24 May

Crup Vírico

La inflamación de la laringe, tráquea y bronquios, conocida como crup vírico, es una enfermedad respiratoria que afecta principalmente a niños pequeños. La laringe de los niños es estrecha, por lo que pequeñas cantidades de moco e inflamación pueden obstruirla fácilmente, convirtiéndola en una condición potencialmente grave.

¿A quién afecta el crup vírico?

El crup vírico es más común en niños de entre 6 meses y 6 años. A medida que los niños crecen, sus vías respiratorias se ensanchan, lo que disminuye la probabilidad de obstrucción. Esta enfermedad es más prevalente en niños que en niñas y es una de las principales causas de hospitalización en menores de 4 años. Generalmente, el crup vírico dura de 3 a 7 días.

Causas del Crup Vírico

El crup vírico suele comenzar como un resfriado común, siendo las causas más frecuentes los virus parainfluenza 1, 2 y 3. Sin embargo, también puede ser causado por bacterias.

Síntomas comunes en niños

Aleteo Nasal

El aleteo nasal es el ensanchamiento de las fosas nasales durante la respiración. Si bien muchas causas de aleteo nasal no son graves, en bebés pequeños puede ser un signo de dificultad respiratoria.

Retracciones Respiratorias

Las retracciones respiratorias se observan cuando el esternón o los espacios entre las costillas se hunden durante la respiración. Este es otro signo de que el niño se está esforzando para respirar.

Estridor Laríngeo

El estridor laríngeo es un ruido agudo que se produce al inspirar, causado por el estrechamiento de las vías respiratorias superiores.

Factores de Riesgo

  • Edad: tres años o menos
  • Asistir a la guardería
  • Historia familiar de síndrome de Crup
  • Infecciones de vías respiratorias superiores frecuentes
  • Meses más fríos: desde octubre hasta marzo (aunque puede darse en cualquier época del año)

Diagnóstico del Crup Vírico

El diagnóstico del crup vírico se basa en la historia clínica, los síntomas y los signos clínicos del paciente. En los primeros días, los síntomas suelen ser similares a los de un resfriado común: goteo nasal, dolor de garganta y fiebre leve. Sin embargo, en los días siguientes, estos síntomas evolucionan hacia los característicos del crup, agravándose por la noche y alcanzando su punto máximo en la segunda o tercera noche.

Durante el examen físico, es crucial mantener al niño tranquilo, ya que el llanto y la agitación pueden empeorar los síntomas. El médico se centrará en el examen del sistema respiratorio. Es importante destacar que la inspección de la garganta con un depresor lingual solo debe realizarse si existe la posibilidad de intubación inmediata, ya que existe el riesgo de obstrucción total y repentina de la epiglotis.

En caso de duda, se puede realizar una radiografía de cuello para descartar la obstrucción por un cuerpo extraño.

Tratamiento del Crup Vírico

El tratamiento del crup vírico se centra en aliviar los síntomas y mejorar la respiración. Algunas de las medidas terapéuticas incluyen:

  • Administración de líquidos por vía intravenosa para prevenir la deshidratación.
  • Oxígeno humidificado y frío (a una temperatura inferior a la corporal) administrado a través de un vaporizador para aliviar la constricción de las vías respiratorias.
  • Adrenalina racémica + cloruro sódico al 0,9% humidificada con vaporizador para reducir el estridor y las retracciones costales.
  • Dexametasona oral o intramuscular para disminuir el edema de la mucosa respiratoria.
  • Antipiréticos para controlar la fiebre.

Si el niño responde bien al tratamiento, puede ser dado de alta a las 3-4 horas.

Atención de Enfermería

La atención de enfermería en niños con crup vírico se centra en:

  • Vigilancia e identificación de la dificultad respiratoria: Controlar la frecuencia respiratoria (taquipnea), la frecuencia cardíaca (taquicardia), los sonidos respiratorios, la presencia de aleteo nasal, retracciones y cianosis. Utilizar un monitor cardíaco y un pulsioxímetro para una evaluación continua.
  • Colocar al niño en una posición cómoda: Si el niño prefiere una posición más vertical, puede indicar un aumento en la dificultad respiratoria.
  • Administrar el tratamiento prescrito por el médico.
  • Educar a los padres sobre los cuidados en casa.

Enseñar a los padres los cuidados en casa:

  • Mantener al niño en posición vertical, en brazos o sentado en una silla.
  • Hacer correr agua caliente en la bañera con la puerta cerrada y sostener al niño mientras respira el aire humidificado. El aire frío de la calle también puede ayudar; abrigar bien al niño y salir a dar un pequeño paseo.
  • Mantener al niño tranquilo y relajado, ya que el llanto y la agitación dificultan la respiración.
  • Administrar la medicación según las indicaciones del médico.
  • Si el niño no responde bien a los tratamientos o los síntomas empeoran, llevarlo inmediatamente al médico o al hospital.

Parasitosis Intestinales en Niños

¿Qué es un parásito?

Un parásito es un ser vivo que vive dentro o sobre otro ser vivo más grande, llamado huésped, del cual se alimenta. Esta relación puede o no causar enfermedad al huésped.

  • Parasitismo: Cuando el parásito no produce síntomas en el huésped.
  • Parasitosis: Cuando el parásito causa síntomas o enfermedad en el huésped.

¿Qué son las parasitosis intestinales?

Las parasitosis intestinales son infecciones del intestino causadas por la ingestión de quistes de protozoos, huevos o larvas de gusanos, o por la penetración de larvas a través de la piel desde el suelo. La incidencia y los tipos de parásitos han cambiado debido a la inmigración y los viajes a países tropicales.

Enfermedades Parasitarias

Las enfermedades parasitarias son causadas por protozoos y helmintos. Según la OMS, más de 2.000 millones de personas en el mundo, principalmente niños y mujeres embarazadas, están infectadas con parásitos intestinales. Estas infecciones pueden causar una variedad de problemas de salud, como desnutrición, anemia, retraso del crecimiento, quistes e infecciones en otros órganos (encefalitis, neumonía, hepatitis, etc.).

La principal vía de transmisión es la fecal-oral, también conocida como el mecanismo ANO-MANO-BOCA.

Parasitosis Intestinales en Pediatría

En nuestro entorno, las parasitosis intestinales en niños están causadas principalmente por:

  • Protozoos (89%): Giardiasis es la más común.
  • Gusanos (9%): Enterobius vermicularis (Oxiuriasis).
  • Otros: Cryptosporidium, tenia, Trichuris trichiura, Entamoebas, etc.

Giardiasis

La giardiasis es una infección intestinal causada por el parásito Giardia intestinalis. Es una de las causas más comunes de enfermedad diarreica en todo el mundo, afectando a unos 200 millones de personas. Los niños menores de 5 años son los más afectados.

Reservorios de Giardia

  • Humanos
  • Perros, gatos, castores
  • Aguas estancadas
  • Piscinas

Signos y Síntomas de la Giardiasis

La giardiasis puede ser asintomática, especialmente en adultos. Los síntomas, cuando aparecen, varían según la edad:

Lactantes y niños pequeños:

  • Diarrea acuosa con o sin fiebre
  • Vómitos
  • Escaso crecimiento físico

Niños mayores de 5 años:

  • Calambres abdominales
  • Diarrea líquida o estreñimiento
  • Esteatorrea (presencia de grasa en las heces)
  • Heces malolientes y pálidas

Diagnóstico de la Giardiasis

El diagnóstico de la giardiasis se realiza mediante la detección del parásito en las heces. Se pueden utilizar diferentes métodos:

  • Examen microscópico en fresco de heces: Las heces deben analizarse dentro de la hora siguiente a la expulsión o conservarse con alcohol polivinílico o formol al 10%. Es importante tener en cuenta que pueden obtenerse falsos negativos al inicio de la enfermedad.
  • Enterotest: Detecta trofozoítos en el jugo intestinal.
  • Prueba ELISA
  • Excepcionalmente: Aspirado y biopsia duodenal por endoscopia.

Tratamiento de la Giardiasis

El tratamiento de la giardiasis no se realiza en portadores asintomáticos, excepto en situaciones específicas como el control de brotes o la prevención del contagio a personas inmunodeprimidas. Los medicamentos utilizados para tratar la giardiasis incluyen:

  • Metronidazol
  • Tinidazol

La educación sanitaria es fundamental para prevenir la propagación de la infección.

Enterobius vermicularis (Oxiuriasis)

La oxiuriasis, causada por el nematodo Enterobius vermicularis, es la infección por gusanos más común en nuestro país. Afecta al 30% de los niños en edad escolar y se transmite por vía fecal-oral. Es menos frecuente en lactantes y niños pequeños.

Reservorios de Enterobius vermicularis

  • Humanos
  • Alimentos crudos contaminados
  • Tierra contaminada
  • Polvo de la casa
  • Ropa interior y de cama
  • Objetos

Signos y Síntomas de la Oxiuriasis

La infección por oxiuros puede ser asintomática. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Prurito anal o perianal intenso, especialmente por la noche
  • Lesiones perianales por rascado
  • Dolor en la fosa ilíaca derecha
  • Diarrea, heces mucosas
  • Vómitos, anorexia
  • Cambios de carácter (irritabilidad, agresividad)
  • Alteraciones del sueño (terrores nocturnos relacionados con el prurito)
  • Bruxismo (rechinar de dientes)
  • Vaginitis, leucorrea

Diagnóstico de la Oxiuriasis

El diagnóstico de la oxiuriasis se realiza mediante la detección de los huevos del parásito. Se utilizan dos pruebas principales:

  • Prueba de Graham (prueba de la cinta adhesiva)
  • Prueba de Markey (con torundas vaselinizadas)

Se recomienda obtener tres muestras en tres días consecutivos para aumentar la sensibilidad del diagnóstico.

Tratamiento de la Oxiuriasis

El tratamiento de la oxiuriasis se realiza con medicamentos antiparasitarios como:

  • Mebendazol
  • Albendazol

Se recomienda repetir el tratamiento a los 15 días para eliminar las larvas que hayan podido eclosionar de los huevos.

Atención de Enfermería en las Parasitosis Intestinales

La atención de enfermería en niños con parasitosis intestinales se centra en:

  • Asegurar la correcta recolección, conservación y transporte de las muestras de heces para su análisis, siguiendo las indicaciones del laboratorio.
  • Administrar la medicación correctamente.
  • Educar al paciente y a su familia sobre las medidas de higiene para prevenir el contagio y la reinfección.

Prevención de las Parasitosis Intestinales

La prevención de las parasitosis intestinales se basa en medidas de higiene para interrumpir el ciclo de transmisión de los parásitos. Estas medidas incluyen:

Medidas generales:

  • Lavarse las manos con agua y jabón antes de comer, manipular alimentos y después de usar el baño.
  • Evitar morderse las uñas y llevarse los dedos a la boca.
  • Evitar que los niños se rasquen el área del pañal.
  • Cambiar los pañales con frecuencia.
  • Desinfectar los asientos de los inodoros y las superficies de cambio de pañales.
  • Beber agua potable, especialmente en campamentos.
  • Lavar bien todas las frutas y verduras que se consumen crudas y cualquier alimento que caiga al suelo.
  • Lavar con frecuencia los chupetes y hervirlos.
  • No utilizar aguas residuales para fertilizar los cultivos.
  • Mantener a las mascotas desparasitadas y recoger sus heces.
  • Evitar que los niños jueguen en áreas contaminadas con heces.
  • No andar descalzo fuera de casa.

En caso de infestación:

  • Lavar toda la ropa interior y de cama con agua caliente y secarla al sol.
  • Aspirar la casa (la efectividad de esta medida no está clara).
  • Mantener las uñas del niño cortas.
  • Utilizar pañales superabsorbentes o ropa interior de algodón ajustada.
  • Preferiblemente, duchar al niño en lugar de bañarlo.
  • Es posible que todos los miembros de la familia necesiten tratamiento.

Siguiendo estas recomendaciones, se puede reducir significativamente el riesgo de infección por parásitos intestinales.

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