorios de la regíón del Río de la Plata.
La valoración que los españoles realizaron de estos espacios no fue igual en todas las regiones, ya que su interés estaba centrado en los recursos naturales que podían explotarse mediante las actividades mineras y ganaderas. En el transcurso de las exploraciones, los españoles fundaron las primeras ciudades de nuestro país, muchas de las cuales aún conservan sus nombres originarios. En forma conjunta, comenzaron a trazarse en estos territorios las primeras rutas y caminos.
Este proceso de colonización urbana, posterior a la conquista, impregnó el territorio de la actual Argentina con los variados rasgos de la cultura hispana, los que han permanecido en las obras arquitectónicas construidas durante la etapa colonial; por ejemplo, las iglesias, los cabildos y las plazas centrales.
La etapa independentista
A partir de 1810, y luego de independizarse de España, los primeros gobiernos patrios organizaron la administración y la distribución territorial.
Una vez disuelto el Virreinato del Río de la Plata, la organización política se entretejíó a partir de las ciudades ya fundadas y comenzaron a formarse las primeras provincias. Cuando se independizaron las intendencias de Buenos Aires, Córdoba y Salta, se formaron las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Córdoba, Catamarca, La Rioja, Mendoza, San Juan, San Luis, Santiago del Estero, Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientesy Santa Fe. Sus límites se fueron modificando hasta que quedaron fijadoslos actuales.
La etapa de la organización nacional
Con posterioridad a la independencia respecto de España, nuestro país atravesó una etapa de tensiones entre Buenos Aires y las otras provincias, causadas por divergencias de intereses políticos y económicos; en especial, el manejo de la Aduana del puerto de Buenos Aires, y la propiedad de los recursos fiscales provenientes de su recaudación.
Este enfrentamiento impidió la integración de los territorios de las provincias que, en la actualidad, forman parte de la Argentina. En 1862, luego de la batalla de Pavón, esos territorios se unificaron bajo un único poder soberano y una forma federal de Estado, regidos por la Constitución nacional que había sido sancionada en 1853.
La Conquista del desierto
Los conquistadores españoles sólo habían logrado realizar algunas exploraciones en el nordeste y el sur del actual territorio de nuestro país. Durante la etapa independentista y el período de la organización nacional, los pueblos aborígenes continuaron habitando esas regiones.
Las incursiones en el territorio indígena se intensificaron, posteriormente, durante la denominada Conquista del desierto. En 1879, cinco columnas del Ejército argentino al mando del general Roca, con un total de 6000 soldados, avanzaron desde la extensa línea de frontera con los indígenas hacia el río Negro y el denominado país de las manzanas (actual provincia del Neuquén), en la que se dio en llamar la Expedición al río Negro, que pasó a la historia como el momento más paradigmático de un prolongado y despiadado conflicto armado entre la sociedad blanca y los habitantes originarios de la Pampa y la Patagonia. Esta lucha –en la cual debe incluirse la llamada Conquista del Chaco– se extendíó hasta 1885, cuando el cacique Sayhueque se rindió junto con su tribu en el fuerte de Junín de los Andes.
En lo que respecta a las sociedades indígenas, la Conquista del desierto provocó su desestructuración y, en gran medida, su eliminación.
La población indígena estimada entre laPampa y la Patagonia era de 20 mil personas. Las incursiones militares previas a la campaña,realizadas durante 1878, resultaron en la captura de tres caciques principales, cuatrocientosindígenas muertos y cuatro mil prisioneros. En 1879, según el Ministerio de Guerra y Marina,
La población indígena estimada entre laPampa y la Patagonia era de 20 mil personas. Las incursiones militares previas a la campaña,realizadas durante 1878, resultaron en la captura de tres caciques principales, cuatrocientosindígenas muertos y cuatro mil prisioneros. En 1879, según el Ministerio de Guerra y Marina,
las operaciones militares tuvieron como resultado un cacique principal muerto, cinco caciques principales prisioneros, 1113 combatientes indígenas muertos, 10 513 indígenas no combatientes prisioneros y 1049 indígenas reducidos, es decir, que se habían entregado voluntariamente.
El objetivo de la Conquista del desierto era que el Estado nacional ampliara su control territorial. En este sentido, los
efectos inmediatos del avance militar fueron dos: la eliminación de las fronteras interiores y la consolidación de la
soberanía territorial del país por medio de la incorporación efectiva de 550 000 km2. De esta forma, se completó la instauración de un orden político y social, y la formación del Estado y de sus instituciones.
Una de las consecuencias económicas más importantes del proceso de conquista fue el reparto especulativo de las nuevas tierras
. Para financiar la campaña de 1879, el gobierno del presidente Nícolás Avellaneda suscribíó un préstamo, que fue pagado mediante la entrega de propiedades en los territorios ocupados.
. Para financiar la campaña de 1879, el gobierno del presidente Nícolás Avellaneda suscribíó un préstamo, que fue pagado mediante la entrega de propiedades en los territorios ocupados.
La etapa de la integración territorial y nacional
Luego de la independencia respecto de España, el proceso de aunar las tendencias políticas y los intereses que tenían los diversos sectores sociales hizo que nuestro país se denominara, en primer término, Provincias Unidas del Río de la Plata.
A partir de 1862, con la integración de la provincia de Buenos Aires a la Confederación Argentina, quedó conformado el Estado nacional.
A partir de 1862, con la integración de la provincia de Buenos Aires a la Confederación Argentina, quedó conformado el Estado nacional.
Desde ese momento se empleó la denominación República Argentina.
Nuestro país se constituyó, entonces, en un Estado organizado e integrado en la economía mundial. Durante la década de 1880, se produjeron cambios territoriales y políticos. La ciudad de Buenos Aires fue declarada Capital Federal del país y sede del gobierno nacional.
Nuestro país se constituyó, entonces, en un Estado organizado e integrado en la economía mundial. Durante la década de 1880, se produjeron cambios territoriales y políticos. La ciudad de Buenos Aires fue declarada Capital Federal del país y sede del gobierno nacional.
En el año 1884, se dictó la llamada Ley de los Territorios Nacionales, referida a las regiones que aún no habían sido incorporadas al territorio ocupado. Esta ley obedecíó a motivos estratégicos, políticos y económicos. Principalmente, fue una forma de definir que esos territorios pertenecían al Estado nacional, aunque todavía no se hubiera realizado su ocupación efectiva. En esta situación estaban los siguientes territorios nacionales: de Misiones, del Chaco, del Bermejo (en la actual provincia de Formosa), de La Pampa, del Neuquén, de Río Negro, del Chubut, de la Patagonia (en la actual provincia de Santa Cruz), de Tierra del Fuego, y posteriormente, el de los Andes (en la parte occidental de las actuales provincias de Jujuy, Salta y Catamarca)
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Luego, se continuó con la denominada Conquista del desierto, con la que, paulatinamente, se efectivizó la ocupación de nuevas tierras, y se firmaron los primeros tratados limítrofes con los países vecinos.
El gran aluvión de inmigrantes europeos (principalmente italianos y españoles) llegados a nuestro país entre fines del Siglo XIX y principios del Siglo XX tuvo, necesariamente, una gran influencia en las medidas tomadas por el gobierno y en la organización espacial del Territorio.
La etapa de urbanización y consolidación territorial
Luego de 1930, nuestro país continuó su lento proceso de ocupación territorial. El impulso agropecuario, la inmigración y la expansión de la red ferroviaria permitieron anexar nuevos territorios y lograr un avance en las fronteras.
A partir de 1950, comenzaron a provincializarse varios de los territorios nacionales. Se modificó su estructura y el Estado reconocíó a esos territorios el carácter de provincias. En 1991, el entonces territorio nacional de Tierra del Fuego fue declarado provincia. Su denominación completa, desde entonces, es provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
En la actualidad, la Argentina está constituida por veintitrés provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que es la Capital Federal del país
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