30 Nov

Próceres de la Independencia de Chile

José Miguel Carrera

José Miguel Carrera nació el 15 de octubre de 1785 en Santiago de Chile. Sus padres fueron el Coronel de Milicias Reales Ignacio de la Carrera y Cuevas y doña Francisca de Paula Verdugo Fernández de Valdivieso y Herrera.

En 1806 viajó a España. Instalado en Madrid, al producirse la invasión napoleónica se enroló, con el grado de capitán, en el regimiento de voluntarios de aquella ciudad. Participó en varias acciones militares, sobresaliendo por su actuación en los combates de Ocaña y Talavera (1809).

El Consejo de Regencia autorizó su regreso a la Patria, arribando a Santiago el 26 de julio de 1811. Al momento de su arribo al país, la situación política era compleja, ya que diversos grupos se disputaban el control del Primer Congreso Nacional, contrariando las pretensiones de los sectores más radicales.

Las disputas entre los líderes políticos y los caudillos militares continuaron, lo que impulsó a José Miguel a dar un segundo golpe el 15 de noviembre de 1811, entregando el poder a una Junta integrada por él, Gaspar Marín y Juan Martínez de Rosas.

Después, encabezó una asonada militar que lo dejó como Director Supremo de Chile durante un año (1812 a 1813).

Bernardo O’Higgins Riquelme

Bernardo O’Higgins Riquelme nació en Chillán el 20 de agosto de 1778 y murió en Lima, Perú, el 24 de octubre de 1842. Fue un político y militar chileno. Es considerado el Padre de la Patria en Chile y fue una de las figuras militares fundamentales de la independencia de su país y de Latinoamérica.

Fue el primer Jefe de Estado de Chile independiente bajo el título de Director Supremo entre 1817 y 1823, cuando renunció voluntariamente al cargo para evitar una guerra civil, exiliándose en el Perú hasta su muerte.

Al ocurrir el cabildo abierto del 18 de septiembre de 1810 y la posterior instauración de la Junta de Gobierno, O’Higgins era Subdelegado de la Isla de La Laja. Era amigo cercano de Juan Martínez de Rozas, el principal líder de la Junta de Gobierno, y antes de la partida de Rozas a la capital, O’Higgins le insistió en la necesidad de establecer la libertad de comercio y convocar a un Congreso Nacional, para que el pueblo tomara interés en la insurrección.

Fue electo diputado al Primer Congreso Nacional de Chile, siendo partidario del grupo más radical de los que apoyaban la causa de la independencia. El 24 de junio, junto a otros 12 diputados, lanzaron una protesta a la Junta de Gobierno y renunciaron a sus cargos, en un movimiento que intentaba impulsar una revolución estancada por la supremacía de los moderados en el Congreso.

Mariano Osorio

Mariano Osorio combatió de manera notable durante la invasión napoleónica a España en 1808. Posteriormente, en 1812, fue trasladado a Lima como Comandante General de Artillería y profesor de matemáticas de la Escuela Militar.

Luego de la Batalla de Rancagua, Mariano Osorio asume la Gobernación de Chile. El gobernador reinstaura el antiguo régimen y todas sus instituciones. De igual forma, disuelve todo lo instaurado por los «patriotas» durante el periodo de la Patria Vieja.

Osorio, a pesar de haber ordenado la deportación de una centena de notables patriotas al Archipiélago de Juan Fernández, intentó llevar a cabo conscientemente un gobierno de reconciliación entre los bandos enfrentados (patriotas y realistas); por eso ordenó integrar el tribunal encargado de enjuiciar a posibles antiguos patriotas, con vecinos benevolentes que perdonaron en reiteradas ocasiones.

Mateo de Toro Zambrano

Mateo de Toro Zambrano (1727-1811) nació el 20 de septiembre de 1727 en Santiago. Al igual que sus antepasados, prestó servicios a la administración española. A los 22 años le fue conferido el grado de Capitán del Regimiento Real de Caballería, por su destacada participación en la guerra de Arauco. A pesar de su corta edad, pero por su destacado desempeño y personalidad, se hizo merecedor de ocupar importantes cargos.

Como militar se le encomendó facilitar la marcha de tropas hacia la Araucanía en 1769, encargándose también del aprovisionamiento de armas y víveres para las guarniciones de la frontera. En 1772 cumplió funciones en la Superintendencia de la Casa de Moneda, y por sus servicios en la dirección de tropas durante la guerra de Arauco se le otorgó en 1778 el grado de Coronel de milicias del regimiento de Caballería de la Princesa.

Frente a los acontecimientos ocurridos en España en el año 1808, se extendió en América el temor de una posible invasión francesa de las colonias, pero también renació la esperanza de quienes aspiraban a reformas favorables para Chile en su relación con la metrópoli. De esta manera y en torno al Cabildo de Santiago se organizó un sector de la población que deseaba la formación de un gobierno nacional, a través de una Junta que respetara la soberanía de su majestad Fernando VII.

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