26 Nov
Neoclasicismo
El Neoclasicismo fue un período literario que se desarrolló durante el siglo XVIII. Durante este siglo se produce una crisis del pensamiento europeo y aparece la necesidad de crear una nueva ideología más crítica y renovadora, que dará paso a lo que conocemos como Ilustración. El siglo XVIII también será conocido como el siglo de las luces o de la razón.
Prosa Neoclásica
La finalidad de la literatura neoclásica es didáctica; se escribe para educar. Tiene un carácter crítico, didáctico y moralizador. Se valora la erudición del autor por encima de su capacidad creativa y se cultiva un lenguaje asequible y sin ornamentos innecesarios.
Autores Destacados
Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764): Hombre de saber enciclopédico, monje benedictino y gran filósofo. Pensaba que la difusión de la cultura era primordial para el progreso de la sociedad, pues los problemas venían de la ignorancia y la superstición. Sus obras principales incluyen:
- Teatro crítico universal (1726-40) – 118 ensayos
- Cartas eruditas y curiosas (1742-60) – 145 ensayos
José Cadalso (1741-1782): Hombre muy culto e inteligente, propenso al pesimismo. Nacido en Cádiz, pertenecía a una familia rica y noble. Fue un militar bien preparado que amaba a su patria. Su obra más destacada es:
- Cartas marruecas (publicada en 1789): Conjunto de 90 cartas que narran la historia de Gazel, un joven marroquí que ha viajado por toda Europa y, al llegar a España, aprovecha para conocer sus costumbres y cultura, comparándolas con las de otros países europeos.
Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811): Uno de los intelectuales más reconocidos de la Ilustración. Sirvió en la Corte de Carlos III y fue un político español. Su obra tiene una finalidad didáctica, con contenido político y económico. Destacan:
- Memoria para el arreglo de la política de los espectáculos (1790)
- Informe para el expediente de la Ley Agraria
El Teatro Neoclásico
Hubo un intento de los autores neoclásicos de renovar el teatro. Las obras mantenían formas y temas del teatro barroco, recuperando la regla de las tres unidades, buscando una finalidad didáctica y moral, y pretendiendo ser verosímiles. Sin embargo, este intento fracasó. Leonardo Fernández de Moratín (1760-1828) es un autor destacado, con su comedia El sí de las niñas (1806), una crítica a los matrimonios de conveniencia, tan comunes en su época.
La Lírica Neoclásica
El menosprecio hacia la expresión de los sentimientos y el carácter didáctico y divulgador de la literatura provocaron que la producción poética fuera escasa en el siglo XVIII. Se tratan temas históricos y costumbristas. Tomás de Iriarte (1750-1791) es conocido por su Colección de fábulas. Félix María de Samaniego (1745-1801) es autor de fábulas como La lechera, que trata sobre una mujer que, soñando con un futuro próspero, pierde su fortuna antes de lograrla, y La cigarra y la hormiga, que contrasta la previsión de la hormiga con la despreocupación de la cigarra.
Romanticismo
El Romanticismo representa una nueva concepción del ser humano y de su realidad: exalta lo subjetivo frente a la razón objetiva. En consecuencia, valora el individualismo, el yo independiente que no está sujeto a norma alguna. La libertad, en todas sus manifestaciones, será la bandera que enarbolarán los artistas románticos. Sus características principales son:
- Exaltación extrema de sentimientos y subjetividad.
- La frustración del artista romántico provoca evasión.
- Expresión de sentimientos en la naturaleza.
- Se imponen la imaginación y la libertad creativa, huyendo de las normas.
La Prosa Romántica
En el siglo XIX, la producción novelística en España es casi inexistente, con ensayos neoclásicos y numerosas traducciones de obras. Los autores intentan reavivar el género de la novela. Mariano José de Larra (1809-1837) es el personaje más importante, aunque murió muy joven e insatisfecho con su vida. Fue un observador irónico de la realidad española, un crítico mordaz y defensor de las reformas sociales. Sus obras más conocidas son Vuelva usted mañana, Noche de los hidalgos y La noche de difuntos (1836).
Teatro Romántico
El teatro romántico vuelve a romper con la regla de las tres unidades y da rienda suelta a la libertad de creación y de puesta en escena. Los temas principales son legendarios e históricos, amores contrariados, luchas por la libertad, luchas contra convenciones sociales, muertes y suicidios.
Ángel de Saavedra (1791-1865): Muy conocido, sus obras son de sentido conservador y dramático. Destacan Don Álvaro o la fuerza del sino y El desengaño en un sueño.
José Zorrilla (1817-1893): Su obra más emblemática es Don Juan Tenorio.
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