14 May

Significado y unidad

“Los principios permanentes de la doctrina social de la Iglesia constituyen los verdaderos y propios puntos de apoyo de la enseñanza social católica: se trata del principio de la dignidad humana, del bien común, de la subsidiariedad y de la solidaridad. Estos principios, expresión de la verdad íntegra sobre el hombre conocida a través de la razón y de la fe, brotan del encuentro del mensaje evangélico y sus exigencias con los problemas que surgen en la vida de la sociedad”.

Estos principios tienen un carácter general y fundamental, ya que se refieren a la realidad social en su conjunto: …desde las relaciones entre comunidades o grupos hasta las relaciones entre los pueblos y las naciones”.

Los principios de la doctrina social debe entenderse como parte de un todo. Tienen un significado profundamente moral porque remiten a los fundamentos últimos y ordenadores de la vida social. Esta exigencia moral presente en los principios sociales corresponde tanto el actuar personal de los individuos como el de las instituciones, “a causa de su capacidad de influir y de condicionar las opciones de muchos y por mucho tiempo.

El principio del bien común

Significado y aplicaciones principales

Por bien común se entiende el “conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección”. 264

El bien común no consiste en la simple suma de los bienes particulares de cada sujeto del cuerpo social. Siendo de todos y de cada uno es y permanece común, porque es indivisible y porque sólo juntos es posible alcanzarlo y agrandarlo. El bien común se puede considerar como la dimensión social y comunitaria del bien moral.

Una sociedad que quiere estar al servicio del ser humano es aquella que se propone como meta prioritaria el bien común, la persona no puede encontrar realización sólo en sí misma. El bien común es la razón de ser de toda comunidad.

La responsabilidad de todos por el bien común

Las exigencias del bien común derivan de las condiciones sociales de cada época. Tales exigencias pertenecen, al compromiso por la paz, a la correcta organización de los poderes del Estado, a un sólido ordenamiento jurídico, a la custodia del ambiente, a los derechos del hombre (alimentación, habitación, trabajo, educación y acceso a la cultura, transporte, salud, libre circulación de informaciones y tutela de la libertad religiosa). El bien común es un deber de todos los miembros de la sociedad y todos tienen también derecho a gozar de las condiciones de vida social que resultan de la búsqueda del bien común.

Las tareas de la comunidad política

La responsabilidad de edificar el bien común incumbe al Estado, porque el bien común es la razón de ser de la autoridad política. La persona concreta, la familia, los cuerpos intermedios, no están en condiciones de alcanzar por sí mismos su pleno desarrollo y de ahí deriva la necesidad de las instituciones políticas.

Además, para asegurar el bien común, el gobierno de cada país tiene el deber específico de armonizar con justicia los diversos intereses sectoriales. Esta es una de las funciones más delicadas del poder público, ya que las decisiones deben tomarse no sólo según las orientaciones de la mayoría, sino incluyendo a las minorías siendo equitativo.

Esta perspectiva alcanza su plenitud en la Pascua de Jesús, que ilumina en plenitud la realización del verdadero bien común de la humanidad…una visión puramente histórica y materialista terminaría por transformar el bien común en un simple bienestar socioeconómico, carente de finalidad trascendente, es decir, de su más profunda razón de ser.

Reflexiones sobre los principios de la Doctrina Social de la Iglesia

Los principios constituyen los verdaderos y propios puntos de apoyo de la enseñanza social católica: Se trata del principio de la dignidad humana en el se encuentran principios como del bien común, de la subsidiaridad y de la solidaridad. Estos principios son conocidos mediante la fe y la razón. A medida que pasa el tiempo la Iglesia fue mejorando estos principios para poder responder con coherencia a las exigencias de los tiempos y a los continuos desarrollos de la vida social. Estos principios tienen un carácter general y fundamental ya que se refiere a la realidad social en su conjunto: desde las relaciones interpersonales hasta las relaciones por la política economía. Los principios deben ser apreciados en su unidad, conexión y articulación. Estos principios no debes utilizarse de modo parcial y errónea, sino que hay que utilizarlo como un elemento articulado y conectado con todos los demás. Estos fundamentos representan un patrimonio de reflexión permanente, ya que indican a todas las vías posibles para edificar una vida social buena y auténticamente renovada. Los principios en su conjunto constituyen la primera articulación de la verdad de la sociedad, que interpela toda conciencia e invita a interactuar libremente con las demás.

Estos principios tienen un significado profundamente moral porque remiten a los fundamentos últimos y ordenadores de la vida social.

Bien Común

De la dignidad, unidad e igualdad de todas las personas deriva en primer lugar el principio del bien común, en el que debemos basarnos para encontrar la plenitud de la vida.

Bien común: conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro mas pleno y mas fácil de la propia perfección. El bien común no consiste en la simple suma de los bienes particulares de cada persona, siendo de todos y de cada uno es y permanece común porque solo juntos es posible alcanzarlo, acrecentarlo y custodiarlo. El bien común se puede considerar como la dimensión social y comunitaria del bien moral. La persona no puede realizarse sola sin los demás. Las exigencias del bien común derivan de las condiciones sociales de cada época y de los derechos de las personas. Algunas de estas exigencias son: compromiso por la paz, solido ordenamiento jurídico, cuidar el ambiente. También las naciones deben cooperar para una verdadera comunidad internacional en vistas del bien común y teniendo en cuenta las futuras generaciones. Todos deben buscar el deber común nadie esta exento de colaborar. Es un bien arduo de alcanzar, porque exige la capacidad y la búsqueda constante del bien de los demás como si fuese el bien propio. Todos tienen derecho a gozar de las condiciones de vida social que resultan de la búsqueda del bien común. El estado debe proveer los bienes necesarios, materiales, culturales, morales, espirituales para gozar una vida auténticamente humana. También debe buscar el bien común de todo el país no solo de la mayoría. Dios es el fin último de todas las creaturas y por ningún motivo puede privarse al bien común de su dimensión trascendente. Esta perspectiva alcanza su plenitud a la luz de la fe en pascua de Jesús, que ilumina en plenitud la realización del verdadero bien común de la humanidad. Nuestra vida comienza y culmina en Jesucristo; gracias a el y por medio de el somos conducidos al bien supremo. El bien común no es un simple bienestar socioeconómico.

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