08 Ene
Personalidad e Identidad: Un Acercamiento desde la Psicología y la Sociología
¿Qué es la Personalidad?
Los seres humanos tenemos un modo de ser particular que nos identifica ante los demás y ante nosotros mismos. La personalidad se define como el conjunto de rasgos y características que posee cada persona. No se puede cuantificar; cuando decimos que alguien tiene «mucha personalidad», en realidad nos referimos a que sus rasgos personales son firmes y llaman la atención.
Componentes de la Personalidad
Podemos diferenciar los rasgos, características y cualidades en dos grandes grupos:
- Temperamento: Estos rasgos forman parte de la naturaleza de las personas y están vinculados al sistema nervioso y endocrino. Son difícilmente modificables, aunque no imposible, ya que forman parte de la herencia genética. Las características del temperamento se manifiestan en emociones y sentimientos que están presentes en nuestro comportamiento (ser nervioso, ser activo, etc.).
- Carácter: Estos rasgos son aprendidos desde pequeños y a lo largo de toda la vida, de manera más o menos consciente. Se pueden modificar. Las características que pertenecen al carácter consisten en un conjunto de hábitos que se van aprendiendo, pueden ser calificados moralmente.
En resumen, podemos definir la personalidad como el conjunto de rasgos y características que nos define; una serie de características y cualidades que están relacionadas entre sí y forman una unidad. Cada ser humano es único y especial, no existen dos personalidades idénticas. La personalidad es, a la vez, estable y dinámica.
La Identidad Personal
Es importante distinguir entre «identidad personal» y «personalidad». La identidad se refiere a un proceso de construcción personal que permite a cada ser humano experimentarse como una unidad a lo largo del tiempo. Gracias a ella, cada uno se reconoce como «el mismo». Por eso podemos decir cosas como «yo soy», «yo dije», «yo querré».
La identidad se construye con elementos propios de cada individuo, pero también con elementos externos, en relación con el ambiente donde nos movemos. Por ejemplo, hablamos de «identidad nacional», «identidad religiosa», «identidad política», «identidad cultural», etc. Cuando nos identificamos con un grupo, estamos afirmando que compartimos con sus integrantes un conjunto de valores o normas de comportamiento. Estas identidades pueden ir cambiando en la vida, pero nuestra identidad básica, nuestro yo, no cambia, permanece constante.
Teorías de la Personalidad
El Psicoanálisis: La Exploración del Inconsciente
El psicoanálisis, fundado por Sigmund Freud a finales del siglo XIX, sostiene que la mayor parte de los procesos que tienen lugar en nuestra mente escapan a nuestro control y conocimiento. Según Freud, existen impulsos, deseos e instintos que constituyen la energía psíquica de cada individuo y que se almacenan en una zona de la mente humana llamada inconsciente.
Freud propuso que la mente está integrada por tres elementos:
- El ello: Estructura psíquica totalmente inconsciente que trata de satisfacer de modo inmediato los instintos de supervivencia, reproducción y agresión.
- El yo: Es la parte de nuestra personalidad que controla las actividades conscientes del ser humano, tales como el pensamiento y el razonamiento. Su función principal es satisfacer de forma segura las exigencias del ello.
- El superyó: Conjunto de ideales y normas que asimilamos durante nuestro proceso educativo y de socialización. Su función principal es presionar al yo para que satisfaga los instintos inconscientes de un modo aceptable para la sociedad y para el propio individuo. Cuando no se cumplen sus exigencias, genera sentimientos de culpa. Se forma en la infancia y se desarrolla a lo largo de nuestra vida.
El Conductismo: La Influencia del Entorno
El conductismo propone que la conducta puede resultar reforzada o inhibida mediante un sistema de premios y castigos. Según esta teoría, una conducta puede resultar favorecida sobre otras mediante un premio o, al contrario, resultar no favorecida mediante un castigo. Así, los conductistas creían que mediante un sistema bien ajustado de premios y castigos se podía modificar la forma de actuar de las personas y, de este modo, ir mejorando sus personalidades.
Por ejemplo, unos padres que premian a su hijo si comparte sus juguetes con su hermano o le reprenden cuando se niega a hacerlo. Según esta teoría, el comportamiento de las personas no proviene de nuestro interior, sino de nuestro contacto y relación con el entorno. Bastaría con observar la conducta de una persona para conocer su personalidad.
Una de las críticas que se hace a esta teoría es que considera a las personas como meros sujetos que reaccionan ante estímulos exteriores, entendiendo que su comportamiento está dominado por lo que se produce en el entorno.
La Teoría Sociocognitiva: La Importancia de la Organización Cognitiva
La teoría sociocognitiva, representada por el psicólogo Albert Bandura, defiende que nuestra personalidad es modelada por los estímulos del exterior, pero también por la manera en que estos se organizan en nuestra mente. La personalidad es entendida como la peculiar manera en la que cada ser humano organiza internamente sus conocimientos, expectativas y valores.
Bandura propone que la personalidad es el resultado de la interacción de tres elementos principales:
- Elementos cognitivos: Se refieren a cómo percibimos la realidad, nuestras ideas, creencias, conocimientos y la visión que tenemos de nosotros mismos.
- Elementos conductuales: Se refieren a los aprendizajes previos que almacenamos en nuestro interior (nuestras experiencias).
- Elementos ambientales: Se refieren a todo lo relacionado con el medio exterior que nos afecta. También hay que considerar que las personas afectamos y modificamos el ambiente con nuestras acciones.
Según la teoría sociocognitiva, existe una influencia mutua y continua entre la persona y el ambiente que modifica a ambos. Las diferencias de personalidad dependen de la manera peculiar de relacionarse y de organizar estos tres tipos de elementos.
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