29 May

COMPARACIÓN

Immanuel Kant nacíó en 1724 y murió en 1804, filósofo alemán, considerado por muchos como el pensador más influyente de la era moderna. Nacido en Königsberg (ahora, Kaliningrado, Rusia) el 22 de Abril de 1724, Kant se educó en el Collegium Fredericianum y en la Universidad de Königsberg. En la escuela estudió sobre todo a los clásicos y en la universidad, física y matemáticas. Tras la muerte de su padre, tuvo que abandonar sus estudios universitarios y ganarse la vida como tutor privado. En 1755, ayudado por un amigo, reanudó sus estudios y obtuvo el doctorado. Después, enseñó en la universidad durante 15 años, y dio conferencias primero de ciencias y matemáticas, para llegar de forma paulatina a disertar sobre casi todas las ramas de la filosofía. Aunque las conferencias y escritos de Kant durante este periodo le dieron reputación como filósofo original, no se le concedíó una cátedra en la universidad hasta 1770, cuando se le designó profesor de lógica y metafísica. Durante los 27 años siguientes continuó dedicado a su labor profesoral y atrayendo a un gran número de estudiantes a Königsberg. Las enseñanzas religiosas nada ortodoxas de Kant, que se basaban más en el Racionalismo que en la revelación divina, le crearon problemas con el Gobierno de Prusia y en 1792 Federico Guillermo II, rey de esa nacíón, le prohibíó impartir clases o escribir sobre asuntos religiosos. Kant obedecíó esta orden durante cinco años, hasta la muerte del rey, y entonces se sintió liberado de su obligación. En 1798, ya retirado de la docencia universitaria, publicó un epítome donde se conténía una expresión de sus ideas de materia religiosa. Murió el 12 de Febrero de 1804.

I. El proyecto filosófico de Kant

Kant se identificó plenamente con los ideales de la Ilustración europea: la razón y el progreso. En su artículo ¿Qué es la Ilustración? Escribe que el lema de la Ilustración es: «Atrévete a pensar por ti mismo». La emancipación del ser humano por medio de la razón es el programa de la Ilustración, forma parte de los ideales de la Revolución francesa y es también el núcleo del proyecto filosófico de Kant. Kant señaló que «la filosofía» puede reducirse a tres preguntas fundamentales.

1ª) ¿Qué puedo saber?2ª) ¿Qué debo hacer? 3ª) ¿Qué me está permitido esperar? En torno a estas preguntas organizaremos la respuesta.

II. El saber

La teoría del conocimiento de Kant intenta resolver la oposición entre Racionalismo y Empirismo. Para el Racionalismo cartesiano todo nuestro conocimiento tiene su origen en la razón, y la metafísica, aplicando el método correcto, puede aspirar a conocerlo todo. Para el segundo, el origen y el límite de nuestro conocimiento es la experiencia y por ello, siguiendo a Hume, la metafísica es imposible y las leyes de la física son meras creencias contingentes. La solución kantiana pasa por realizar una síntesis de Racionalismo y Empirismo. Esta consiste en afirmar que sólo hay conocimiento cuando a los elementos racionales del conocimiento se les suma la experiencia sensible. De este modo Kant, al contrario que Hume, sitúa como modelo de conocimiento a la física de Newton, ejemplo paradigmático de síntesis de razón matemática y experiencia, y, coincidiendo con Hume, excluye del conocimiento a la metafísica dogmática.

III. El deber y el imperativo categórico

Kant se ocupa del tema de la moral en su obra Crítica de la razón práctica. Kant busca corregir el escepticismo relativista de la ética de Hume. Para ello, Kant distingue dos clases de moral: la moral material y la moral formal. Parte del hecho de que todos tenemos la experiencia del «deber moral». Es decir, todos somos capaces de diferenciar entre lo que nos gusta o nos interesa hacer y lo que debemos hacer. Y la moral tiene que ver con esto último, con el «deber». Una moral es material cuando sus imperativos nos dicen qué tenemos que hacer -la norma que hay que seguir- y qué fin obtendremos si actuamos de ese modo. Un ejemplo aristotélico: «Si quieres ser feliz -fin- entonces debes elegir siempre el término medio -norma-» Todos los sistemas morales anteriores al de Kant son «materiales». Kant considera que fueron incapaces de fundar deberes universales. En efecto, los imperativos de esta moral son siempre hipotéticos, del tipo: «Si quieres…, entonces debes…» : Por ello, el imperativo sólo obligaría a los que aceptan el fin (por ejemplo, la felicidad), pero no a los que no lo acepten como algo deseable: no sería, pues, un deber universal. Además, estos imperativos son siempre empíricos o materiales, ya que sólo mediante la experiencia se puede determinar cuáles son las normas para alcanzar la felicidad. Ahora bien, la experiencia no puede nunca fundamentar una afirmación universal. Así, es posible que mucha gente no esté de acuerdo en que la felicidad se encuentre en el término medio. Las morales materiales no incluyen, por tanto, leyes prácticas sino sólo máximas.  El imperativo sólo obligaría a los que aceptan el fin (por ejemplo, la felicidad), pero no a los que no lo acepten- como algo deseable: no sería, pues, un deber universal. Si el «saber» se expresa mediante juicios o proposiciones del tipo «A es B», el «deber» se expresa mediante mandatos o imperativos del tipo: «Debes hacer X». La cuestión es la siguiente: ¿qué condiciones requiere un imperativo moral para ser realmente un deber moral? Recuérdese que, según Kant, los juicios científicos debían ser «universales y necesarios».

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