02 Mar
Contexto Histórico: Guerra y Posguerra
La Guerra Civil Española (julio de 1936 – abril de 1939) estalló tras la sublevación de un grupo de militares, liderados por el general Franco, contra el Gobierno de la República. Este golpe de Estado, apoyado por el Ejército, las élites económicas y la Iglesia católica, culminó con la victoria franquista y una sociedad profundamente dividida.
La dictadura de Franco derogó las leyes republicanas, instauró un régimen totalitario y ultraconservador, e inició una etapa de represión contra los vencidos. La recuperación económica comenzó en la década de 1950, impulsada por la mejora de las relaciones internacionales y la ayuda económica estadounidense.
Generación del 36
La Generación del 36, o «generación escindida», engloba a los autores cuyas obras reflejan las secuelas de la Guerra Civil. Tras la guerra, la poesía se rehumaniza, convirtiéndose en un medio para expresar preocupaciones y sentimientos individuales y sociales, alejándose del concepto de «arte puro».
Miguel Hernández
Poeta autodidacta, Miguel Hernández sirve de puente entre la Generación del 27 y la del 36. Su poesía se distingue por su imaginación metafórica y un estilo enérgico. Integra la tradición clásica con las vanguardias. Su obra se divide en dos etapas:
- Primera etapa (1933-1936): Dominio formal y complejidad lingüística. Perito en lunas (1933) muestra influencias de Góngora e imágenes vanguardistas. El rayo que no cesa (1936) contiene sonetos sobre el amor, la pena y la muerte.
- Segunda etapa (desde el inicio de la Guerra Civil): Poesía de compromiso político y social. Viento del pueblo (1937) se caracteriza por su tono épico y combativo, defendiendo ideas revolucionarias y valores republicanos. El hombre acecha (1939) mantiene esta línea, pero con un tono más íntimo. Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941), escrito en prisión, presenta un lenguaje más espontáneo. Destaca el poema “Nanas de la cebolla”.
Corrientes Poéticas de Posguerra
Poesía Arraigada
Agrupa a poetas afines al régimen franquista. Sus temas recurrentes son el amor, la fe católica, el paisaje y la patria. El estilo es sobrio, con formas métricas clásicas. Reivindican a Garcilaso de la Vega como modelo.
Autores destacados: José García Nieto, Luis Rosales, Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo y Luis Felipe Vivanco.
Luis Rosales: Figura clave, con obras como Abril y La casa encendida, que destacan por su riqueza metafórica y sentido del ritmo.
Poesía Desarraigada
Autores que permanecieron en España, pero en desacuerdo con el régimen. Sus obras abordan la falta de sentido de la existencia, el paso del tiempo y la muerte. Transmiten una profunda angustia, concibiendo la realidad como un caos.
Principales poetas: Dámaso Alonso, Victoriano Crémer, José Luis Hidalgo, Eugenio de Nora y Blas de Otero (revista Espadaña).
Dámaso Alonso: Inicialmente parte de la Generación del 27. Obras clave: Poemas puros, poemillas de ciudad (1921) e Hijos de la ira (1944).
Poesía en el Exilio
Muchos intelectuales se exiliaron durante la Guerra Civil y la dictadura. En sus primeros años, los poetas exiliados escribieron sobre la derrota, la nostalgia de la patria y críticas al régimen. Con el tiempo, sus obras evolucionaron.
- Manuel Altolaguirre: (Generación del 27). Obra breve, cálida y musical, con estrofas tradicionales. Obra destacada: Las islas invitadas (1926).
- Emilio Prados: (Generación del 27). Evolucionó desde la influencia de Juan Ramón Jiménez hasta el surrealismo y temas sociales. Obras: Como cuerpo perseguido (1928), Cancionero menor de los combatientes (1938).
- León Felipe: Combatiente en la Guerra Civil. Estilo libre, de tono bíblico. Obras: Versos y oraciones de caminante (1920-1929), Español del éxodo y del llanto (1939).
- Juan Gil-Albert: Puente entre la Generación del 27 y la del 36. Estilo sobrio y sugerente. Temas íntimos y sociales. Obras: Misteriosa presencia (1936), Las ilusiones (1943).
Poesía Social
Se desarrolla desde 1950 hasta los años setenta. Continúa la rehumanización iniciada antes de la guerra, influenciada por Machado, Neruda, Vallejo y Miguel Hernández.
La poesía se considera una herramienta de transformación social, dando voz a los silenciados. El estilo es llano y conversacional, con una clara intención comunicativa. Temas: la situación de España, la injusticia social, el anhelo de paz y libertad.
Antología consultada (1952), de Francisco Ribes, marca el inicio de esta corriente. Obras representativas: Pido la paz y la palabra (Blas de Otero) y Cantos iberos (Gabriel Celaya).
Blas de Otero
Su obra se divide en tres etapas:
- Etapa existencial: Tono dramático y tenso, con estrofas clásicas. Reflexiona sobre la existencia de un ser humano desvalido. Obras: Ángel fieramente humano (1950), Redoble de conciencia (1951).
- Etapa social: La poesía se centra en la situación de España y la solidaridad humana. Lucha por la justicia, la paz y la libertad. Obras: Pido la paz y la palabra (1955), En castellano (1960), Que trata de España (1977).
- Búsqueda de nuevas formas expresivas: Temas más personales y formas métricas más libres. Obras: Mientras (1970), Poesía con nombres (1977).
Gabriel Celaya
Reconocido por su poesía social, aunque con variados registros. Fusión de lo culto y lo popular, con gran musicalidad. Lenguaje intenso y combativo. Obras: Lo demás es silencio (1952), Cantos iberos (1955). También escribió textos surrealistas (Movimientos elementales, 1947) y poesía experimental (Campos semánticos, 1971).
La Década de los Sesenta: La Generación del 50
A principios de la década de 1960, surge una nueva generación que abandona el tono épico de la poesía social. Se conoce como Generación del 50. Dos antologías clave: Veinte años de poesía española (1962) y Poesía última (1963).
- José Hierro: Evolucionó desde la poesía desarraigada a un estilo propio. Dos vías en su poesía: «reportajes» y «alucinaciones». Ritmo cuidado, mezcla de espacios y tiempos, y desdoblamiento del yo. Obras:Tierra sin nosotros (1946), Alegría (1947), Quinta del 42 (1952), Cuanto sé de mí (1957), Libro de las alucinaciones (1964), Agenda (1991), Cuaderno de Nueva York (1998).
- Claudio Rodríguez: (Se desarrolla más adelante).
- Ángel González: Poesía social con un recorrido desde el pesimismo existencial a la alegría reflexiva. Combina realismo e imaginación, utilizando la ironía y expresiones coloquiales. Obras: Áspero mundo (1956), Sin esperanza, con convencimiento (1961), Tratado de urbanismo (1967),Breves canciones para una biografía (1971), Deixis en fantasma (1992), Otoño y otras luces (2001).
- José Ángel Valente: Reflexiona sobre la naturaleza de la poesía y el proceso de creación. Evoluciona desde un tono existencial hasta la complejidad conceptual y la inefabilidad del acto poético. Obras: A modo de esperanza (1955), Poemas a Lázaro (1960), La memoria y los signos (1966), Material memoria (1979), Mandorla (1982), Al dios del lugar (1989), No amanece el cantor (1992).
- Jaime Gil de Biedma: Combina emoción y razón, con influencias clásicas. Evoluciona desde temas sociales a temas íntimos. Obras (reunidas bajo el título Las personas del verbo): Compañeros de viaje (1959), Moralidades (1966), Poemas póstumos (1968).
Claudio Rodríguez (1934-1999)
Nacido en Zamora en 1934, Claudio Rodríguez destacó desde joven por su talento poético. Su obra se caracteriza por la búsqueda de la verdad de la existencia, la reflexión sobre la poesía como don y la exploración de temas como el alma, la amistad, el amor, el conocimiento y la solidaridad.
Biografía y Características
Su padre, de origen modesto, falleció en 1947, obligando a Claudio a asumir responsabilidades familiares. Su personalidad se define por su gusto por la observación y los largos paseos por Zamora y las orillas del Duero.
Su precoz talento deslumbró desde su primer libro, Don de la ebriedad. Sus influencias iniciales incluyen a los místicos españoles (San Juan de la Cruz, Fray Luis de León) y los poetas malditos franceses (Verlaine, Rimbaud, Baudelaire). Destaca el «realismo metafórico»: tomar un elemento sencillo de la realidad y construir a partir de él un sentido universal.
Temas y Evolución
Toda su poesía gira en torno a la búsqueda de la verdad de la existencia. Otros temas frecuentes: la poesía como don, el alma, la amistad, el amor, el conocimiento, la solidaridad, la comunicación, el paso del tiempo.
Evolución:
- En Don de la ebriedad, el lenguaje poético permite alcanzar la verdad. La poesía es conocimiento.
- En obras posteriores, esta seguridad se cuestiona. En su último libro, expresa la idea de que el hombre no puede conocer el fondo de las cosas y debe aceptar esta verdad con resignación.
Para encontrar la verdad, parte de su experiencia personal: personas, animales, cosas, situaciones reales que describe y dota de un sentido trascendente. Muchos elementos pertenecen a su tierra natal (Zamora).
Rasgos Formales
- Preferencia por el verso endecasílabo blanco o asonantado, solo o combinado con heptasílabos (silva libre). Mayor variedad métrica en su último libro.
- Léxico concreto (naturaleza, mundo rural, ámbito doméstico) y léxico abstracto (para expresar el sentido trascendente).
- Recursos literarios: reiteraciones (paralelismos, anáforas, doble adjetivación), contrastes (antítesis, paradoja, oraciones adversativas).
- Entonación cambiante: exclamativa en los primeros libros (asombro, entusiasmo); reflexiva y meditativa en los últimos. Presencia de interrogaciones sin respuesta (expresión de lo desconocido).
Obra Poética
- Don de la ebriedad (1953): Premio Adonais. Impresionó a Vicente Aleixandre.
- Conjuros (1958): Dedicado a Vicente Aleixandre. Madurez poética.
- Alianza y condena (1965): Escrito en Inglaterra. Influencia de Wordsworth y Dylan Thomas.
- El vuelo de la celebración (1976): El amor como salvación.
- Casi una leyenda (1991): Voz transparente, poesía reflexiva y serena.
- Aventura (2005): Edición póstuma facsímil.
Recibió premios como el Premio Nacional de Poesía (1984) y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1993). Falleció en Madrid en julio de 1999.
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