06 May

El golpe de estado de 1936 y sus repercusiones en la poesía

El golpe de estado de 1936 contra el gobierno de la República marcó un punto de inflexión en todos los ámbitos de la vida española, incluyendo el literario. Durante la Guerra Civil, los poetas tomaron partido ideológico a través de sus obras, y al finalizar el conflicto, con el inicio de la dictadura franquista, el panorama poético se vio empobrecido por la dispersión de sus grandes nombres debido a la muerte, el exilio o la censura.

Los años 40: Poesía arraigada vs. Poesía desarraigada

En las décadas posteriores a la guerra, surgieron diversos movimientos poéticos en España. Los años 40 se caracterizaron por el contraste entre la poesía arraigada y la poesía desarraigada. La primera, de corte neoclasicista y garcilasista, exaltaba los valores tradicionales y se alineaba con la ideología del régimen franquista. Sus principales exponentes fueron Luis Felipe Vivanco, Leopoldo Panero, Luis Rosales y Dionisio Ridruejo.

Por otro lado, la poesía desarraigada, con un tono trágico y una expresión más sencilla, reflejaba el desasosiego existencial y la disconformidad con el mundo circundante. Obras como Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre e Hijos de la ira de Dámaso Alonso marcaron el inicio de esta corriente, que influiría de forma decisiva en la poesía de los años 50.

Paralelamente, es importante destacar la producción de los poetas exiliados, como los miembros del Grupo del 27, Juan Ramón Jiménez y León Felipe, quienes continuaron su labor creativa fuera de España.

Los años 50: El auge de la poesía social

Durante los años 50, muchos de los poetas de posguerra continuaron su labor, pero surgió un nuevo movimiento que marcaría la década: la poesía social. La publicación en 1955 de Pido la paz y la palabra de Blas de Otero y Cantos iberos de Gabriel Celaya, sentó las bases de esta corriente que se caracterizaba por:

  • Un lenguaje sencillo y coloquial
  • Una mayor preocupación por el contenido
  • Una tendencia hacia el prosaísmo
  • El compromiso social y la búsqueda de la transformación de la realidad

La poesía social se concebía como una herramienta para despertar la conciencia social y contribuir a la transición de la dictadura franquista a una democracia. Gabriel Celaya y Blas de Otero fueron los máximos exponentes de esta corriente, con obras que reflejaban la angustia existencial del hombre y la necesidad de un cambio social.

Conclusión

La poesía española de posguerra experimentó una evolución desde la poesía arraigada, afín al régimen franquista, hasta la poesía social, comprometida con la transformación de la realidad. Los poetas de este periodo reflejaron en sus obras las inquietudes y los conflictos de una sociedad marcada por la guerra y la dictadura.

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