11 Sep

9.  EL TEATRO ESPAÑOL POSTERIOR A    1936: TENDENCIAS, RASGOS PRINCIPALES, AUTORES Y OBRAS MÁS SIGNIFICATIVAS.     9.1. EL TEATRO DE LOS AÑOS CUARENTA: LA COMEDIA BURGUESA, EL TEATRO CÓMICO (ENRIQUE JARDIEL PONCELA Y Miguel Mihura). LA COMEDIA BURGUESA
. En ella predominan el drama ideológico, la comedia benaventina o el sainete costumbrista, subgéneros ya consolidados antes de la Guerra Civil.

Carácterísticas: —

Es un teatro amable, divertido e ingenioso que pretende “hacer pasar el rato” al público. Las obras tienen un tono elegante y moralizador en su crítica de costumbres con tal de no inquietar demasiado al espectador. —Presenta una preocupación por la obra bien hecha, sobre todo en los autores de prestigio: diálogos cuidadosamente elaborados, atención a los valores literarios del lenguaje y habilidad en la construcción de la trama. —Se observa la típica trama burguesa: infidelidad en el matrimonio; conflicto entre padres e hijos; defensa de los valores morales tradicionales; final feliz y lecciones ejemplificantes. — Sus personajes suelen pertenecer a las clases media o alta. —Los ambientes confortables y la escenografía de lujo siguen la línea de la alta comedia del Siglo XIX. Entre los dramaturgos podemos destacar

: —


José María Pemán (Cádiz 1897-1981)

Sus mejores obras pertenecen al grupo de la farsa castiza, comedias ligeras de costumbres de ambiente andaluz, en las que predominan el sentido del humor y la habilidad de los enredos. Destacan dentro de esta temática: Los tres etcéteras de Don Simón” y “la viudita naviera”. —

Joaquín Calvo Sotelo  (La Coruña, 1905 – Madrid, 1993)

Su obra más célebre, La muralla” (1954), es un tibio alegato en favor de la reconciliación entre las dos Españas divididas, sometido siempre a los criterios morales impuestos por la Iglesia católica. “La muralla” causó a Joaquín Calvo Sotelo enfrentamientos con la censura, por lo que el autor volvíó a la vía trillada de la comedia burguesa o el drama alejado de cualquier referencia al entorno político y social inmediato. Volvíó a contar con el favor de la crítica oficial y de los espectadores con Una muchachita de Valladolid (1957), Cartas credenciales” (1960), “Micaela” (1962), El proceso del arzobispo Carranza(1964) y otras muchas obras que le convirtieron en uno de los autores más prolíficos del teatro español del Siglo XX. En 1955 ingresó en la Real Academia Española. 
EL TEATRO CÓMICO que, a diferencia de las obras cómicas de evasión, tiene una finalidad crítica. Representa la línea renovadora del teatro cómico.Entre los dramaturgos podemos destacar: —
Jardiel Poncela (Madrid1901

1952

). Su obra, relacionada con el teatro del absurdo, se alejó del humor tradicional acercándose a otro más intelectual, inverosímil e ilógico, rompiendo así con el Naturalismo tradicional imperante en el teatro español de la época. Esto le supuso ser atacado por una gran parte de la crítica de su tiempo, ya que su humor hería los espíritus más sensibles y abría un abanico de posibilidades cómicas que no siempre eran bien entendidas. A esto hay que sumar sus posteriores problemas con la censura franquista
.
“Eloísa está debajo de un almendro”y los ladrones somos gente honradason dos de sus obras más representativas. —

Miguel Mihura (Madrid 1905-1977)

Aunque empezó a escribir antes de la guerra, su reconocimiento fue tardío, pues sólo estrenó con regularidad a partir de la década de los cincuenta: en 1932 escribíó
Tres Sombreros de Copa, que no publicó hasta 1947, y no fue representada hasta 1952 (veinte años después de escrita); se trata de una comedia considerada como una de las obras maestras del teatro humorístico y que anticipa algunos aspectos del Teatro del absurdo; en ella se enfrentan el mundo de las restricciones y convencionalismos y el de la libertad y la imaginación, tema que será constante en su obra. Después de un paréntesis, en el que se dedica al cine  (participará en el guión de la película Bienvenido, Míster Marshall en 1942 junto a Bardem y Berlanga), vuelve al mundo del teatro con obras en las que la trama y la acción tienen una mayor importancia; el humor pierde su capacidad crítica; escribe piezas cómicas, costumbristas, policíacas y de enredo, adaptándose a los gustos del público, que no entiende la técnica dramática de sus primeras obras. Son obras de este período “El caso de la señora estupenda ”, “A media luz los tres”.
 

9.2. El Realismo social de los años cincuenta: Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre.  TEATRO REALISTA

Es un teatro comprometido, crítico e inconformista.
Surge a mediados de los años 50 y se desarrolla de forma paralela al teatro de humor. Los dramaturgos realistas, disconformes con el sistema vigente, tratan de reflejar la violencia y la injusticia social de la posguerra y, al mismo tiempo, denunciarla. En el aspecto formal es un teatro poco innovador, ya que preocupa más el contenido y el mensaje. Algunas de sus peculiaridades son: — Se cuida la evolución psicológica de los personajes y se trata de justificar cada uno de sus actos. — Se persigue la identificación del público con los personajes para que vivan los conflictos que se escenifican.    Dramaturgos:

Los renovadores: — Antonio Buero Vallejo (Guadalajara 1916-Madrid 2000)

El tema común que liga toda su producción es la tragedia del individuo, analizada desde un punto de vista social, ético y moral. La crítica ha clasificado su obra en teatro simbolista, teatro de crítica social y dramas históricos.—

Teatro simbolista


En la ardiente oscuridad” representa el crudo enfrentamiento con una realidad que no puede escamotearse ni disfrazarse. A través de la tara física de la ceguera, Buero simboliza las limitaciones humanas. Así, es símbolo de la imperfección, de la carencia de libertad para comprender el misterio de nuestro ser y de nuestro destino en el mundo. El hombre no es libre porque no puede conocer el misterio que le rodea. El tema del misterio predomina en otras obras, también de corte simbolista: “La tejedora de sueños”, recreación del mito de Ulises y Penélope;
Irene, o el tesoro”, análisis del desdoblamiento de la realidad.

—El teatro de crítica social

Estas obras analizan la sociedad española con todas sus injusticias, mentiras y violencias. Pertenecen a este grupo:

“Historia de una escalera”, “Las cartas boca abajo “ y “El tragaluz”. —Dramas históricos

Pertenecen a este grupo “Un soñador para un pueblo”, “Las Meninas”, “El concierto de San Ovidio” y “El sueño de la razón”.

Alfonso Sastre (Madrid1926
). Su trayectoria personal se ha caracterizado por su compromiso político y social y la denuncia del régimen franquista hasta el fin de la dictadura
. Sus piezas teatrales raramente han sido representadas en escenarios comerciales, debido a la censura y al desinterés de los empresarios. La trayectoria dramática de A. Sastre va ligada a la evolución de su concepción teórica del teatro. Pueden distinguirse tres etapas:

—- Etapa inicial, con el grupo de teatro experimental
Arte Nuevo. Sastre refleja una actitud de protesta y rechazo del teatro español de los primeros años de posguerra; en esta etapa predomina la temática existencial con obras de un único acto:

“Escuadra hacia la muerte” —-


Etapa de evolución, con los grupos Teatro Agitación social y Teatro Realista. Empieza a concebir el teatro como un arte social desde el que trata de despertar la conciencia del público y la lucha revolucionaria. Destaca entre otras obras “La mordaza” y “Guillermo Tell tiene los ojos tristes” —

Etapa de madurez, caracterizada por la radicalización de sus tesis revolucionarias y un giro total en la técnica dramática.  Pertenecen a este período obras como La sangre y la ceniza”, o “M.S.V.”
-iniciales de Miguel Servet Villanueva- se escribe entre 1962 y 1965 y se edita en italiano y francés antes que en castellano (1976). Trata el proceso inquisitorial del médico, humanista y teólogo Miguel Servet, quemado por Calvino; por influjo del teatro brechtiano mezcla elementos dispares: sólida documentación histórica, himnos nazis, periodistas contemporáneos, imágenes proyectadas, efectos sonoros, inclusión del público en el drama y un lenguaje de contrastes entre el cultismo, el arcaísmo y la jerga, a fin de desconcertar y concienciar al público burgués para que se incomode y deje su alienación. En 1966 Sastre fue encarcelado y con “La taberna fantástica” (1968, pero estrenada el 23 de Septiembre de 1985) trata, con apariencia de sainete, el tema del lumpen y la marginalidad;

“Crónicas romanas “(

1968) es una versión de cerco de Numancia con alusiones a la obra de Cervantes sobre este tema. 

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