17 Dic
La Poesía Dramática. La Tragedia y la Comedia
El Teatro en Roma
El teatro no tuvo en Roma el mismo significado que en Grecia. Para los romanos, las representaciones eran ludi (juegos), entretenimientos, diversiones, al igual que el circo y el anfiteatro (ludi circenses; estos, frente a los ludi scaenici). Vinculados al tiempo de otium (ocio). Sin embargo, el teatro no fue un elemento constitutivo para el alma romana, como sí lo fue el drama para el alma griega.
Etapas
La historia del teatro romano no es lineal, las fases de esta historia son básicamente tres:
- Primera etapa (364 a.C.). Se crean los primeros ludi scaenici. Teatro sin texto, hay un importante elemento de improvisación; la danza y la música adquieren máxima importancia; y el contexto es festivo y religioso a un tiempo. Se celebran una vez al año.
- Segunda etapa (240 a.C.). Los ludi van a ser más frecuentes; más de una vez al año, aumenta el número de escritores que componen comedias y tragedias.
- Tercera etapa (27 a.C.). La tradición del teatro textual se va extinguiendo. La novedad es la pantomima romana. No se improvisa al cien por cien; se escenifica sin palabras un relato mitológico.
Las Representaciones Teatrales
Las representaciones teatrales se institucionalizan, tienen lugar entre la primavera y el otoño, son motivo de los ludi, que llegaron a ser cinco (Ludi Magni, Ludi Plebeii, Ludi Apollinares, Ludi Megalenses, Ludi Florales).
La afirmación más generalizada es que los actores se agrupan en compañías, al frente de las cuales figuraba una especie de director general y productor, al que acompañaba un escenógrafo, responsable de la puesta en escena.
Los actores eran siempre varones, las mujeres solo podían actuar en mimos. Llevaban máscaras y calzado especial.
La Tragedia
No alcanza la importancia de la tragedia griega. Entre sus primeros representantes está Livio Andrónico. Se producirá un parón de casi cien años hasta que encontremos de nuevo obras de tema griego que estarán compuestas para la lectura y no para la representación.
Séneca
Séneca era un filósofo y político cercano al emperador Nerón. Tenemos diez obras; nueve de tema griego (Agamenón, Oedipus, Medea) y solamente Octavia es de tema romano; escenifica las desventuras de la esposa de Nerón, repudiada por este en beneficio de otra mujer, Popea.
Usa el mito como pretexto para exponer en voz alta parte de sus ideas filosóficas y morales. Las decisiones de los protagonistas se someten al juicio moralizante del autor y se fustigan las actitudes tiranas y despóticas. Las tragedias son frías, imposibles de representar, se leían con pulcritud y aseo ante un auditorio culto y minoritario que no acudía al teatro sino a recintos más pequeños (odeones). No calaron en la masa variopinta y globalizada del imperio romano, no llega a un pueblo cuyo nivel económico aumenta al tiempo que disminuye el cultural. Hoy sucede algo semejante y se prefieren otro tipo de espectáculos que llegan más a la masa que al individuo.
La Comedia
El género cómico triunfó en Roma. La psicología del pueblo romano de la primera época republicana encontró en el ingenio y la agilidad de Plauto la horma de su zapato. Así Plauto y Terencio logran que los romanos se sientan identificados con el género, tomen parte activa en el espectáculo y disfruten con él.
Plauto (245-184 a.C)
Su obra es muy extensa y de tema griego. Si se leen con atención los títulos se verá que hacen referencia a personas que pueden ser adjetivadas, el personaje queda etiquetado (Amfitruo, Curculio, Miles Gloriosus). Tras los títulos se esconde una trama de intriga o suelen latir comedias de enredo. El amor y el dinero están presentes en toda la obra plautina. Las comedias solían ir precedidas de un prólogo.
Temas. Bodas entre personas de diferentes clases sociales, viajes que acaban en naufragios con inesperados supervivientes, promesas de fanfarrones a jóvenes incautas… son entre otros temas favoritos del autor. Se comprende que los equívocos sean frecuentes y que la sorpresa y la risa estén garantizadas.
Personajes. Los personajes que dan vida a esa acciones responden a unos rasgos determinados, estereotipados, la galería es amplia: el joven enamorado, alocado e irreflexivo; la joven doncella tontorrona o excesivamente espabilada; el viejo verde, gruñón o avaro; el soldado fanfarrón; la vieja intrigante y bebedora… y por encima de todos los esclavos. Plauto destaca al esclavo listo, que sabe más que el amo, que no para quieto y que hará furor en la literatura posterior.
Terencio (185-159 a.C)
Seis de sus comedias han llegado hasta nosotros (Adelphoi, Andrea, Eunuchus, Heautontimoroumenos, Hecyra y Phormio) y recogen la pasión del autor por el mundo helénico.
Los argumentos de estas obras están al servicio de los personajes, se trata de comedias “psicológicas”, donde interesan más los propios protagonistas que la acción que puedan desarrollar o la reacción que puedan producir en el público.
Aprovecha el propio escenario para defenderse de los que lo critican. En un prólogo compuesto con ese propósito se mantiene en sus teorías o rechaza los ataques. No busca la risa fácil sino la reflexión.
Mientras la obra de Plauto se acerca a lo que hoy conocemos como farsa, la obra de Terencio roza el melodrama. Son las fronteras de la auténtica comedia.
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