30 Sep

Modernismo, Novecentismo, Vanguardismo y Generación del 27

A principios del siglo XX surgen el Modernismo, Novecentismo, Vanguardismo y la Generación del 27, movimientos que tratan de renovar la creación poética.

Novecentismo

Grupo de intelectuales que coincide en ciertas características comunes: intelectualismo, europeísmo, y obsesión por una obra bien hecha, lejos de la improvisación y con cuidado de la forma. Es la generación puente entre el Modernismo y las Vanguardias. Rasgos comunes:

  • Reacción contra las escuelas decimonónicas, mostrando una oposición a las tendencias románticas.
  • Huida del sentimentalismo a favor del intelectualismo.
  • Literatura para minorías.

Todo ello los conduce hacia un ideal de arte puro que produce placer estético, denominado “poesía pura”, desnuda. Juan Ramón Jiménez supera el Modernismo y pasa a una lírica más reflexiva e intelectual.

Vanguardismo

Movimiento que se opone a la estética anterior, proponiendo nuevas concepciones del arte y de las letras. Los ismos se desarrollan durante el primer tercio del siglo XX, caracterizados por:

  • Rechazo de toda regla, buscando romper los moldes existentes.
  • Irrealismo y autonomía del arte; es el ideal de poesía pura, denominado “deshumanización del arte”.
  • Experimentación formal, con la abolición de signos de puntuación y ausencia de rima o enlaces sintácticos.
  • Irracionalismo, que permitía establecer relaciones ilógicas entre seres y objetos.
  • Afán de originalidad.
  • Duración breve; los ismos aparecen y desaparecen rápidamente.

Principales movimientos de vanguardia:

  • Futurismo: Con Marinetti, exalta la civilización mecánica y la técnica.
  • Cubismo: Composiciones libres de concepto, imágenes o frases, como los caligramas de Apollinaire.
  • Dadaísmo: Con Tristán Tzara, es una rebeldía pura contra la lógica y el sentido común. Defiende la liberación de la fantasía y recurre a un lenguaje incoherente.
  • Ultraísmo: Movimiento español, fusión de pintura y poesía. El principal promotor fue Guillermo de Torre.
  • Creacionismo: Iniciado en París por Vicente Huidobro, la imagen se basa en la reacción libre que el poeta crea en ellas. En España participa Gerardo Diego.
  • Surrealismo: Supone un cambio radical en la concepción del papel del arte. André Breton publica el Manifiesto Surrealista en 1924. Este movimiento pretende una renovación integral y defiende una liberación total del hombre, dando lugar a la escritura automática, es decir, realizando una unión incoherente de palabras mediante collage de frases recortadas de periódicos; de este modo, se produce la liberación del lenguaje. Este lenguaje no se dirige a la razón, sino que busca despertar reacciones inconscientes.

El pionero e impulsor en España es Ramón Gómez de la Serna, quien cultivó diversos géneros, entre los que sobresalen las greguerías, una mezcla de metáfora y humor; son textos breves que ofrecen asociaciones.

En España se creó el Ultraísmo y se cultivó el Creacionismo de Huidobro. Cabe destacar el desarrollo del Surrealismo, uno de los ismos más importantes y representativos. La difusión del Surrealismo en España se debió a Juan Larrea, quien orientó a varios poetas de la Generación del 27. Por ello, podemos hablar de poesía surrealista en la Generación del 27, donde destacan Rafael Alberti y Federico García Lorca con Poeta en Nueva York.

Generación del 27

Poetas de los años 20 que llevaron a las letras españolas a uno de sus momentos más brillantes. En 1927 se celebra el tercer centenario de la muerte de Góngora, lo que da nombre a este grupo de poetas del ambiente literario madrileño, entre los que destaca Lorca. La unión de estos poetas se reforzó por la convivencia en la Residencia de Estudiantes, la colaboración en las mismas revistas y la publicación de la antología de Gerardo Diego, Poesía Española, testimonio de su manera de entender la poesía.

Características literarias comunes:

  • Predilección por los movimientos estéticos de vanguardia, sin negar ni rechazar la literatura anterior, enlazando las innovaciones vanguardistas con formas tradicionales.
  • Rasgos estéticos basados en el contraste:
    • Entre la inspiración y la técnica: concebían la labor poética como inspiración con piezas muy trabajadas.
    • Entre el sentimiento y el intelecto: su poesía era deshumanizada, pura e intelectual, pero con el tiempo gana humanismo.
    • Entre lo popular y lo culto: alternan la dificultad con la claridad y la sencillez.
  • Innovaciones formales, como la renovación del lenguaje poético.
  • En cuanto a la métrica, no olvidaron las formas tradicionales, aunque el metro más frecuente fue el verso libre.

Evolución de la Generación del 27:

  • Primera etapa (hasta 1927): Triunfo de la poesía pura, reduciendo la expresión a lo puramente artístico.
  • Segunda etapa (1927-1936): Humanización de la poesía coincidiendo con el Surrealismo. Con la proclamación de la República, se orientó hacia un compromiso social.
  • Tercera etapa (tras la Guerra Civil): Lorca muere, varios miembros se exilian, y la poesía deriva hacia un humanismo angustiado en España; mientras que en el exilio, los poetas marcan sus versos con resentimiento y nostalgia.

Poetas del 27

Federico García Lorca: Sus primeros poemas se recogen en Libro de poemas. Más adelante compone Canciones, donde expresa su propio dolor de vivir. Escribió Romancero Gitano y Poeta en Nueva York, caracterizado por la deshumanización y con procedimientos cercanos al Surrealismo. En 1935 compone Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, que consolida una etapa de nostalgia y humanización.

Juan Ramón Jiménez

En 1900 marcha a Madrid para luchar por el Modernismo e inicia Platero y yo en 1914, obra en la que expresa su oposición al progreso ficticio y propone cultivar la sensibilidad. Se casa con Zenobia Camprubí y en 1956 recibe el Premio Nobel de Literatura. Posee una personalidad hipersensible y narcisista, plagada de depresiones y elitismos. Consagró su obra a la búsqueda de la belleza, encaminada hacia la perfección y la consecución de la pureza poética. La constante búsqueda de la perfección lo llevó a una revisión constante de su obra, a veces enfermiza. Fue un importante renovador de la lírica española y es considerado uno de los grandes maestros de la Generación del 27. En su trayectoria se observa una profunda evolución:

  • Etapa sensitiva (1898-1915): Arias Tristes, influencia de Bécquer, del Simbolismo y del Modernismo. Poesía emotiva y sentimental de tono romántico. Destaca también la prosa poética de Platero y yo.
  • Etapa intelectual (1916-1936): Consecución de la sencillez, se traduce en la depuración de los excesos modernistas. Poemas breves y densos, crea su propio léxico. Destaca Eternidades.
  • Etapa última (1937-1958): Escrita desde el exilio, mantiene una depuración máxima. Destaca Animal de fondo.

Su sensibilidad, su exigencia estética y continua renovación lo convierten en uno de los poetas españoles más representativos e influyentes de la lírica posterior.

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