Nace en el Barroco (1600-1750). En el XVII no tenía una plantilla determinada, ésta dependía de los instrumentos disponibles. Hacia 1700, con el perfeccionamiento de la familia del violón, ésta pasó a ser el núcleo de la orquesta. Además, incluía un instrumento de tecla (organo o clavicémbalo) y, según la disponibilidad, algún de vma (flauta, oboe y/o fagot), vm (corno y/o trompeta), percusión (timbales) u otros propios de Barroco (flautas de pico, clarinos, mandolinas, laúdes, tiorba,..) No había director tal y como lo conocemos hoy. Sus funciones las hacía un músico (del organo/clave, violín prin).

En el Clasicismo (2ª mitad del XVIII) se consolida la orquesta como conjunto instrumental y se desarrolla cualitativa y cuantitativamente: desaparecen instrumentos típicos del barroco y los de tecla. Se añade el clarinete y el trombón.

En el Romanticismo (XIX) la orquesta sigue aumentando cuanti y cuali: se desarrolla la familia de vme con la inclusión de la tubas y el aumento del nº de trompas, trombones y trompetas. Además, gracias al perfeccionamiento de estos con la inclusicón de la válvulas y pistones, su participación en la textura orquestal es mucho mayor. La familia vma se enriquece con flautines, corno, clarinete bajo y contrafagot. Se incluyen arpas y, a veces piano. Surge la figura del director, especializado en el arte de coordinar el instrumento orquestal.

En el siglo XX los compositores dan a la orquesta nuevas sonoridades, buscando nuevas maneras de tocar los intrumentos tradicionales o incluyendo instrumentos inusuales y objetos como máquinas de escribir, yunques, … Se desarrolla la familia de percusión, con la inclusión de bongos, congas, temple blocks,…

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