07 Mar

Causas de la Independencia de las Colonias Americanas

Durante el siglo XVIII, la burguesía criolla, descendientes de españoles nacidos en América, experimentó un aumento en su riqueza debido a la reactivación del comercio y a las plantaciones de café, tabaco o azúcar, donde la mano de obra era principalmente esclava de origen africano.

Las ideas ilustradas y liberales eran conocidas por estos criollos, lo que hizo que surgieran ideas de emancipación de la metrópoli y se idearan los primeros proyectos de independencia. Los criollos se sentían discriminados por los impuestos, cargas y el excesivo control ejercido desde España (EP), ya que desde EP se controlaba la economía y el comercio de América.

Además, la independencia de los Estados Unidos (EE. UU.) era un claro ejemplo de que era posible enfrentarse a la metrópoli y conseguir la victoria. Los intereses ingleses también estaban presentes, pues deseaban controlar el comercio americano y, por ello, apoyaron los movimientos independentistas.

España pasaba por un momento difícil, con una debilidad palpable tras la derrota de Trafalgar y la invasión napoleónica.

Desarrollo del Proceso Independentista: Fases

Primera Fase (1808-1815)

La burguesía criolla, apartada de la administración política colonial, optó por no someterse a la autoridad de José Bonaparte y creó Juntas, a imitación de las españolas. Estas Juntas asumieron el poder de los territorios, depusieron a virreyes y capitanes generales, y rechazaron la autoridad de la Junta Central Suprema, declarándose autónomas respecto a las decisiones de la metrópoli.

Se formaron tres focos independentistas principales:

  • Virreinato de la Plata (Buenos Aires): José de San Martín proclamó una primera independencia de la República Argentina.
  • Virreinato de Nueva Granada y Venezuela: Simón Bolívar consiguió el liderazgo.
  • México: El cura Hidalgo encabezó un movimiento de campesinos indígenas.

Las Cortes de Cádiz consideraron a las colonias como territorio español y reconocieron los derechos políticos de los criollos, pero estas medidas apenas fueron conocidas en América, pues llegaban pocas noticias al otro lado del Atlántico.

Segunda Fase (1816-1824)

El restablecimiento del absolutismo en España llevó al envío de buques y soldados para acabar con las revueltas, expandiéndose el movimiento libertador y conllevando elevados costes económicos para Fernando VII. Inicialmente, Fernando VII consiguió pacificar Nueva Granada y México.

La guerra colonial se extendió por todo el continente a partir de 1816, y la victoria de Bolívar en Ayacucho (1824) hizo irreversible la independencia y la constitución de nuevas repúblicas. La reacción absolutista no impidió la independencia de Argentina (1816), lo que generó nuevas acciones revolucionarias:

  • Simón Bolívar liberó Ecuador, Venezuela y Colombia.
  • José de San Martín logró la independencia de Chile (1818).
  • Agustín de Iturbide la de México (1822).
  • José de Sucre la de Perú y Bolivia.

Durante el Trienio Liberal, se redujo el envío de tropas por parte de Fernando VII, lo que aceleró el proceso independentista en América. Hacia 1825, solo Cuba, Puerto Rico y Filipinas permanecían bajo la corona española.

Consecuencias de la Independencia

La independencia de las colonias americanas agotó la Hacienda y agravó la crisis de España. España quedó relegada de su papel de potencia de primer orden y perdió un gran mercado. Los nuevos estados fueron neocolonizados por Inglaterra y Estados Unidos, pasando a depender económicamente de ellos, sustituyendo al dominio español.

Los ingleses influyeron en sus leyes y en su gobierno, y EE. UU., tras comprar Florida a Fernando VII en 1819 por 5 millones de dólares, dejó claras sus intenciones con América y formuló en 1823 la doctrina Monroe: “América para los americanos”, convirtiendo al subcontinente en territorio preferente de Estados Unidos.

Legado Español en América

El español se hablaba en todo el territorio y era compatible con varias lenguas autóctonas como el quechua o el maya, aunque con el tiempo algunas se fueron perdiendo, ya que se seguían hablando, pero sin escritura.

Se crearon universidades durante el dominio de la metrópoli, que eran de carácter religioso. También se instalaron imprentas en la América española desde la segunda mitad del siglo XVI. Existían Academias de Bellas Artes y observatorios astronómicos en distintos lugares.

En la América española, la religión católica daba sentido a la unidad entre los territorios. Las ciudades estaban organizadas con un plano tipo damero y eran de grandes dimensiones. Se establecieron puertos, ya que la conexión con España era a través de barcos.

A nivel político, tras la independencia, nacieron países que forman la actual América Latina y que, durante el siglo XX, tuvieron una política que transitó entre avances hacia el parlamentarismo y las dictaduras militares. A inicios del siglo XX, el desarrollo social y económico se vio afectado por una gran recesión económica y numerosos intentos de golpes de Estado, así como por la corrupción, una separación de poderes no muy clara y el predominio de intereses oligárquicos.

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