28 Nov

En España siguen teniendo un peso destacado los sectores industriales maduros; los sectores más dinámicos cuentan con una fuerte presencia de capital extranjero y los sectores punta relacionados con la alta tecnología se han implantado con retraso. En cuanto a los sectores industriales maduros en proceso de reconversión son aquellos que se ven afectados por la demanda,  que se ven afectados por la reconversión industrial y han sufrido fuerte déficit financiero y una pérdida continua de empleo. Estos sectores son los siguientes: La metalurgia básica y de transformación metálica. Se compone de dos sectores:  La  siderurgia y la industria de transformados metálicos. Tras un duro proceso de reconversión se ha reducido por la baja demanda y la escasa competitividad, además algunos han sufrido un proceso de privatización y han quedado en manos de multinacionales. La fabricación de electrodomésticos se encuentra en un proceso de reorganización de la producción de la empresa y del mercado, supuesto el cierre de algunas empresas y regulaciones de empleo. La construcción naval ha reducido producción y venta por la competencia de países como Japón y Corea. La industria textil del cuero y del calzado. En ella se distinguen dos ramas: la de fibras químicas, concentrada en grandes empresas con participación de capital extranjero y la de confección, que se enfrenta a la competencia de países más baratos, en la actualidad empieza a ganar competencia potenciando el diseño y la moda. Referente a los sectores industriales dinámicos son aquellas ramas industriales que presentan mayores expectativas de futuro por su alta productividad y especialización por poseer estructuras empresariales flexibles y saneadas y por tener la demanda asegurada. En estos sectores es muy importante la presencia de capital extranjero. Los más destacados son: El sector del automóvil sufríó un proceso de reconversión que le hizo recuperar su dinamismo. La reconversión, fue realizada por las multinacionales y convirtiendo  a España en el tercer exportador del mundo. Se encuentra amenazado por la deslocalización de las plantas de vehículos.  El sector químico es una de las bases de la industria española, aunque presenta deficiencias: falta de competitividad por el predominio de pequeñas unidades de producción y escasa capacidad investigadora. El sector agroalimentario cuenta con industrias pequeñas y dispersas, y con gran peso de las multinacionales. Sus objetivos son aumentar las ventas en el mercado interior y fomentar las exportaciones con mayor nivel de elaboración y de transformación del producto. Los sectores industriales punta en España los sectores de alta tecnología se han implantado con retraso y en algunos casos se encuentran en estado incipiente debido a una serie de dificultades: Dependencia del exterior en investigación y tecnología. Predominio de empresas medianas o pequeñas. Escasa adaptación de la mano de obra y del sistema educativo a las demandas empresariales. La localización de los sectores de alta tecnología tiende a concentrarse como medios innovadores.  Entre ellos sobresalen los parques tecnológicos caracterizados por: Reúnen centros de investigación y empresas. Están ubicados en parcelas reducidas. Presentan baja densidad edificatoria y elevada calidad ambiental con espacios verdes y entorno paisajístico grato. Poseen servicios complementarios albergan a empresas innovadoras durante los primeros años de su desarrollo, mientras se decide si son o no viables. Se sitúan en el entorno de metrópolis y ciudades. Se pretende que las industrias innovadoras actúen como locomotoras para el desarrollo local, mediante la atracción de otras empresas y la difusión de las innovaciones al entorno. Se espera  que generen demanda de servicios y de mano de obra cualificada.  Respecto a sus resultados pueden adelantarse los siguientes: La capacidad para atraer empresas ha sido indudable en los parque que contaban con un entorno favorable. Su éxito depende de su capacidad de atraer a multinacionales por su destacada posición en tecnología.  Han aumentado los desequilibrios espaciales existentes: las nuevas tecnologías son muy selectivas en su localización porque dependen de servicios especializados y se sitúan alrededor de las grandes ciudades. En la actualidad, la industria española se está incorporando a la globalización económica de nuestras zonas industriales se configuran como punto de una red de producción a escala mundial. Esta red industrial caracteriza por la concentración de capital y por las decisiones de unas pocas grandes empresas multinacionales. En la globalización económica las empresas buscan competitividad para aumentar su demanda. Las industrias se han flexibilizado de modo que las empresas pueden deslocalizar parte del proceso productivo a otros países buscando mejores costes laborales y condiciones fiscales. La industria española presenta diversos problemas estructurales que afectan negativamente a su competitividad respecto a la economía global europea. Dominio de las PYMES que presentan ventajas para adaptarse a la demanda del mercado y cuentan con menores conflictos laborales. La productividad industrial es inferior que la de la UE, un recurso para mejorarlos es la aplicación de innovación derivada de las TIC, sin embargo el gasto español en este sentido se encuentra por debajo de la UE. La investigación y la innovación son insuficientes; la inversión en I + D + i se encuentra por debajo que los países europeos más desarrollados  lo que provoca una balanza tecnológica deficitaria. Las principales empresas fabrican con patentes extranjeras un enorme gasto para los países que pagan su aplicación como España. En 2007 con la crisis mundial , la UE comenzó una tendencia bajista que en España se refleja con la disminución de los pedidos, aumento de los stocks y la desaceleración del empleo.

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