11 Sep
Vida y Obra
Tito Maccio Plauto fue el autor de comedias más popular de la Antigua Roma. Dominó la escena romana desde el 215 a. C., fecha de su primer éxito, hasta el 184 a. C., año de su muerte o última representación. Nació en Sarsina, ciudad de Umbría, hacia el 255 a. C. La mayor parte de la información sobre su vida y obra procede de Varrón, erudito del siglo I a. C.
Plauto se dedicó al comercio y fracasó, por lo que trabajó como esclavo en un molino para pagar sus deudas. Escribió tres comedias que obtuvieron un rápido éxito y lo convirtieron en el ídolo del público. Desde el 215 a. C. y durante unos treinta años, produjo una gran cantidad de comedias para la escena romana.
El Género Literario de Plauto
Plauto es el primer poeta romano que se especializa en un único género literario: la comedia. Sus contemporáneos, Nevio y Ennio, también componían poemas épicos. En la obra de Plauto no hay alusiones políticas ni sátira relacionada con el Estado. Su elección del género cómico se adapta a su talante jovial e inclinado a la risa fácil.
Plauto es una personalidad excepcional en la literatura latina. Sus obras están llenas de alegría de vivir y del espíritu burlón de su autor. Su popularidad era enorme, ya que al momento de su muerte circulaban como suyas unas ciento treinta comedias. Varrón, en su estudio, estableció como auténticas veintiuna de ellas.
Las Comedias de Plauto
Todas sus obras son palliatae, basadas en originales griegos de la «Comedia Nueva». Sus obras, según el orden en que aparecen en los manuscritos, son:
- Amphitruo
- Asinaria
- Aulularia
- Captivi
- Curculio
- Casina
- Cistellaria
- Epidicus
- Bacchides
- Mostellaria
- Menaechmi
- Miles Gloriosus
- Mercator
- Pseudolus
- Poenulus
- Persa
- Rudens
- Stichus
- Trinummus
- Truculentus
- Vidularia (fragmentaria)
En estas comedias se repiten con pocas variaciones tipos y situaciones, por lo que resulta difícil clasificarlas. El único título que conviene a todas es el genérico de «comedia de enredo».
Clasificación de las Comedias Plautinas
Se pueden agrupar las comedias plautinas de la siguiente manera:
- Comedias basadas en el equívoco: Bacchides, Amphitruo, Menaechmi.
- Comedias basadas en el «reconocimiento»: Cistellaria, Curculio, Epidicus, Poenulus.
- Farsas cómicas: Asinaria, Persa, Casina.
- Comedias de caracteres: Pseudolus, Truculentus.
- Comedias con motivos y situaciones diversas: Aulularia, Captivi, Trinummus, Miles Gloriosus.
El Teatro de Plauto
Adaptación de los Modelos Griegos
Plauto no ocultaba que sus obras estaban basadas en originales griegos. Utilizaba el término «vertere» (traducir) y a veces citaba al autor y la obra que utilizaba como modelo.
Manejó los modelos griegos con libertad. No solo mezclaba fragmentos de distintas obras, sino que modificaba el original, insertando recursos cómicos itálicos y recreando situaciones con mayor fuerza cómica. El resultado era una comedia totalmente diferente, profundamente romana.
Finalidad y Características del Teatro Plautino
La finalidad del teatro plautino es divertir. Plauto pretendía conseguir un efecto cómico en cada escena, aunque para ello tuviera que sacrificar la lógica de la acción. No le importaba caer en contradicciones, anacronismos e incongruencias. La caracterización de los personajes es a veces extravagante y las situaciones se alargan más allá de lo verosímil. Todo ello contribuye a dar a sus comedias un carácter fantasioso que es su principal virtud.
Innovaciones en la Comedia Romana
Plauto creó una forma nueva de comedia con entidad propia. Desde Livio Andrónico, el teatro romano daba mayor importancia a las partes cantadas que el teatro griego. Plauto acentuó esta tendencia, creando una comedia en la que la parte dialogada (diverbia) ocupa en la mayor parte de las obras solo un tercio del total. Los cantica se enriquecen en su estructura y métrica, incluyendo fragmentos melodramáticos (arias, solos, dúos) interpretados con acompañamiento instrumental.
El lenguaje de Plauto es cotidiano y popular, con gran fuerza cómica.
Legado e Influencia
El teatro de Plauto siempre tuvo gran acogida entre el público romano. Sus comedias se siguieron representando con éxito mientras existió una tradición teatral viva en Roma. Durante el clasicismo, la popularidad de Plauto sufrió un retroceso por influencia de los grandes poetas del momento.
A partir del Renacimiento, Plauto vuelve a ser leído y representado, ejerciendo sus obras gran influencia en el teatro europeo, especialmente en el inglés del siglo XVI. Por ejemplo, La comedia de los errores de Shakespeare utiliza el argumento de Menaechmi y El avaro de Molière recuerda al Euclión de Aulularia.
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