30 Nov

Principios de Administración

División del Trabajo

Especialización de tareas y personas para aumentar la eficiencia.

Autoridad

Derecho a dar órdenes y esperar obediencia.

Disciplina

Jefes

  • Energía y justicia en las órdenes y sanciones.
  • Normas claras y justas.

Subordinados

  • Obediencia y respeto por las normas.

Unidad de Mando

Cada empleado debe recibir órdenes de un solo jefe.

Unidad de Dirección

Debe haber un jefe y un plan para cada grupo de actividades que tengan el mismo objetivo.

Subordinación de los Intereses Individuales a los Generales

Priorizar los objetivos de la organización sobre los individuales.

Remuneración del Personal

Debe haber una satisfacción justa y garantizada para los empleados y para la organización.

Centralización

Concentración de la autoridad en la cúpula de la organización.

Jerarquía o Cadena Escalar

Línea de autoridad que va del escalón más alto al más bajo. Puede saltearse si es imprescindible y existe autorización.

Orden

Debe haber un lugar para cada cosa y cada cosa debe estar en su lugar. Orden material y humano.

Equidad

Amabilidad y justicia para conseguir la lealtad del personal.

Estabilidad del Personal

Debe haber una razonable permanencia de una persona en su cargo.

Iniciativa

Capacidad de visualizar un plan y asegurar su éxito.

Espíritu de Equipo

La armonía y la unión de personas es vital para la organización.

El Proceso de Toma de Decisiones

Este proceso ha sido estudiado y analizado por múltiples autores, quienes han hecho diversas propuestas al respecto. Realizando una síntesis de diferentes propuestas, podemos enumerar las siguientes etapas que integran el proceso de toma de decisiones:

  1. Tener presente un objetivo. El decisor decide porque tiene un propósito. En general, es necesario definir los objetivos antes de destinar recursos para lograrlos.
  2. Observación de la realidad del entorno y acopio de información sobre ello.
  3. Interpretación de la realidad. Ante una misma realidad, dos decisores pueden plantearse interpretaciones distintas de la misma, que los conducirá a decisiones probablemente muy diferentes.
  4. Definir el problema a resolver, es decir, apreciar claramente la diferencia entre la actual situación y la que el decisor quisiera alcanzar, con el propósito de conseguir sus objetivos. Se trata de considerar la oportunidad de tomar una decisión. En muchos casos, esta etapa puede entrañar la previsión de un problema que en la actualidad no se da.
  5. Agrupación de los datos disponibles sobre el problema y análisis de dichos datos. Ello supone una enumeración de los hechos y su clasificación (financieros, de personal, etc.).
  6. Elaboración de expectativas, es decir, consideración de la posible evolución de los acontecimientos según la doble inferencia respecto a qué ocurrirá si no interviene el decisor en el problema y qué podría ocurrir si interviniera.
  7. Elaboración, definición y evaluación de posibles alternativas de decisión.
  8. Elección o adopción de una de las alternativas disponibles, sobre la base de ciertos criterios.
  9. Ejecución de la decisión correspondiente.
  10. Establecimiento de algunos controles para verificar y asegurarse del éxito de la decisión y, en su caso, rectificar si procede. Es necesario que la decisión incluya una forma de retroalimentación, para obtener una comparación continua entre los hechos reales y los previstos con la decisión.

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