24 Ene
Las Grandes Potencias Europeas a Principios del Siglo XX
1.1 Las Potencias Democráticas
- Gran Bretaña: Monarquía liberal bajo el reinado de Victoria I, la nación más poderosa, desarrollada y próspera de la época. Su sistema político se basaba en la alternancia entre tories (conservadores) y whigs (liberales). A finales de 1890, los whigs cedieron terreno al Partido Laborista. La modernización se logró mediante leyes de reforma que ampliaron la participación electoral. En 1885 se instauró el sufragio universal masculino, se democratizó la enseñanza y se hizo obligatoria y gratuita entre los 6 y 13 años en 1891.
- Francia: Tras la caída de Napoleón III, se estableció la III República. Con dos cámaras legislativas y un presidente con amplios poderes, se impulsó la democratización política: libertades públicas, sufragio universal, elección de alcaldes y legalización de sindicatos obreros. Se promovió la laicización del Estado y se redujo la influencia de la iglesia. La escuela se hizo laica, gratuita y obligatoria entre los 6 y 13 años. En el siglo XIX se consolidaron dos partidos republicanos: el moderado y el radical. En 1905 se fundó la asociación francesa de la internacional obrera. La relación con Alemania, conflictiva por Alsacia y Lorena, dividía a la población entre quienes buscaban acuerdos y quienes veían la reconciliación imposible.
1.2 El II Reich Alemán
Tras la unificación política, Alemania inició la creación de un estado basado en un potente desarrollo industrial. El II Reich, bajo el liderazgo de Bismarck y el káiser Guillermo I, tenía una estructura federal y un régimen político autoritario. Contaba con dos cámaras: el Bundesrat (consejo federal) y el Reichstag (diputados elegidos por sufragio censitario). El káiser nombraba ministros, quienes eran responsables ante él, no ante la cámara. Las fuerzas políticas incluían a los conservadores (representantes del espíritu de Prusia), los progresistas y el partido obrero socialdemócrata alemán. El pangermanismo ganó protagonismo, fundando la Liga pangermanista en 1891, que abogaba por la expansión territorial. En 1888, el káiser Guillermo II impulsó una política mundial, apoyándose en el desarrollo de la marina y la creación de una flota de guerra. La influencia militar fue una de las causas del belicismo alemán.
1.3 Los Viejos Imperios
- La Rusia de los Romanov: Un claro ejemplo de autocracia. Su vasto territorio y potencial demográfico contrastaban con una población atrasada debido al régimen señorial y la hegemonía de los señores agrarios. La industrialización fue tardía y limitada. El zar Nicolás II mantuvo una autocracia absoluta, aunque tuvo que aceptar la creación de una Asamblea representativa.
- El Imperio Austro-Húngaro: En estancamiento político, carecía de instituciones democráticas y el emperador era absoluto, con dominio de la aristocracia territorial. Tras la reforma de 1969, se convirtió en un imperio dual dominado por una minoría alemana, donde Hungría tenía autonomía. El principal problema era hacer frente a las reivindicaciones de las numerosas nacionalidades sometidas.
5. Las Consecuencias de la Guerra
5.1 Efectos Demográficos y Económicos
La guerra causó la muerte de casi 8 millones de personas, 6 millones de inválidos y un elevado número de mutilados y heridos. Las muertes por hambre, falta de higiene y la gripe de 1918 también fueron significativas. La mortalidad afectó principalmente a hombres de entre 20 y 40 años, causando un descenso de la natalidad. La Primera Guerra Mundial supuso la pérdida de la hegemonía económica de Europa. Francia perdió el 30%, Alemania el 22%, y la producción industrial se redujo un 40% y la agrícola un 30%. En 1918, la situación económica europea era grave, con todos los países endeudados. Estados Unidos fue el principal beneficiado, convirtiéndose en líder de las finanzas mundiales, doblando su producto nacional bruto y aumentando sus reservas. Su flota se convirtió en referente del comercio mundial y el dólar en moneda base. Japón también se benefició, aumentando su producción para satisfacer los pedidos de armamento europeos, diversificando su producción industrial, modernizando infraestructuras y ampliando mercados.
5.2 Consecuencias Políticas y Territoriales
La Paz de París reestructuró el mapa europeo, desmembrando los grandes imperios y dando lugar a nuevos estados (Polonia, Finlandia, etc.). Las transformaciones políticas más evidentes fueron el derrocamiento de las dinastías tradicionales: los Romanov en Rusia (1917), los Habsburgo en Austria (1918) y los Hohenzollern en Alemania (1918). En Turquía se abolió el sultanato. La democracia ganó terreno en Alemania, Austria y nuevos países como Checoslovaquia y Hungría. El sufragio universal masculino se implantó en casi toda Europa y el voto femenino en muchos países.
5.3 Los Cambios Sociales
La guerra trastocó la estructura social de muchos países. Surgieron nuevos ricos gracias a los negocios de la guerra, mientras que la pobreza afectó a poseedores de rentas fijas y asalariados. La hegemonía colonial europea comenzó a ser cuestionada, con muchos pueblos colonizados esperando mejoras en su situación. Las manifestaciones nacionalistas se extendieron por las colonias. Las mujeres tomaron un nuevo papel, representando el 35% del personal industrial en Alemania y Gran Bretaña al final de la guerra. Los vestidos se hicieron más cortos y cómodos, y se normalizó verlas al volante y expresar libremente sus ideas.
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