26 May

Principios del entrenamiento

Los principios del entrenamiento, atendiendo fundamentalmente a la clasificación de los mismos propuesta por F. Navarro. En primer lugar, distingue entre principios biológicos y pedagógicos.

Define los principios biológicos como los que afectan a los procesos de adaptación orgánica del sujeto. Define los principios pedagógicos como los principios a tener en cuenta para aplicar de la forma más eficaz metodológicamente, los anteriores. Estos atienden a la participación del sujeto en el proceso a través de aspectos relativos al aprendizaje motor.

A su vez, clasifica los principios biológicos en principios:

  • Para iniciar los efectos de adaptación
  • Para asegurar los efectos de adaptación
  • Para dirigir la adaptación de forma específica

PRINCIPIOS BIOLÓGICOS

– Para iniciar los efectos de adaptación:

1. Principio del estímulo eficaz de carga:

Se fundamenta en la ley del umbral o de Schultz-Arnodt. Determina que la naturaleza del esfuerzo o carga de entrenamiento debe ser la apropiada para, según el estado del sujeto, producir las adaptaciones deseadas. Determina la necesidad de controlar los parámetros que determinan la naturaleza del estímulo, volumen e intensidad, así como del conocimiento del estado de adaptación del sujeto, mediante diagnósticos o evaluaciones periódicas, para combinar ambos factores. No se debe obviar que el sector de carga eficaz es individual y que evoluciona con el entrenamiento.

2. Principio de progresión o del incremento progresivo de la carga:

Expone que una vez que un determinado estímulo es aplicado un número suficiente de veces el organismo se adapta a él y hace necesario modificarlo o incrementarlo, si queremos que continúe la mejora progresiva de las posibilidades de rendimiento. A medida que aumenta la capacidad funcional debe aumentar también la carga.

3. Principio de variedad:

Expone la conveniencia de realizar variaciones en los distintos aspectos del entrenamiento. Se fundamenta en aspectos biológicos, pero también pedagógicos relacionados con el aprendizaje motor. En relación a los primeros, la estimulación exclusiva de unas funciones orgánicas puede producir descensos en el rendimiento de otras con el consiguiente desequilibrio en las diferentes capacidades. En el plano pedagógico la variedad en la práctica de actividad física aumenta el bagaje motor incrementando los esquemas de respuesta motriz. Se aconseja variedad en:

  • Las cargas alternando periodos de predominio de la intensidad o del volumen en la dinámica de la carga etc.

– Para asegurar los efectos de adaptación:

1. Principio de la relación óptima entre carga y recuperación:

La necesidad de permitir un cierto tiempo de recuperación después de una carga eficaz con el fin de afrontar en las mejores condiciones un nuevo estímulo de carga. Los periodos de recuperación hay que tenerlos en cuenta: en la unidad de entrenamiento o posteriormente a ella, como parte del programa de planificación. En la unidad de entrenamiento la recuperación se utiliza en relación al estado óptimo para afrontar el mismo y depende de los efectos deseados. Para el desarrollo de soporte de la resistencia aeróbica no es recomendable permitir la recuperación del organismo. En caso contrario para el desarrollo de la fuerza máxima o de la velocidad, el estímulo debe presentarse sin presencia de fatiga y con disposiciones altas en relación al combustible energético. Recomendación seguir el siguiente orden a la hora de trabajar diferentes capacidades: técnica y coordinación antes que velocidad, velocidad antes que la fuerza y la fuerza antes que la resistencia y flexibilidad puede trabajarse en cualquier momento. En una sesión pueden presentarse recuperaciones pasivas o activas siendo estas últimas más recomendables ya que facilitan la reposición de sustancias metabólicas y la eliminación de los productos resultantes. Durante una pausa pueden recuperarse los niveles de ATP y fosfocreatina musculares, eliminarse el ácido láctico muscular y paliarse la deuda de oxígeno, favoreciendo de nuevo la absorción del mismo por la mioglobina muscular. En relación a la recuperación, toma protagonismo el principio de supercompensación. La planificación del entrenamiento debe incluir periodos de recuperación suficientes en los que se aumente la capacidad de esfuerzo. Según cuando se presente la nueva carga de esfuerzo se habrá podido completar el proceso de supercompensación o no, encontrándose el organismo en situación de rendir más en el primer caso, o igual o menos en el segundo caso. Mediante la nutrición y el descanso se reponen los depósitos energéticos. El tiempo ideal depende de la capacidad que queramos desarrollar y de la carga.

2. Principio de continuidad:

La necesidad de presentar el estímulo con regularidad para producir adaptaciones a largo plazo y elevar el rendimiento. La actividad física debe programarse como un proceso continuo. El fundamento científico se basa en los siguientes fenómenos:

  • La actividad física de forma aislada produce tan solo adaptaciones funcionales que son reversibles y no mejoran el rendimiento.
  • Sin embargo si la actividad física se presenta con demasiada frecuencia sin permitir la recuperación y por tanto el fenómeno de supercompensación, tampoco se eleva el rendimiento.

El programa de desarrollo de la actividad física debe mostrar continuidad, permitiendo la recuperación pero no el descenso del rendimiento. La actividad física debe entenderse como un hábito.

3. Principio de acción inversa:

Las adaptaciones estructurales producidas por la actividad física también son reversibles. Las adaptaciones funcionales tienen como finalidad permitir la práctica de la actividad física y por lo tanto cuando esta cesa se recupera la normalidad. Las adaptaciones estructurales son producto de un estado de adaptación a una situación que incluye la presencia continua de cierta actividad y por tanto la solicitación de las estructuras adaptadas. Si esta presencia cesa, la solicitación cesa y el organismo vuelve a adaptarse a la nueva situación, disminuyendo progresivamente el rendimiento funcional.

Navarro subraya que en las capacidades de resistencia y fuerza-resistencia se observa una pérdida rápida y sustancial del rendimiento con la inactividad. La velocidad y la fuerza máxima demuestran ser más estables.

4. Principio de periodización:

El carácter fásico de la adaptación requiere la estructuración del programa de desarrollo de la condición física en ciclos, periodos o fases de desarrollo. Este principio se fundamenta en la teoría del estrés o SGA de Hans Selye. La periodización tradicional del entrenamiento en el ámbito deportivo, tiene en cuenta las fases del SGA e incluye periodos preparatorios, periodos estables o de competición y periodos de descarga o de transición

– Para dirigir la adaptación de forma específica:

1. Principio de individualización:

los procesos de adaptación a la actividad física dependen fundamentalmente de dos factores:

  • Características de la actividad y
  • Características del sujeto.

Por lo tanto es absolutamente esencial ajustar todos los principios del entrenamiento a cada sujeto en particular. Las características personales más determinantes a la hora de establecer un programa de entrenamiento son: edad o periodo evolutivo, estado actual de condición física, ritmo metabólico o actividad del sujeto. En grupos numerosos y heterogéneos es importante proponer tareas que posibiliten distintos niveles de rendimiento. La pauta más habitual es controlar uno de los componentes de la carga y dejar abierto el otro

2. Principio del desarrollo multilateral:

Expresa la necesidad de que el desarrollo de la condición física atienda a todos sus aspectos o capacidades constitutivas. Se fundamenta en el hecho de que la condición física supone un estado de capacidad general, compuesto por una serie de capacidades constitutivas, que deben desarrollarse íntegramente. Además el estado de forma específico a cualquier disciplina deportiva, debe sustentarse en primer lugar en una base o nivel óptimo de condición física general.

3. Principio de especialización progresiva:

Expone que el rendimiento en una determinada actividad depende del estado de adaptación del sujeto a la misma. Se fundamenta en que los efectos del entrenamiento son específicos al tipo de estimulación. Los efectos son específicos: al sistema de producción energético solicitado, a los grupos musculares implicados y al tipo concreto de movimiento realizado.

Para dirigir el desarrollo de la condición física hacia el rendimiento en una actividad o deporte en concreto, la presencia de ejercicios específicos, en relación al repertorio total, debe ir aumentando de forma progresiva: No debe entenderse este principio como opuesto al anterior, sino como principios complementarios. El desarrollo específico siempre debe de apoyarse sobre un adecuado desarrollo multilateral y nunca debe eclipsarlo por completo, salvo que el objetivo único sea el rendimiento primando incluso sobre la salud.

4. Principio de los retornos en disminución:

Describe el diferente ritmo de progresión que se manifiesta en cada capacidad física en relación a la adaptación previa. Es decir, cuando se comienza un trabajo adecuado de desarrollo de una capacidad física, el ritmo de mejora es muy elevado en relación al ritmo de mejora cuando ya se está entrenando y las cotas de rendimiento son altas.

PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS:

1. Principio de participación activa y consciente en el entrenamiento:

Describe que el hecho de que el sujeto comprenda por qué y para qué hace lo que hace eleva el rendimiento o el efecto del entrenamiento, mejora la implicación el nivel de esfuerzo, motivación y participación en las mismas.

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