21 Nov
Contexto Histórico de los Años 60
En los años 60, el telón de fondo histórico y social se caracteriza por la tensión global entre las potencias durante la Guerra Fría, donde el choque entre el capitalismo y el comunismo dominaba la escena internacional. Este período también presenció la emergencia de la sociedad de consumo y el surgimiento de diversos movimientos contestatarios en todo el mundo, desde el movimiento hippy hasta el Mayo francés, el feminismo y el pacifismo, que desafiaban las normas establecidas y buscaban una transformación radical de la sociedad. En España, mientras tanto, se observaba una apertura política relativa dentro del régimen franquista, coincidiendo con un crecimiento económico gradual. La superación gradual de la pobreza de posguerra dio paso a mejoras económicas, como la industrialización, la emigración en busca de oportunidades laborales y el desarrollo del turismo, marcando un cambio en el paisaje socioeconómico del país.
La Renovación Narrativa en los Años 60
En el ámbito de la literatura, particularmente en la narrativa, se observa un creciente desgaste hacia la novela tradicional y el realismo social. Este cambio se ve impulsado por varios factores, incluyendo el descubrimiento de la novela hispanoamericana, la influencia de destacados innovadores de la narrativa global como Proust, Joyce, Kafka y Faulkner, y la publicación de Tiempo de silencio en 1962. Estos elementos contribuyen al surgimiento de una novela enfocada en la constante renovación y experimentación con técnicas y lenguaje narrativo, manteniendo al mismo tiempo una perspectiva crítica. Este movimiento se conoce como la novela experimental de los años 60.
La obra Tiempo de silencio de Luis Martín Santos marcó un hito en la novela española contemporánea al introducir nuevas formas narrativas. Aborda la frustración existencial de un investigador médico, reflexionando sobre la miseria social, el atraso científico y la debilidad personal. Con un lenguaje culto y técnicas innovadoras, el autor ofrece una crítica profunda de la sociedad española de la época. Destacan la mezcla de perspectivas, el monólogo interior, el uso de la segunda persona y diversos estilos narrativos. Además, emplea recursos retóricos como la ironía y la hipérbole, junto con expresiones populares y cultismos. En cuanto a la estructura, se organiza en secuencias que componen episodios significativos.
Por otro lado, en Señas de identidad de Juan Goytisolo se evidencian nuevas técnicas narrativas, como cambios de punto de vista, saltos temporales y diversas voces narrativas, todo en busca de su identidad personal y una revisión del pasado nacional.
Contexto Histórico y Narrativa Española (Años 70-Actualidad)
Contexto histórico
En los años 70, la muerte de Franco inicia la transición a la democracia en España. El turismo y la movilidad social impulsan el aumento del nivel de vida. En los 80, España se une a la Comunidad Económica Europea y a la OTAN. A nivel global, la caída del muro de Berlín en 1989 marca el fin de la Guerra Fría. La democracia en España permite un mayor intercambio cultural y literario, con la recuperación de obras censuradas y la emergencia de nuevos escritores como Javier Marías y Rosa Montero.
Características de la narrativa española (años 70 y 80)
En la narrativa española de los años 70 y 80, se observa un alejamiento del experimentalismo en favor del interés por la anécdota y la recreación de ambientes. Una obra emblemática que refleja esta nueva perspectiva es La verdad sobre el caso Savolta (1975) de Eduardo Mendoza, donde se reivindica el placer de narrar y se prioriza la importancia de contar una historia con una trama sólida y un argumento bien desarrollado. Este cambio coincide con un distanciamiento del compromiso político y los problemas colectivos, aunque se nota una toma de conciencia social y cultural que desafía la verdad oficial.
Los grandes mundos totalizadores son reemplazados por micromundos más personales, donde se exploran preocupaciones existenciales y temas íntimos. Cada novelista busca su propio estilo y visión de la realidad, simplificando las estructuras narrativas para llegar a un público que prefiere el entretenimiento sobre la complejidad narrativa. Las novelas contemporáneas son una amalgama de diversas tradiciones literarias, desde la novela negra hasta la histórica, y utilizan personas narrativas tradicionales como la primera y tercera.
Se observa una diversidad temática y formal que abarca desde la novela histórica hasta las obras más experimentales, como las de la «generación nocilla». Destaca el carácter individualista del escritor, que busca encontrar su propio lenguaje para reflejar su universo personal. En resumen, la narrativa española contemporánea es un reflejo de la diversidad y la individualidad de sus escritores, que exploran una amplia gama de temas y estilos para contar sus historias.
Principales Tendencias de la Narrativa Española Contemporánea
La narrativa española contemporánea abarca una amplia gama de tendencias y estilos literarios, reflejando la diversidad y la individualidad de sus escritores. Entre las principales tendencias destacan:
- a) Novela de intriga y policiaca, representada por Manuel Vázquez Montalbán y su serie protagonizada por el detective Carvalho. Otros autores como Eduardo Mendoza, Antonio Muñoz Molina y Lorenzo Silva también exploran este género en obras como La ciudad de los prodigios y El alquimista impaciente.
- b) Novela histórica, con obras como El maestro de esgrima de Pérez Reverte y Soldados de Salamina de Javier Cercas, que sitúan la acción en diferentes períodos históricos, desde la Guerra Civil hasta épocas más lejanas.
- c) Metanovela, donde se reflexiona sobre la propia creación literaria, con obras como El desorden de tu nombre de Juan José Millás, La cólera de Aquiles de Luis Goytisolo y La orilla oscura de José María Merino.
- d) Novela culturalista, que analiza aspectos de la cultura occidental con erudición, como Las máscaras del héroe de Juan Manuel de Prada.
- e) Novela intimista, que ahonda en la psicología y la introspección personal, con obras como Juegos de la edad tardía de Luis Landero y Te trataré como a una reina de Rosa Montero.
- f) Novela lírica o de reflexión íntima, que se centra en una exploración sugerente de la existencia, como en Mortal y rosa de Francisco Umbral y La lluvia amarilla de Julio Llamazares.
- g) Novela neorrealista, que retrata la vida en entornos conocidos como la ciudad o la gran urbe, con autores como Miguel Delibes y su obra Diario de un jubilado, así como la Generación X representada por Ray Loriga, Lucía Etxeberría y José Ángel Mañas.
Estas tendencias convergen en una narrativa española que acoge una amplia variedad de estilos, temas y enfoques, reflejando la individualidad de cada escritor y su búsqueda de un lenguaje propio para expresar su visión del mundo y de la realidad.
La Narrativa Hispanoamericana
Contexto Histórico y Social
En Hispanoamérica, la independencia del dominio español en el siglo XIX no trajo la prosperidad esperada. En su lugar, los países quedaron bajo el control de Estados Unidos, enfrentando explotación económica y dominación política. Hubo desigualdades, dictaduras y golpes militares. Tras la Segunda Guerra Mundial, surgieron movimientos nacionalistas y populistas, seguidos por inestabilidad política y revoluciones en los años sesenta. Estos eventos influyeron en la literatura, que exploró temas como la explotación y las dictaduras.
Rasgos Temáticos de la Narrativa Hispanoamericana (desde los años 40)
Literariamente, la narrativa hispanoamericana hasta los años 40 se desarrolla en el realismo costumbrista, sin cambios significativos en sus estructuras y lenguaje. Entre 1940 y 1960, coexisten diversas tendencias: la narrativa metafísica de Borges y Lezama Lima, la existencial de Onetti y Sábato, y el realismo mágico de Carpentier y Asturias, fusionando lo real y lo fantástico.
A partir de los años cuarenta y cincuenta, surge una gran renovación, liderada por Borges y Juan Rulfo, que da
lugar al Boom hispanoamericano. Estas obras integran lo urbano y los problemas contemporáneos, asimilan influencias de vanguardias europeas y adoptan nuevas técnicas narrativas experimentales.
La novela «Pedro Páramo» (1955) de Juan Rulfo ejemplifica esta renovación estilística con su estructura fragmentaria y desorden temporal, convirtiéndose en un referente del realismo mágico. La definitiva renovación se produce en los años sesenta con el inicio del Boom, que combina influencias literarias y sociológicas, marcando el inicio de la difusión internacional de la narrativa hispanoamericana.
Rasgos característicos. Los rasgos característicos del Boom hispanoamericano, representado por destacados escritores como Vargas Llosa, Julio Cortázar y García Márquez, incluyen:
a) Conciencia de ser latinoamericano: Explora la identidad del hombre hispanoamericano a través del mestizaje y la relación con la cultura occidental, valorando las contribuciones de las diversas culturas indígenas, africanas y europeas.
b) Voluntad temática: Aborda temas existenciales como la soledad, la incomunicación y la muerte, así como la sexualidad sin juicios morales. La creación artística y la ruptura de la lógica son también temas recurrentes.
c) Subjetivismo: Rechaza al narrador omnisciente en tercera persona, optando por narradores participativos que exploran el mundo del subconsciente a través del monólogo interior y la segunda persona narrativa.
d) Ruptura de la linealidad temporal: Sustituye el tiempo cronológico por el anímico, entrecruzando tiempos diferentes y adelantando o retrasando acontecimientos para reflejar estados emocionales.
e) Preocupación por los aspectos formales: Busca una nueva forma de narrar mediante técnicas como el perspectivismo, el monólogo interior y el diálogo en estilo indirecto libre. Experimenta con el lenguaje, creando neologismos y utilizando imágenes barrocas para sugerir más que decir, incorporando el lenguaje popular de manera universal.
El realismo mágico :
El realismo mágico, destacado en el movimiento del Boom, fusiona lo maravilloso con lo cotidiano, llevando a los personajes y al lector de lo real a lo mágico de forma sutil. Su impacto fue notable y aún influye en la literatura actual. Esta técnica naturaliza lo maravilloso en lo cotidiano, desafiando la razón y lo racional. Características incluyen la experimentación con el tiempo, la integración de lo mitológico y legendario, y la presencia de múltiples narradores que enriquecen la complejidad del texto con distintos puntos de vista.
Julio Cortázar se destaca por su radical experimentalismo formal y su análisis del hombre contemporáneo en obras como «Rayuela» (1963) y sus cuentos, imbuidos de realismo mágico que muestra la influencia de Kafka y los surrealistas, como en «Bestiario» y «Final de juego».
Gabriel García Márquez, figura cimera de la narrativa hispanoamericana, es reconocido por «Cien años de soledad» (1967), la obra maestra del realismo mágico. En esta novela, los elementos maravillosos se integran en la realidad cotidiana de Macondo, sin sorprender al lector, gracias a una técnica narrativa caracterizada por un tono, un espacio y un ritmo novelesco particulares.
Mario Vargas Llosa, dentro del neorrealismo, ofrece una visión crítica de la realidad social y política en obras como «La ciudad y los perros» (1962) y «Conversación en la catedral» (1970), que reflejan la complejidad de la sociedad peruana. Otros autores destacados de este periodo incluyen a Isabel Allende con «La casa de los espíritus», Laura Esquivel con «Como agua para chocolate», Manuel Puig con «El beso de la mujer araña», Ángeles Mastretta con «Mal de amores» y Roberto Bolaño con «Los detectives salvajes».
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