04 Mar
Contexto Filosófico de Platón
Influencias Presocráticas
Platón recibió influencias de diversas fuentes presocráticas:
- Pitagóricos: Asimiló la importancia de las matemáticas, el dualismo antropológico (alma racional y reencarnaciones) y las ideas de Parménides (eternas, inmutables, inmateriales), aunque abandonó el monismo de este último, defendiendo la multiplicidad de las ideas. También adoptó el dualismo gnoseológico (lo sensible como opinión y lo ideal como verdad).
- Heráclito: Aceptó la visión del mundo sensible en perpetuo cambio, aunque no consideró que este condujera al conocimiento verdadero, a diferencia de Heráclito.
- Anaxágoras: Criticó el mecanismo atomista de Demócrito y defendió la teleología de Anaxágoras, es decir, la existencia de una fuerza ordenadora: el demiurgo.
Sócrates y los Sofistas
El fracaso de Platón en Siracusa lo impulsó a fundar la Academia, con el objetivo de educar a ciudadanos y gobernantes. Los sofistas ya habían propuesto la educación como medio de mejora en la democracia ateniense, donde los varones libres mayores de 20 años podían participar en la política. Los sofistas se dedicaban a educar a aquellos que aspiraban a la política, enseñando el arte de la retórica (el uso del lenguaje como medio de persuasión).
Platón, sin embargo, entendía la educación de manera diferente y criticó la explicación humana sofista y la corrupción de un sistema que había permitido el ascenso de un modelo educativo y ético que había llevado a una crisis. Para contrarrestar a los sofistas, Platón desmontó el relativismo y el escepticismo, buscando un nuevo fundamento en las ideas de Sócrates y algunos presocráticos.
La muerte de Sócrates y las circunstancias de su época llevaron a Platón a dedicarse a la filosofía y la educación, criticando el pensamiento sofista y el azar de algunos presocráticos. Propuso un razonamiento inductivo (método mayéutico) para superar el relativismo y el escepticismo. Platón fue más allá, creando un concepto objetivo introduciendo las ideas y asumiendo el intelectualismo moral de Sócrates (“nadie hace el mal a sabiendas”).
Teoría de las Ideas: Dualidad de Mundos
La teoría de las Ideas es central en la filosofía platónica y se encuentra en diálogos como la República, el Fedro y el Fedón. Platón distingue dos mundos:
- El mundo de las Ideas
- El mundo de las cosas sensibles
Mundo de las Ideas
El mundo de las Ideas se compone de esencias ontológicas que son la base del conocimiento y los conceptos científicos. El ser humano debe liberar su alma ascendiendo del mundo sensible al mundo de las Ideas. Sus características son:
- Accesible a través de la razón (influencia de Parménides).
- Únicas y permanentes (orden, verdadero conocimiento: episteme).
- Perfectas, modelos, arquetipos.
- Inmóviles.
- Eternas, inmutables, inmateriales.
- Organizadas jerárquicamente, con la Idea del Bien/Justicia/Belleza en la cúspide.
Mundo de las Cosas Sensibles
El mundo de las cosas sensibles está ordenado por el demiurgo. Sus características son:
- Accesible a través de los sentidos (influencia de Heráclito).
- Apariencias.
- Múltiples y cambiantes (caos, desorden, falso conocimiento: doxa).
- Contingentes.
- En movimiento.
- Materiales e imperfectas.
Relación entre los Mundos
El mundo de las cosas es una copia imperfecta del mundo de las Ideas. Los objetos del mundo sensible imitan a las Ideas del mundo ideal. El demiurgo, un arquitecto que organiza la materia eterna siguiendo el modelo del mundo de las Ideas, crea el mundo sensible. Por lo tanto, las cosas sensibles son copias imperfectas de las Ideas perfectas.
Teoría del Conocimiento (Teoría de la Línea)
El motor del conocimiento, según Platón, es el deseo de conocer (eros), que nos impulsa a alcanzar el mundo de las Ideas a partir de los objetos físicos. Platón defiende la teoría de la anámnesis (el conocimiento es recordar lo que conocimos en el mundo de las Ideas). Esta teoría es posible gracias a la inmortalidad del alma, una idea heredada de los pitagóricos. El alma, antes de encarnarse en el cuerpo, estuvo en el mundo de las Ideas y se familiarizó con ellas. Al encarnarse, las copias de las Ideas en el mundo sensible le recuerdan su paso por el mundo de las Ideas.
El siguiente paso es ascender a través de la dialéctica hacia el conocimiento de las Ideas, especialmente la Idea del Bien. Existen dos mundos: el del episteme (verdad) y el de la doxa (opinión). Partimos del mundo de la doxa y, a través del conocimiento, debemos ascender niveles hasta acceder al último nivel en el mundo del episteme. Este proceso se asemeja al Mito de la Caverna.
Niveles de Conocimiento
Los niveles de conocimiento, ordenados de abajo a arriba, son:
- Imágenes (eikasía, imaginación): Historia, Bellas Artes y Literatura (copias de copias). En el Mito de la Caverna, representan las sombras que ven los prisioneros.
- Entes naturales y artificiales (pistis, creencia): Física (cosas múltiples y cambiantes). En el Mito, representan las sombras reflejadas de objetos que se mueven.
- Entes matemáticos (dianoia): Matemáticas (razonamiento discursivo descendente, de lo universal a lo particular). En el Mito, representan la Luna y las estrellas que ven los prisioneros al salir de la cueva.
- Ideas (noesis): Dialéctica (inteligencia intuitiva ascendente, de las ideas más fáciles a las más difíciles). En el Mito, representan la luz y el Sol, que simbolizan el conocimiento (symploké).
Antropología Platónica
La antropología platónica se inspira en la teoría de las Ideas. Platón divide al ser humano en cuerpo (perteneciente al mundo de las cosas sensibles) y alma (proveniente del mundo de las Ideas). La relación entre cuerpo y alma es accidental, ya que se encuentran unidas de manera provisional. Lo más humano en el hombre es su alma, encargada de dirigir su vida, inmortal, divina, inteligible y uniforme. Esta idea de reencarnación y separación del alma y el cuerpo es una influencia de los pitagóricos.
El alma es arrastrada por el cuerpo y sus deseos (cosas terrenales y sensuales), pero con la ayuda de la filosofía (pensamiento racional), el alma puede purificarse. En la República, Platón divide el alma en tres partes, en una analogía con el Mito del Carro Alado:
- Alma racional (Nous): cerebro/cabeza, inmortal, inteligible, perfecta y guía de las otras dos partes del alma. Virtudes: sabiduría y prudencia. Es el auriga que dirige a los caballos (blanco y negro).
- Alma irascible (thymós): pecho, mortal, material, fuente de pasiones. Virtud: valentía y fortaleza (impulso bueno). Es el caballo blanco.
- Alma concupiscible (epithymía): vientre, mortal, fuente de pasiones bajas. Virtudes: moderación y templanza (impulso malo). Es el caballo negro.
Cuando el alma racional guía y controla a las otras dos partes, se produce la armonía en el individuo. La virtud resultante es la justicia (cada cosa está en su lugar).
Ética Platónica
Aunque no hay un diálogo específico de Platón dedicado a la ética, muchos de sus diálogos comienzan con la interrogación sobre la virtud (areté), que significa excelencia, habilidad o eficacia. Lo virtuoso es todo lo que cumple su función de forma eficaz. En el libro IV de la República, Platón señala las virtudes principales: la sabiduría, que corresponde al alma racional; el coraje, que corresponde al alma irascible; y la templanza, que corresponde al alma concupiscible.
Platón asemeja las virtudes con las distintas partes del alma y las clases sociales de la ciudad ideal. La justicia, la virtud que consiste en que cada parte del alma cumpla su propia función, estableciendo una armonía en el hombre, impone los límites en los que cada una de las virtudes tiene que desarrollarse en el hombre. Como Platón tiene una concepción absoluta del Bien, la función de la parte racional del alma es fundamental en la organización de la vida práctica del hombre (vida moral).
Política Platónica
Para Platón, el ser humano es un ser social y el Estado es una institución natural. El ser humano no es autosuficiente, ni en la producción de bienes materiales necesarios para su supervivencia ni en aspectos morales. Por lo tanto, el Estado es un reflejo del humano mismo y su finalidad, al igual que la del humano, es la felicidad. Para ello, es necesaria una armonía social para que exista un Estado justo en el que cada grupo social ejecute la labor que le corresponde en base al alma que predomina en cada individuo. Estas tesis platónicas sobre la política se desarrollan en textos como la República.
Características de una Sociedad Ideal
Los seres humanos tienen diferentes capacidades y habilidades, y cada uno debe desarrollar las que tiene por naturaleza. En una sociedad, deben existir todo tipo de trabajadores. Platón los organiza en tres niveles, determinados por las aptitudes de cada persona, no por su origen familiar:
- Filósofos gobernantes: Predomina la parte racional del alma, conocimiento de las Ideas y buscan la justicia en la polis.
- Guerreros: Predomina la parte irascible y su función es defender la ciudad. Pueden incluirse mujeres.
- Productores: Predomina el alma concupiscible, se encargan de satisfacer las necesidades básicas de los ciudadanos y son los únicos que tienen derecho a la propiedad privada y a la familia.
Formas de Gobierno
Platón analiza las formas de gobierno, desde la mejor hasta la peor:
- Aristocracia (aristos=mejor): Gobierno de los filósofos (los mejores son los que conocen las Ideas), dirigido por la sabiduría.
- Timocracia (timé=honor): Gobierno de los guerreros, dirigido por la virtud propia de la parte irascible del alma (gobierno de la clase militar, busca honores y desdén por las ciencias).
- Oligarquía (oligos=pocos): Gobierno de los ricos, cuyo único deseo es acumular riquezas.
- Democracia (demos=pueblo): Lema de libertad e igualdad entre todos, pero según Platón, su resultado es la pérdida total del sentido de los valores y de la estabilidad social.
- Tiranía: Gobierno de la ignorancia, dominado el tirano por las pasiones de la parte más baja del alma, dando lugar a crueldad y brutalidad, que desemboca en la esclavitud.
Deja un comentario