26 Sep

El Barroco

El Barroco es el movimiento cultural e ideológico que se desarrolla en España y Europa fundamentalmente a lo largo del siglo XVII. Es una época de crisis y decadencia. España, bajo el gobierno de los Austrias, pierde la hegemonía política y militar que había alcanzado en el siglo anterior. Las graves dificultades económicas provocan un descontento general. De ahí que durante este periodo predominen el pesimismo, el desengaño y una actitud general de desilusión. España se aisló de la influencia extranjera para impedir la entrada de la «herejía protestante», este aislamiento retrasó la llegada de la nueva forma de pensar, que no llegó hasta el siglo siguiente.

Características del Barroco

  • Complicación y gran elaboración formal, que dan como resultado una literatura difícil de comprender. La dificultad formal es sinónimo de belleza artística. La realidad se deforma grotescamente (Quevedo) o se embellece artificialmente (Góngora).
  • Búsqueda de la expresión original que provoque la admiración y la sorpresa del público. El tema, a veces, no es más que un pretexto para lucir las habilidades formales del autor.

Temas de la Literatura Barroca

Muchos de los temas son heredados del Renacimiento, pero expresados con otras formas y otros enfoques (complicación, dificultad, etc.). Abundan los temas morales y religiosos: la fugacidad de las cosas y de la vida, la muerte… También son frecuentes los temas filosóficos, satíricos y burlescos.

Poesía en el Siglo XVII

En la poesía barroca conviven dos tendencias: una popular y otra culta.

Lírica Popular

Incluye villancicos y letrillas que glosan canciones de la lírica tradicional castellana o romances que imitan el estilo y los temas de los tradicionales, y que constituirán el Romancero Nuevo. En estas composiciones, la norma es la claridad en la expresión y la sencillez en el lenguaje. La obra de Lope de Vega (y parte de la de Quevedo y Góngora) está formada por este estilo.

Lope de Vega

Nació en Madrid en 1562. Tuvo una agitada vida sentimental; sin embargo, sus convicciones religiosas le llevaron a hacerse sacerdote en 1614. Murió en 1635. Su producción poética incluye composiciones de tipo popular (romances, seguidillas, villancicos, letrillas) y de carácter culto (sonetos, sobre todo). Los poemas de Lope están impregnados de vitalismo y de espontánea sinceridad. En ellos vierte sus sentimientos y sus vivencias personales.

Lírica Culta

Se caracteriza por una complicada elaboración del lenguaje, que exige un difícil ejercicio intelectual para comprender los poemas. Sobresalen dos corrientes: el conceptismo y el culteranismo. Punto opuesto al equilibrio que pretendía la lengua renacentista. Se defiende «la oscuridad para no ser vulgar». Culteranos y conceptistas persiguen el mismo objetivo: la belleza del texto y la sorpresa del lector. Dificultad y rebuscamiento. Los culteranos se dirigen más a la sensibilidad; los conceptistas, al entendimiento.

Culteranismo

Busca la oscuridad y el distanciamiento del habla vulgar para alcanzar la belleza. Lo importante no está tanto en lo que se dice como en la manera complicada y difícil de decirlo. Léxico culto, con numerosos latinismos, hipérbatos, perífrasis, cultismos, etc., y se acumulan metáforas complicadas y artificiosas. Aparecen elementos de la mitología clásica. El máximo representante del culteranismo es Góngora.

Luis de Góngora

Nació en Córdoba en 1561. Ordenado sacerdote, se trasladó a Madrid, y allí entró como capellán de la corte de Felipe III. Murió en 1627. Se han distinguido dos etapas en su poesía: la de su juventud y la de su madurez. En la primera abundan las composiciones en estrofas tradicionales (romance o letrilla) y rasgos culteranos menos marcados. La segunda comprende los poemas mayores, de estilo plenamente culterano: la Fábula de Polifemo y Galatea, las Soledades y numerosos sonetos.

Conceptismo

Se basa en las asociaciones ingeniosas de ideas o conceptos. Concede más atención al contenido que a la forma de las palabras y se ocupa de condensar las asociaciones de ideas que se establecen en la mente. Buscan sobre todo la ingeniosidad y la profundidad, decir lo máximo con los mínimos elementos posibles. Para ello, emplean recursos semánticos: juegos de palabras, equívocos, antítesis, paradojas, hipérboles… En la prosa destaca Baltasar Gracián (condensó la doctrina conceptista en su obra Aguedza y arte de ingenio) y en la lírica, Francisco de Quevedo.

Francisco de Quevedo

Nació en Madrid en 1580. Se dedicó a actividades políticas. En 1632 fue nombrado secretario del monarca. En 1639, por motivos desconocidos, fue encarcelado durante 5 años. En 1645 murió en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real). Sus poemas pueden clasificarse en tres grandes grupos:

  • De tema filosófico moral: expresan el pesimismo del autor y de la época, así como su visión desengañada del mundo y de la vida: el paso del tiempo, la inevitable llegada de la muerte, la brevedad de la vida…
  • De tema amoroso: escribió muchos y muy bellos poemas de amor, siguiendo, en gran parte de ellos, la tradición petrarquista (es decir, del amor como dolor).
  • De tema satírico y burlesco: faceta más conocida de Quevedo, hacia la que se sentía predispuesto por su carácter y por su capacidad para jugar con las palabras y las ideas. Características de estos poemas: la deformación y caricatura, la ironía, la hipérbole, el contraste y la comicidad.

Deja un comentario