18 Nov
ARQUITECTURA QUATTROCENTO:
El Quattrocento fue el periodo en el que surgíó un nuevo arte que recogía la herencia del pasado clásico. Fue en Florencia, núcleo del humanismo, donde surgíó gracias a la actividad de un numeroso grupo de artistas. El orden, la proporción, la simetría y la unidad son las bases de la arquitectura renacentista. Los edificios serán fruto de elaborados cálculos matemáticos. La regularidad de los elementos utilizados contribuirán también a dar unidad al conjunto. Las carácterísticas principales de la arquitectura del Quattrocento son: – El uso de elementos constructivos clásicos. Los órdenes dórico, jónico, corintio, toscano y compuesto se emplean tanto en arquitectura civil, como religiosa. – En las fachadas domina la horizontalidad, y de decoración se utilizan muros almohadillados, guirnaldas, medallones… Predominan las líneas rectas con respeto a las curvas. – Los interiores se decoran con motivos de la antigüedad clásica. – Las plantas de los templos tienen gran perfección matemática. Tanto las centralizadas, de cruz griega, como la basilical, de cruz latina. – Los materiales empleados son el ladrillo, el sillar almohadillado, y el mampuesto revestido de mármol. – Los tipos de edificios son muy variados. Junto a las iglesias también hay edificios civiles. Filippo Brunelleschi (1377-1446) Al arquitecto Brunelleschi se le considera junto ar escultor Donatello y al pintor Masaccio uno de los artistas que marca la ruptura con el gótico e introdujeron el movimiento renacentista. Brunelleschi nacíó en Florencia, y ahí fue donde realizó sus obras más importantes. Introdujo en sus obras las leyes de la proporción y de la perspectiva, que tomó de los clásicos. Por ello, en sus realizaciones destacan el uso de líneas rectas y de volúMenes cúbicos. Su obra más famosa es la cúpula de la catedral de Santa María de las Flores, en Florencia León Battista Alberti (1404-1472) Alberti fue el prototipo del perfecto humanista, al tener conocimientos del teatro, música, derecho, pintura y arquitectura. Entre sus principales obras se encuentran la Iglesia de San Andrés en Mantua, y el Palacio de Rucellai, en Florencia
ESCULTURA QUATTROCENTO:
El Quattrocento fue el periodo en el que surgíó un nuevo arte que recogía la herencia del pasado clásico. Fue en Florencia, núcleo del humanismo, donde surgíó gracias a la actividad de un numeroso grupo de artistas. La abundancia de obras escultóricas en Italia y, por tanto el conocimiento sobre ellas por parte de los escultores del momento, hicieron que el paso del gótico al Renacimiento, en cuanto a escultura se refiere, no fuera tan brusco como en el caso de la arquitectura. Las carácterísticas de la escultura italiana del Quattrocento son: – El Naturalismo, que busca la semejanza del modelo con respecto a la obra. – El tema principal será la figura humana, adquiriendo importancia los desnudos, y la anatomía. – La independencia de la escultura con respecto a la arquitectura, permitiendo el desarrollo de las figuras de bulto redondo. – La ampliación de la perspectiva, gracias a la cual se adquiere un mayor Realismo, al estar las figuras proporcionadas. – La diversificación de los temas representados, y la importancia que adquiere el retrato Lorenzo Ghiberti (1378-1455) Se considera el iniciador del nuevo estilo. Muchos artistas formaron parte de su taller, por lo que su influencia fue notable. Su técnica favorita era el trabajo en bronce, tratando con gran maestría los relieves, con los paisajes y la figura humana. En torno a 1400, el gremio de comerciantes de Florencia quiso embellecer el baptisterio de la ciudad, cambiando las antiguas puertas de madera por unas de bronce. Para elegir al artista, convocaron un concurso donde debían de presentar un relieve en bronce representando el sacrificio de Isaac. Ghiberti fue el elegido. Las puertas del baptisterio de Florencia son la obra maestra de Ghiberti. Donatello (1386-1466) Donatello está considerado como el escultor más importante del Quattrocento. Nacíó en Florencia, y trabajó en el talles de Ghiberti como ayudante de broncista. Elaboró junto a su maestro las puertas del baptisterio. Las carácterísticas de su esculturas vienen marcadas por un gran Realismo, el Naturalismo, y gran fuerza expresiva y emocional. Consiguió un perfecto dominio de la anatomía humana, lo que le permitíó representar al humano en todas las etapas de su vida. Utiliza el stiacciato (aplastamiento), técnica en bajorrelieve que en la que los planos de la composición se aplastan unos con otros. Algunas de las obras más importantes del artista son «David», «San Jorge», «San Juan Evangelista», etc.
PINTURA QUATTROCENTO:
En la pintura del quattrocento encontramos las siguientes carácterísticas: -El Naturalismo, interesado entre captar al ser humano en su ambiente, y el Realismo. Estas 2 carácterísticas hacen que exista un gran interés por el estudio de la anatomía humana. – Mayor libertad respecto a los rígidos ves que más góticos, sobre todo ornamentales. – El empleo de las leyes de la perspectiva, tratando de conseguir mayor profundidad del espacio gracias a la creación de un punto de fuga. – Importancia del dibujo como delimitador de las formas – El uso de luz para definir planos y unificar el ambiente – Se sigue utilizando la tabla como soporte y la técnica del temple. Pero en la segunda mitad del Siglo XV, se introduce el óleo sobre lienzo. – La temática sigue siendo religiosa en los frescos de los templos, pero encontramos también temas mitológicos o alegóricos. Se introduce el retrato. Los principales pintores del Quattrocento son Masaccio, Fra Angelico, Piero della Francesca y Botticelli. Masaccio (1401-1428) Masaccio está considerado como el iniciador de la pintura renacentista del Quattrocento. Representa la afirmación del nuevo estilo. Los orígenes de su pintura hay que buscarlos directamente en la obra de Giotto, lo que más caracteriza su obra es el gran dominio del espacio, de la perspectiva y de la proporción. Sus obras más representativas son los frescos de la Iglesia de Santa María Novella y los de la capilla Brancacci realizados por encargo de Felipe Brancacci Fra Angelico (1395/1400-1455) Este pintor nacíó en un pueblo de la Toscana, y pasó su vida entre el convento de San Marcos, Orvieto y Roma, donde intervino en la decoración del Vaticano. Su obra muestra una ambivalencia estilística.Por un lado, mantiene aún la tradición gótica, por otro, Fra Angélico estudió las obras de Masaccio e introdujo en sus composiciones la perspectiva y los elementos arquitectónicos. Probablemente, su obra más representativa sea la Anunciación Piero della Fancesca (1415/1420-1492) Este pintor trabajó alejado de Florencia, por lo que desarrolló un estilo muy personal. Las formas geométricas y la solemnidad de sus escenas marcarán el tono majestuoso de sus pinturas, sin dejar de lado las composiciones en perspectiva. Utiliza una iluminación diáfana que crea luces y sombras que definen las figuras. Entró en contacto con los pintores venecianos durante su estancia en ferrara y el Urbino y este hecho influyó en el tratamiento de sus fondos paisajísticos. Una de sus obras más destacadas es la flagelación de Cristo Sandro Botticelli (1445-1510) Botticelli se formó en el taller del pintor Filippo Lippi y hacia 1470 abríó su propio taller. Se le considera el pintor que marca el final del Quattrocento y el inicio del Cinquecento. Fue un gran admirador de la belleza femenina. Dotó a sus figuras de voluptuosidad, de cuerpos sinuosos, casi etéreos, y de largas cabelleras ondulantes. Las vistió de finas gasas que dejaban traslucir la anatomía. Su técnica destaca por la calidad del dibujo. Entre sus obras de temática mitológica se encuentran la primavera y el nacimiento de Venus.
El Quattrocento fue el periodo en el que surgíó un nuevo arte que recoge la herencia del pasado clásico. Fue en Florencia, núcleo del humanismo, donde surgíó gracias a la actividad de un numeroso grupo de artistas
AEQUITECTURA CINQUECENTO:
Los últimos años del Siglo XV y los primeros del Siglo XVI, se caracterizan por el clasicismo. En este momento el arte se valora como una expresión de la belleza, que pasa a ser considerada como algo inaccesible. Es el periodo más conocido del arte italiano, además, el foco artístico se desplaza desde Florencia a Roma. La urbe medieval se transforma en una ciudad nueva donde los mejores artistas del momento realizan sus proyectos más ambiciosos. La arquitectura se caracteriza por el Racionalismo de las formas, que buscan el equilibrio y la armónía de las proporciones. La decoración de detalle va a tener un carácter secundario y se apuesta por los efectos monumentales.
Donato Bramante (1444-1514)
Bramante está considerado un auténtico erudito que escribíó tratados sobre arquitectura y la proporción perfecta de los cuerpos, que no se conservan. Su labor artística la desarrolló primero en Milán y, después, en Roma, donde fue requerido por la Santa Sede para los trabajos de la basílica de San Pedro del Vaticano, aunque este proyecto permanecíó inacabado y fue modificado por Miguel Ángel con posterioridad. Fue en Roma donde realizó su obra más importante, el templete de San Pietro in Montorio.
Palladio (1508-1580)
Palladio, trabajó principalmente en Vicenza, uno de los centros del Renacimiento veneciano. En esta ciudad desarrolló su labor como arquitecto. En 1570 escribíó su conocido tratado “los cuatro libros de la arquitectura”, cuya influencia posterior será fundamental para la historia de esta disciplina. En el tratado recoge normas básicas de la construcción y explica cómo construir puentes, edificios civiles, religiosos, etc. Construyó edificios de carácter religioso y civil, como la Iglesia del Redentor, en Venecia.
PINTURA CINQUECENTO:
Los últimos años del Siglo XV y los primeros del Siglo XVI, se caracterizan por el clasicismo. En este momento el arte se valora como una expresión de la belleza, que pasa a ser considerada como algo inaccesible. Es el periodo más conocido del arte italiano, además, el foco artístico se desplaza desde Florencia a Roma. Las carácterísticas de la pintura del Cinquecento en su fase de pleno Renacimiento, vienen determinadas por: – La preocupación por el movimiento y la luz. El tratamiento de la luz es más real, se incluyen matices que hacen diferenciar los distintos momentos del día. – Las composiciones sencillas que se resuelven en una escena, generalmente de esquemas triangulares. – El abandono progresivo de los contornos de las figuras muy definidos – La búsqueda de la belleza ideal y el mantenimiento del orden, la simetría, el equilibrio y la serenidad en las obras. Leonardo da Vinci (1452-1519) Leonardo da Vinci está considerado por la historiografía como uno de los grandes genios de la humanidad. Para Leonardo la pintura es una actividad intelectual destinada a reproducir la realidad, y es misión del artista plasmar fielmente por medio del estudio del ser humano y la naturaleza que le rodea. La luz, era una de sus grandes preocupaciones. Emplea la técnica del sfumato basada en la difuminación de las formas y de los colores envolvíéndolo todo como en una neblina, aplicaba en los fondos colores fríos y apenas marcaba los contornos. Entre sus obras más destacables cabe la Virgen de las rocas, la Gioconda, etc. Rafael (1483-1520) Rafael Sanzio nacíó en Urbino y desde muy joven comenzó a trabajar en el taller del pintor Perugino. En 1504 es la época en la que pinta obras tan importantes y reconocidas como la Madonna, y en 1508 el Papa Julio II lo llamó para participar en la decoración de las estancias del Vaticano. Las obras eran tan extensas que le obligaron a contratar ayudantes ante tan ardua tarea. En Roma también trabajó en las obras de la basílica de San Pedro sustituyendo a bramante. Sus pinturas se caracterizan por una perfecta maestría en el dibujo y por la rica gama cromática. Sus composiciones son armoniosas, con figuras dinámicas y de singular belleza. La escuela veneciana: Tiziano (1489-1576) En Venecia se desarrolló un estilo pictórico muy particular donde predominaba el color. Se le da una especial importancia al paisaje, se rinde culto al lujo y la riqueza. Es una pintura, donde la luz y el color se funden e integran perfectamente. Tiziano, junto con Giorgione y Veronés, es uno de los artistas más destacados de la escuela veneciana del Siglo XVI. Entre sus obras más tempranas, podemos citar la Venus de Urbino. Tuvo una vida muy longeva, por lo que su estilo pudo evolucionar mucho. Tiziano realizó numerosos retratos de Carlos V. También pintó temas religiosos, como la Asunción de la Virgen de la Iglesia de Santa María Dei frari, en Venecia. En la obra hace que los contornos de la figura desaparezcan y trabaja las formas por medio del color. Una de sus obras más importantes es Dánae recibiendo la lluvia de oro.
PINTURA CINQUECENTO:
Los últimos años del Siglo XV y los primeros del Siglo XVI, se caracterizan por el clasicismo. En este momento el arte se valora como una expresión de la belleza, que pasa a ser considerada como algo inaccesible. Es el periodo más conocido del arte italiano, además, el foco artístico se desplaza desde Florencia a Roma. Miguel Ángel se consideró, por encima de todo, escultor. El concepto que tenía de la escultura lo dejó bien claro cuando dijo: “Por escultura entiendo aquello que se hace a fuerza de quitar, pues lo que se hace a fuerza de añadir se asemeja más a la pintura”. Siendo muy joven, entró en la escuela de artistas. Allí tuvo como maestro a Bertoldo di Giovani, que posiblemente lo familiarizó con la escultura clásica. Cuando apenas contaba 23 años, recibíó el encargo de una de las obras más bellas que se conservan en la actualidad: La Piedad. Entre 1501 y 1504 realizó el famoso David para la ciudad de Florencia. El estilo de Miguel Ángel se caracteriza por la grandiosidad de las figuras, las anatomías tensas y dinámicas y la expresión de las pasiones interiores hasta puntos dramáticos, lo que supónía una ruptura con el clasicismo.
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