02 Mar

PALEOLÍTICO

Se divide en el Paleolítico Inferior, donde habitan el Homo Antecessor y el Homo Heidelbergensis (1.200.000 a 200.000 a.C.); en el Paleolítico Medio el hombre de Neanderthal (del 200.000 al 35.000 a.C.) y en el Paleolítico Superior (35.000–10.000 a.C.) el Homo Sapiens.

El Proceso de hominización es el desarrollo biológico y cultural de la especie humana, desde los primeros homínidos hasta la actualidad. Los primeros pobladores de la península procedían de África.

En el Paleolítico Inferior: El principal yacimiento prehistórico hallado en España se encuentra en Atapuerca donde se encuentran los restos del Homo Antecessor.

Paleolítico Medio: El Homo de Neanderthal, de constitución robusta, controlaban el fuego y enterraban a sus muertos.

En el Paleolítico superior aparece el Homo sapiens. Su cultura aumentó la población, industria lítica de gran refinamiento y diversidad. También desarrollaron la pintura rupestre. La vida se basaba en una economía depredadora con una cohesión tribal fuerte, eran nómadas.

En la zona cantábrica es donde se encuentran los restos más abundantes de arte rupestre en grandes cuevas. Pintaban en las paredes, techos y suelos con un gran realismo, con negros y rojos. Se las suele interpretar como pinturas de índole religiosa o propiciatoria de la caza. El naturalismo se ve reforzado para dotar de volumen a las figuras.

MESOLÍTICO

Hacia el 9.000 a.C., el clima se hizo más cálido y seco. El cambio climático señala el comienzo del Mesolítico. La Revolución Neolítica se caracteriza por el aumento demográfico y el paso de una economía depredadora a una economía basada en la agricultura y la domesticación de animales. El desarrollo de la agricultura condujo a la complejidad de los grupos sociales, surgiendo la división social del trabajo. Los principales cambios tecnológicos fueron el pulimentado de la piedra y la aparición de la cerámica.

Las pinturas de la zona levantina utilizan el color negro y representan al ser humano en escenas colectivas de caza y recolección. Pueblos ocupaban la península en el primer milenio a.C. Los conocemos gracias a las fuentes griegas y latinas. Pueblos íberos, procedentes del norte de África. Los celtas, que proceden del norte de Europa. Ambos grupos se fusionaron en la Meseta y darán lugar a los celtíberos. Se pueden diferenciar tres áreas geográfico-culturales distintas:

ÁREA IBÉRICA

Acuñaban moneda, se organizaban en ciudades estado y pequeños reinos y vivían en ciudades.

ÍBEROS

Se dividían en tribus. Ocupaban el litoral mediterráneo. Alcanzaron su máximo nivel cultural en los siglos V y III a.C. Poseían una lengua común, una abundante cerámica y una rica tradición artística. Practicaban la incineración. Su economía se basaba en agricultura, ganadería y metalurgia.

CELTAS

Pueblos ganaderos organizados de forma tribal. Se organizaban en clanes familiares dominados por una aristocracia guerrera. Destacan los celtíberos en la zona oriental de la Meseta. Los Lusitanos en el oeste; Los Vacceos en el Valle Duero; los Vetones y Carpetanos en el valle del Tajo. Conocían la metalurgia del hierro, lo que les dio ventajas militares y contribuyó a su expansión.

PUEBLOS DEL NORTE

Vivían en castros, economía semipaleolítica, no conocían la escritura, complementaban su economía con los saqueos que realizaban a los pueblos del centro y del sur.

Colonizar – asentarse en un territorio para habitarlo de forma definitiva. Los fenicios y griegos se establecieron en el litoral oriental y meridional, interesados en intercambios comerciales con las poblaciones indígenas, cerámica, armas, adornos metálicos, a cambio de los abundantes metales existentes en la península.

Fenicios: creaban factorías, enclaves comerciales cercanos a la costa. Buscaban materias primas y metales, introdujeron la técnica de conservación de pescado en salazón, el torno de alfarero, la escritura alfabética, la técnica del tintado en púrpura, la vid y el olivo.

Griegos: creaban colonias de poblamiento, para asentar sus excedentes demográficos. Comerciaron con Tartessos. A cambio de sus metales, la sal y el esparto ellos vendían su cerámica, tejidos, vino y aceite. Su influencia será muy importante en el arte, lengua, escritura e instituciones indígenas. Entran en decadencia al ser derrotados por los cartagineses.

Cartagineses: buscaban dominar políticamente las zonas, por lo que crean ciudades fortaleza. Su objetivo principal era el comercio de metales, sobre todo el estaño. Tras su derrota por los romanos centraron su actividad en la península ibérica, que les sirvió de base para su lucha contra Roma.

Tartessos: Procedentes del norte de África, su principal fuente de riqueza eran el estaño, el oro y la plata, así como su riqueza agropecuaria. Las causas de su decadencia no están claras, pero a partir del siglo VI se fraccionaron en tribus o pueblos. Destaca su trabajo como orfebres que nos ha llegado en forma de tesoros.

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