08 Jun
El Greco (1541-1616): Es un genio de la pintura española que consiguió escaso reconocimiento en vida y en años posteriores hasta que fue reivindicado por los impresionistas en el s. XIX. Se clasifica dentro del ESTILO ARTÍSTICO DEL MANIERISMO del último tercio del S. XVI.
Algunas de las carácterísticas son las posturas inestables y composiciones complejas de diagonales y rombos. También emplea una gama de colores fríos e intensos. Busca la espiritualidad en el alargamiento de las figuras de forma exagerada, que dan la sensación de flotar y parecen ingrávidas. No da mucha importancia a los fondos por influencia del arte Bizantino. Tiene preferencia por los escorzos y composiciones movidas con personajes de espalda en los primeros planos.
Su pintura puede clasificarse por etapas:
Es en Creta donde se va a iniciar como pintor, su pintura, todavía inmadura, estará influida por la estética bizantina, en cierto sentido el aire abstracto de los iconos bizantinos va a estar presente ya en toda su obra.
Conoce la pintura de los grandes genios del Cinquecento y del Manierismo, admira a Rafael y, sin embargo, según testimonios suyos, no muestra simpatía por Miguel Ángel, aunque éste influirá en su obra, eso se nota en el volumen y la musculatura de muchos de sus personajes. alto lienzo de La Asunción de la Virgen, fue sin duda su obra más importante hasta la fecha, pero llevó triunfalmente la dinámica composición.
También pintó dos vistas con paisaje y perfiles de Toledo, ambas obras tardías, y una pintura mitológica, Laoconte y sus hijos, que es único en su obra.
Composición:
Composiciones inestables, a veces descentradas. -Muchas veces, las figuras se sitúan a la misma altura lo que muestra influencia del arte bizantino. -Contrapone figuras pintadas con colores que contrastan fuertemente, creando la sensación de que se encuentran en distintos planos. -Empleo de fuertes escorzos, que contribuyen a dar mayor profundidad, lo que hace que las composiciones sean menos equilibradas. Consigue dar perspectiva y profundidad al bajar la línea del horizonte, de tal manera que da la sensación de que el espectador domina la panorámica desde lo alto. El contorno es movido, los cuerpos se mueven, esto unido a las posturas inestables dan gran dinamismo a su pintura. El tratamiento de la luz le sirve para aumentar la irrealidad de la pintura. Suelta, de influencia veneciana. Sentido de su obra e influencia posterior. La obra del Greco hay que considerarla manierista y dentro del sentido religioso de la España del s. XIX su obra no fue valorada. XX se inspiraron en la obra del Greco.
TÍTULO: Moisés; AUTOR: Miguel ANGELO BUONARROTI- (Miguel Ángel); ESTILO ARTÍSTICO: Renacimiento ITALIANO; CRONOLOGÍA: CINQUECENTO- S. XVI; Localización: se encuentra en la iglesia de San Pietro in Vincoli, Roma. Tema: religioso del Antiguo Testamento: Moisés. Es un tema bíblico, el profeta Moisés, tras regresar de su estancia de cuarenta días en el monte Sinaí, llevando bajo el brazo las Tablas de la Ley para mostrarles a los israelitas. En ese momento Moisés contempla horrorizado cómo los israelitas han abandonado el culto a Jehová y están adorando al Becerro de Oro. Representa el episodio de la Biblia que abarca desde la vida de Moisés hasta que éste los conduce a la Tierra Prometida conocida como Palestina. Moisés nunca llegó a ver la Tierra Prometida pero condujo al pueblo judío a la liberación de su esclavitud en Egipto. Consigue que no resulte pesado si no grandioso y monumental, capta el instante en el que Moisés va a levantarse furioso por la infidelidad de su pueblo. Miguel Ángel deja atrás los rostros serenos de su primera etapa y se centra en una expresividad dramática, posteriormente desarrollada en el Barroco. Moisés está lleno de vida interior aunque posiblemente no sea sólo producto de su evolución personal sino también de la influencia que ejercíó sobre él el descubrimiento del grupo helenístico del Laocoonte. El Moisés, es de su segunda etapa. Pertenece al sepulcro del Papa Julio II, que se lo encarga en 1505, aunque el artista no lo termina hasta 1545, de un modo muy diferente a como lo había proyectado. Este delirante proyecto irá reducíéndose por motivos económicos y familiares hasta que Miguel Ángel lo diseña como un sepulcro adosado. Para Miguel Ángel podría simbolizar la fusión de la vida activa y la contemplativa, según el ideal neoplatónico.
Título: La Virgen de las Rocas. Autor: Leonardo da Vinci. Localización: Museo del Louvre, París, Francia. Cronología:1483-1486. Técnica: Originalmente óleo sobre tabla, posteriormente se trasladó a lienzo en 1841. Dimensiones: 199 x 122 cm. Estilo: Renacimiento ITALIANO; Tema: religioso, pero la fuente son los Evangelios Apócrifos. Comentario: Es una escena religiosa en la que aparecen cuatro figuras: la Virgen, San Juan niño, el Niño Jesús y un ángel.
La virgen en el centro y las demás figuras se sitúan en torno a ella formando una estructura piramidal. El niño Jesús situado a la derecha aparece con la mano en actitud de bendecir. El vértice superior sería la cabeza de la Virgen que con su mano izquierda en pronunciado escorzo parece proteger a su Hijo. Señala al niño Juan, al que la Virgen acoge con su otra mano, y que se encuentra rindiendo adoración al Mesías que le bendice, su posición y mayor iluminación le destacan. Los personajes están idealizados, como es el caso de la Virgen llena de ternura y elegancia y el propio arcángel. Juan Bautista y Jesús son representados desnudos como símbolo de pureza. En cuanto al volumen en todas las figuras consigue este efecto de corporeidad que logra mediante claroscuro y la gradación de tonos del color por ejemplo en los rostros. El arcángel Uriel se cubre con un intenso color cálido y primario rojo, símbolo de la pasión, y su complementario verde.
Título: La Gioconda (o MonnaLisa). Autor: Leonardo da Vinci. Estilo: Renacimiento (Cinquecento). Técnica: óleo. Soporte: tabla (77 x 53). Cronología: 1503 – 1505. Localización actual: Museo del Louvre (París). Tema: Durante siglos, La Gioconda fue admirada como símbolo de la belleza serena. El cuadro refleja tanto el físico como el alma de esta mujer que no ha podido ser identificada con plena seguridad. Para conseguir esta mirada y esta sonrisa tan especiales, Leonardo pintó con paciencia y parsimonia sobre un delgado y frágil soporte de madera de álamo, que preparó con varias capas de enlucido. Primero dibujó a la mujer directamente sobre el cuadro y después pintó al óleo con los colores muy diluidos para poder poner innumerables capas transparentes que, gracias a superposiciones múltiples, confirieron al rostro efectos de luz y de sombra muy naturales. El paisaje del fondo, con sus dos partes imposibles de enlazar, contribuye a acentuar la sonrisa de la mujer. Leonardo difuminó sobre todo los ojos y los labios, aunque también empleó el «sfumato» en los rizos que caen sobre los hombros de la mujer y se funden con las rocas y con los pliegues del chal. Con el sfumato, Leonardo consiguió recrear los efectos sutiles de la luz sobre la piel y el paisaje, una imitación perfecta de la carne y una semioscuridad tan reveladora como mágica. Lo realmente difícil es conseguir que nada parezca inmóvil, de manera que incluso las formas del paisaje parecen fundirse unas con otras. La Gioconda no está pintada desde fuera, sino que como ocurre con el paisaje del fondo, está concebida desde dentro. Así la línea izquierda del horizonte parece más alta que la derecha, de forma que, cuando el espectador mira el lado izquierdo del cuadro, la mujer parece más alta y la expresión es diferente que si observa la parte derecha. Se ha dicho de todo, desde que es la expresión del ideal de belleza del autor hasta que representa a un adolescente vestido de mujer, o a una amante de Giuliano de Medici o del propio Leonardo. También se ha identificado con la mujer del rico florentino Francesco del Giocondo. Existen incluso serias dudas sobre si el propio Leonardo terminó el cuadro. Leonardo nacíó en Vinci .
TEMA 17: La escultura renacentista: Donatello y Miguel Ángel. El Renacimiento es el estilo artístico de Europa al inicio de la Edad Moderna. Resurgen los principios de la cultura de la antigüedad clásica greco-romana, actualizándola a través del Humanismo, sin renunciar a la tradición cristiana pero centrando su interés en el hombre. La talla en mármol y la fundición en bronce son las técnicas que dominan a la perfección. La escultura se realiza tanto en bulto redondo como en relieve donde se consiguen efectos de sutilísimo refinamiento. El retrato se cultiva en la escultura funeraria, en el retrato ecuestre, al modo del de Marco Aurelio y en los bustos. Domina a la perfección todas las técnicas tanto la talla en mármol como la fundición en broce. Se interesa por lo humano, estudia la anatomía humana desde la infancia a la vejez. Las figuras más típicas de este escultor son las juveniles como sus distintas versiones del David tanto en mármol como en bronce de gran delicadeza y gracia. El David en bronce es una de las más bella ejecución técnica y estética. En la escultura en mármol de San Jorge, en pie, armado y sólidamente plantado, se representa la plenitud del hombre. Miguel Ángel. La obra más importante es el retrato ecuestre del condottiero Gattamelatta, la primera y más importante estatua ecuestre del Renacimiento, inspirado en la de Marco Aurelio, en Padua. Colleoni obra de Andrea Verrochio en Venecia. En las esculturas en relieve obtiene efectos muy detallistas y pictóricos tanto en mármol como en bronce dominando perfectamente la perspectiva. También se prefiere el bulto redondo al relieve, alcanzado la plenitud de la escultura renacentista con Miguel Ángel. Florentino de nacimiento conoce la obra de Donatello y viaja a Roma donde realiza sus obras como gran genio de la escultura. Se consagra como un gran escultor de talla en mármol de Carrara.Florencia que destaca por su desnudo anatómico heroico, su tensión y su mirada agresiva. Aunque conoce el David de Donatello, ya no es un adolescente victorioso de serena y reposada gracia, sino un hombre con anatomía contundente, de belleza y fuerza sobrehumana. Para este proyecto Miguel Ángel esculpíó la figura de El Moisés en 1513, su obra capital, de fuerza contenida y grandiosidad terrible. Medicis para la Iglesia de San Lorenzo de Florencia. La de Lorenzo de Medici con su retrato en actitud introvertida que le ha valido el apodo de El Pensador. En la última etapa de su vida se vuelve más pesimista y dramático, prefiere el tema religioso y especialmente el de la Piedad.
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