24 Jul
2. LA CRISIS DEL PARLAMENTARISMO, LA NEUTRALIDAD EN LA PRIMERA
Guerra Mundial (1914-1923)
El Partido Conservador liderado por Eduardo Dato y el Partido Liberal por Romanones no fueron capaces de mantener el sistema canovista ni el turnismo: Se suprimieron las Cortes, aumentaron los problemas económicos, sociales y militares. En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial (1914-1919) en la que España se mantuvo neutral. Las razones fueron: la política aislacionista heredada del siglo anterior y la debilidad diplomática, económica y militar de España. El país se dividíó en dos tendencias: la de los «aliadófilos», partidarios de los aliados cuyas ideas se identificaban con el sistema liberal y parlamentario y la de los «Germánófilos», partidarios de las potencias centrales, a los que se atribuía
El modelo «prusiano», valores de orden, disciplina y conservadurismo
Esta posición de neutralidad permitíó un excepcional crecimiento económico gracias al incremento de las exportaciones industriales y mineras. Pero como no se vio acompañado de una mejora de la productividad, ocasiónó una espiral inflacionista de grave consecuencias sociales negativas: repatriación de emigrantes que hizo aumentar el paro, los salarios crecieron por debajo de los precios y los precios de los productos de primera necesidad se duplicaron. El resultado de esta situación de crispación fue el auge de las organizaciones obreras, sobre todo la CNT, una oleada de protestas agitaciones campesinas y huelgas dio como resultado la crisis de 1917.
LA CRISIS DE 1917. En este años se produjeron tres crisis a la vez: una militar otra política y otra social:
1. Crisis militar: las Juntas Militares de Defensa:
El descontento de los oficiales peninsulares por la pérdida de poder adquisitivo de y por el beneficio del ejército de Marruecos en los ascensos por méritos de guerra.
Por ello surgieron las Juntas Militares de Defensa. Sus objetivos eran oponerse al ascenso por méritos de guerra, solicitar la subida de los sueldos y exigir respeto al ejército. El gobierno, presidido por Eduardo Dato, aceptó las condiciones de las Juntas ante el temor de un pronunciamiento militar. El ejército se convirtió en un pilar de la monarquía y del gobierno frente al problema social y nacionalista.
2. Crisis política: la Asamblea de Parlamentarios. La crisis creada por las Juntas Militares hizo pensar a la oposición que las circunstancias eran favorables para una renovación profunda de la política nacional. Por iniciativa de Cambó y la LLiga Regionalista, los parlamentarios catalanes convocaron una Asamblea de Parlamentarios en Barcelona, en 1917. El objetivo era convertir el Parlamento en el centro de la política en un nuevo intento de reforma desde arriba del sistema de la Restauración. El Gobierno no atendíó a la petición de que se abrieran las Cortes,
y se reunieron en Barcelona 59 diputados y senadores catalanes. Cambó propónía que Cataluña lograra un régimen de autonomía para transformar la organización territorial del Estado. La asamblea se cerró sin éxito por miedo al nacionalismo y a la revolución social.
3. Crisis social: la huelga general de 1917: con el fracaso del regeneracionismo aumentó el miedo a una «revolución desde abajo». En 1917, el PSOE y la UGT, con Julián Besteiro, Indalecio Prieto y Largo Caballero, convocaron una huelga general conjunta con CNT. Sus objetivos eran pedir al gobierno el abaratamiento de los productos de primera necesidad y la uníón de los partidos republicanos, la salida del rey y la
Formación de un gobierno provisional. (Manifiesto Conjunto UGT-CNT de 1917)
Hubo huelgas en las principales poblaciones industriales y hubo muertos y heridos en Madrid, Barcelona y en las regiones industriales de Vizcaya y Asturias. La huelga fue duramente reprimida por el ejército lo que le valíó la pérdida del prestigio popular y volvíó a intervenir en la vida política española.Después de 1917 se formaron gobiernos de concentración y se mantienen los problemas más importantes del reinado del Alfonso XIII:
1. Aumento de los nacionalismos periféricos: al no abordarse la reforma territorial
La colaboración del catalanismo con el gobierno no sirvió para lograr la autonomía. En 1918 el Congreso rechazó una iniciativa de Cambó y al año siguiente, una comisión extraparlamentaria, creada para abordar el problema, vasco y catalán propuso medidas descentralizadoras. En Cataluña, en las elecciones provinciales de 1923, Cambó y la Lliga perdieron la mayoría, desplazados por el nacionalismo
radical de Acció Catalana y Estat Catalá. En Galicia, la creación en 1916 de las Irmandades de Fala y la publicación del ensayo “Teoría do nacionalismo galego”, de Vicente Risco, marcaron el paso del galleguismo al nacionalismo
2. La conflictividad social a partir de 1919 se agravó por la influencia de la Revolución Rusa de 1917, dando lugar al llamado Trienio Bolchevique (1918-20), con reivindicaciones campesinas, incendios y asesinatos en Andalucía. La situación era más grave en Barcelona por el enfrentamiento entre la CNT y la patronal. La respuesta patronal, con el cierre de empresas, y una fuerte represión contra los sindicatos llevó a una oleada de violencia, el pistolerismo que provocó centenares de muertes de empresarios y líderes sindicales. El nombramiento de Martínez Anido como gobernador civil de Barcelona inició una durísima represión. La respuesta anarquista fue el asesinato del presidente de gobierno, Eduardo Dato, en Madrid, en Marzo de 1921
3. La guerra de Marruecos y el Desastre de Annual. En 1921, el Ejército español sufríó otra derrota conocida como el Desastre de Annual: tropas rebeldes de las cabilas cuyo líder Abd el Krim provocaron la humillación de las tropas españolas bajo el mando del general Silvestre. Dada la magnitud del desastre se exigieron responsabilidades militares y políticas. Se solicitó una comisión de investigación encargada por el Congreso al general Picasso que elaboró el Expediente Picasso. Se planteó una reflexión sobre el sentido de la presencia española en Marruecos. Para el Ejército,Marruecos fue la oportunidad de restaurar el prestigio perdido en Cuba. Surgíó una mentalidad militarista en las nuevas generaciones de oficiales que veía en el Ejército la encarnación de la esencia histórica y moral de la nacíón. Estos oficiales llamados
“africanistas» gozaban de mejores salarios y más oportunidades de ascenso que sus colegas en la península, interpretaban cualquier crítica como un ataque al Ejército y como un síntoma de debilidad nacional, al tiempo que no admitían la subordinación militar al poder civil lo que les llevará a participar en el Golpe de Estado de 1936
4. Los gobiernos de concentración. La Monarquía perdíó sus instrumentos eficaces de gobierno por falta de mayorías suficientes para gobernar. Desde 1918, el mismo Alfonso XIII manifestaba públicamente su malestar por la evolución del país e incluso su disconformidad con el sistema parlamentario. El Golpe de Estado de Primo de Rivera, en 1923, puso fin al turno de partidos y al sistema canovista.
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