19 Mar

Política según Kant: Razón Práctica y Progreso Social

La razón práctica, según Immanuel Kant, no solo abarca la moral, sino también la historia y la política. Su función es responder a la pregunta «¿Qué me cabe esperar?». Esta interrogante trasciende la religión e implica la acción social y política, a través de la cual el fin de la razón se materializa en el tiempo.

Kant percibe al ser humano dividido entre el deber moral y las inclinaciones naturales. La naturaleza humana es compleja, presentando una contradicción entre la necesidad de convivencia (la imposibilidad de vivir fuera de la sociedad) y los impulsos egoístas que impulsan la búsqueda del interés propio. Esto es lo que Kant denomina la «insociable sociabilidad humana».

La clave de la organización política reside en gestionar esta insociable sociabilidad, encaminando a las personas hacia un futuro donde las tendencias individuales puedan superarse con la ayuda de la racionalidad. Kant, defensor de la Ilustración, confiaba en la razón, la ciencia y la cultura para fomentar el progreso hacia la libertad, el respeto a la dignidad humana y el reino de los fines.

Kant, partidario de la Revolución Francesa, sostenía que el gobierno republicano (no la democracia) ofrecía la mejor garantía para el progreso hacia el reino de los fines. Esto se lograba asegurando la libertad, limitando el poder de los gobernantes para prevenir la opresión y la tiranía, estableciendo la igualdad ante la ley y la división de poderes (separando la función legislativa de la ejecutiva). Además, promovía la necesidad de una federación de naciones para evitar guerras y fomentar la paz mundial.

Antropología Cartesiana: Dualismo entre Cuerpo y Alma

La distinción entre sustancia pensante (res cogitans) y sustancia extensa (res extensa) es el fundamento de la antropología de René Descartes. Este dualismo antropológico establece que el ser humano se compone de:

  • Cuerpo (res extensa): La parte material del ser humano, sujeta a las leyes de la física y al determinismo.
  • Alma (res cogitans): La actividad mental consciente (pensamiento: juzgar, razonar, querer, imaginar, sentir…) o el yo. Es inmaterial, no sujeta al mecanicismo determinista, y posee libre albedrío. Es la parte espiritual, capaz de existir tras la muerte del cuerpo.

La relación entre estas dos sustancias fue un problema sin solución definitiva en el pensamiento cartesiano. Descartes a veces afirmaba que la verdadera realidad es la conciencia, siendo el cuerpo un instrumento; otras veces, comparaba el alma con el timonel de un barco; y en otras ocasiones, consideraba la conexión entre ambas a través de la glándula pineal.

Metafísica de Descartes: Las Tres Sustancias (Res Cogitans, Res Extensa, Res Infinita)

Descartes aborda la metafísica desde el concepto de sustancia (res = cosa), definida como aquello que existe sin necesidad de otra cosa para existir. Identifica tres sustancias:

  • Res Cogitans (Alma): Sustancia finita cuyo atributo es el pensamiento. Sus modos son el entendimiento y la voluntad. Descartes demuestra su independencia a través de la ficción mental: es posible fingir no tener cuerpo, pero no fingir no pensar.
  • Res Extensa (Cuerpo): Sustancia finita cuyo atributo es la extensión (ocupar un lugar en el espacio, con longitud, anchura y profundidad). Sus modos son la figura y el movimiento/reposo. Solo las cualidades primarias (figura y movimiento), que son mensurables, son concebidas como verdaderamente existentes (ideas claras y distintas); las cualidades secundarias (color, sonido, sabor…) son subjetivas.
  • Res Infinita (Dios): La única sustancia verdadera, ya que las otras dos dependen de ella. Su atributo es la infinitud. No tiene modos, ya que es perfecta y no cambia. Se percibe por intuición como idea innata.

Pruebas de la Existencia de Dios según Descartes

  1. Argumento de la idea de perfección divina: Poseemos la idea de un ser perfecto, que no observamos en la realidad objetiva. Debe existir un ser perfecto que nos inculque esa idea.
  2. Dependencia humana: Nuestra existencia, con imperfecciones, depende de un ser más perfecto.
  3. Variante de la prueba ontológica: Dios, como ser absolutamente perfecto, debe existir, ya que negar su existencia es contradictorio.

Dios es fundamental en el sistema cartesiano porque:

  • Garantiza el conocimiento cierto, al no permitir que vivamos engañados.
  • Asegura la correspondencia entre las ideas y el mundo exterior, pero solo en cuanto a las cualidades primarias.

Ética Cartesiana: Felicidad, Libertad y Moral Provisional

La finalidad del pensamiento de Descartes es alcanzar la felicidad mediante el uso racional de la libertad. Propone dos estrategias:

  1. Someter las pasiones a la voluntad: Las pasiones (deseo, cólera, alegría…) son percepciones o sentimientos involuntarios e irracionales que afectan al alma, originándose en el cuerpo. Pueden esclavizar al alma y llevar a la infelicidad. La voluntad, que es libre (la libertad es una idea innata), debe someter a las pasiones, guiándolas por la razón, que es la única capaz de juzgar lo bueno y lo malo.
  2. Moral provisional: En el «Discurso del método», Descartes establece cuatro principios para una moral provisional, una disposición conducente al logro de la felicidad:
  • Conformismo y moderación: Obedecer las leyes y costumbres, evitando los extremos.
  • Firmeza en las decisiones: Mantenerse firme en las opiniones adoptadas.
  • Cambiarse a sí mismo antes que al mundo.
  • Cultivar la razón y progresar en el conocimiento de la verdad. Esta es la norma fundamental de la moral cartesiana: el bien supremo es la adquisición de un saber cierto. Las otras máximas buscan asegurar una existencia tranquila que permita dedicarse a la adquisición del saber.

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