Ortega y Gasset fundamenta la realidad radical en la vida, la vida de cada uno en particular, en la que se basan todas las demás realidades Esta afirmación impone a Ortega la crítica al idealismo y al realismo (es decir, al subjetivismo y al objetivismo). Tanto uno como otro caen en el mismo error, al ignorar la vida como realidad radical. Para el realismo, la verdadera realidad son las cosas en sí mismas, independientemente de mi pensar, de mi yo, que se convierte en otra cosa. Pero esto es simplemente una ilusión ridícula, ya que el yo es quien vive las cosas. El idealismo, la otra cara de la moneda, comete el mismo error. El racionalismo cartesiano, verdadero iniciador del subjetivismo, disuelve el mundo exterior en favor del yo, de la sustancia pensante. Para Ortega no puede existir el yo sin las cosas, sin mundo. Solamente existe un yo, que coexiste con el mundo Esta es la verdad fundamental, el dato radical del Universo: la vida del yo en el mundo, en este mundo, aquí y ahora. A partir de la publicación de Meditaciones del Quijote, en 1914, se introduce en la obra de Ortega el tema de la circunstancialidad de lo humano, que podemos resumir en la frase: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”, es decir, además de su yo, están las circunstancias, a las que el yo tiene que conferir sentido, para que ambos -yo y circunstancias- puedan “salvarse”. ¿Qué es la circunstancia de la que habla Ortega? Este término procede etimológicamente de “circunstare” y se refiere a todo lo que interviene en la vida del ser humano y es utilizado por él para hacerse a sí mismo. Como la vida es circunstancial, la vida es un punto de vista sobre el Universo. La circunstancia, lo que está a mi alrededor, posibilita mi vida y, por lo mismo, constituye la perspectiva concreta desde la que se me muestra la verdad de las cosas.Ni es válida la postura del dogmático, para el que la verdad es una, la suya, y pretende imponerla a los demás, ni tampoco es válida la del escéptico que, ante la variedad de opiniones, concluye que ninguna verdad puede pretender el carácter de tal. La posición correcta es otra: la verdad tiene muchas caras, y dependiendo de la perspectiva desde la que la miremos, nos ofrecerá aspectos distintos. El sujeto no deforma la realidad, sino que la selecciona desde su circunstancia. Lo anterior significa que cada perspectiva es una visión que capta una parte de la verdad y, por ello, es preciso integrarlas y asumir la multiplicidad de ellas. En consecuencia, podemos decir que no puede haber un enfrentamiento entre las perspectivas. ¿Pero entonces, cómo será posible la convivencia si cada uno está encerrado en su propia perspectiva? La solución quizá se encuentre en la síntesis de las perspectivas; síntesis que en el plano moral, político o religioso se puede resumir con el término de “tolerancia”, término que viene a significar la aceptación de que las posiciones del otro tienen el mismo derecho a existir que las mías, porque unas y otras son parciales y complementarias. Se puede acceder a la verdad integral partiendo de la suma de las verdades parciales. Sin embargo, existe una verdad absoluta que sólo es asequible a una razón absoluta: la de Dios. Es, por tanto, inútil intentar alcanzarla. Su raciovitalismo le llevó a a defender la primacía absoluta del método racional del conocimiento y situar en el centro de la reflexión filosófica el problema de la vida.El vitalismo de Ortega no es ya un “vitalismo a secas” ya que el concepto de razón vital supera el mero vitalismo y manifiesta la necesidad del pensar para el vivir. TESIS DEL RACIOVITALISMO: 1ª: Primacía ontológica de la vida. Tomar la vida como realidad radical es el emblema del raciovitalismo, pues reconoce que la vida es lo radical para el ser humano; pero, a la vez, hay que teorizar, y ésta es la tarea del filósofo. 2º: La vida que le interesa no es cualquier clase de vida, sino la que cumple con una serie de condiciones determinadas. Estas condiciones son: que la vida humana es la de cada cual, es la vida personal, 3ª: No estamos hablando de cualquier vida, sino de la vida de quien tiene conciencia para dar cuenta y razón de ella. 4ª: El pensar humano, el conocer, es una labor en continua ampliación. 5ª: Una de las formas de manifestarse esta necesidad del pensar son las ideas. En la vida podemos encontrar las siguientes categorías: a) Vivir es encontrarse en el mundo, enterarse de sí. b) Nos encontramos en este mundo ocupados en algo. c) Pero todo hacer es ocuparse de algo para algo. d) la vida es anticipación y proyecto. e) Siempre estamos anticipando, eligiendo, decidiendo entre posibilidades. Y si puedo elegir es porque tengo libertad.f) Vida e s a la vez fatalidad y libertad, es ser libre dentro de una fatalidad dada. g) la vida es futurización. La vida es toparse con el futuro, una actividad que se ejecuta hacia adelante, es ser lo que aún no es.La razón vital se concreta en la razón histórica, ya que partimos de un sujeto con una determinada realidad social e histórica porque la vida es esencialmente temporeidad, comprende la realidad en su devenir. El historicismo de Ortega tiene dos planteamientos significativos en cuanto a la concepción del hombre y la teoría de las generaciones: CONCEPCION DEL SER HUMANO:Dice Ortega que el ser humano no tiene naturaleza, sino historia. La teoría de las generaciones: Cada época tiene una forma de vida (creencias, ideales, formas, usos, etc.), y esta forma de vida dura cierto tiempo (Ortega habla de quince años). Por esto, en un mismo momento histórico coinciden varias generaciones: jóvenes, adultos y viejos. Son generaciones contemporáneas, pero no coetáneas. En esta diferencia generacional radica la posibilidad de innovación, ya que cada generación recibe lo vivido por la anterior, pero, por otro lado, deja fluir su espontaneidad. La rebeldía en las generaciones jóvenes es algo natural y necesario, ya que los jóvenes están llamados a otras tareas, a otras misiones diferentes a las de sus antecesores. Cada generación engloba a una elite y a la masa. La elite encarna la creatividad, la libertad, tiene la misión de dirigir a las masas. La misión de las masas es obedecer las directrices marcadas por las elites. Ortega considera que en su época se ha dado una confusión entre quien manda y quien tiene que obedecer. Las masas se han rebelado y no quieren obedecer las directrices marcadas por las elites, y, fundamentalmente, en esto consiste la invertebración de España.
Antinomia
En un sentido muy amplio designa un conflicto entre dos ideas, proposiciones, actitudes, etc.
Arquetipo:
modelo ideal y perfecto. Paradigma.
Cultura
Entiende aquí Ortega por tal los valores de la razón, la producción de la razón: el arte, la ciencia, la justicia, etc.
Perspectiva:
punto de vista desde el que consideramos una cosa, y el mundo en general. El perspectivismo es la respuesta básica de Ortega al problema de la verdad.
Racionalismo:
mantiene la supremacía y exclusividad de la razón, de una “razón pura” que establece principios irrecusables, necesarios y evidentes.
Razón vital:
es el concepto capital de la filosofía de Ortega. Por un lado, la razón vital es una realidad, pues es el ser mismo de la vida en cuanto que necesita saber a qué atenerse. Por otro lado, la razón vital es un método que le permite a la vida orientarse.
Relativismo:
considera la verdad como relativa a cada individuo, grupo o época. Por lo tanto, la verdad no es inmutable ni objetiva, lo que equivale a negar la posibilidad de un conocimiento verdadero.
Utopía:
se refiere a una verdad no localizada, “vista desde lugar ninguno”. Es la verdad de la tradición filosófica, una verdad abstracta, inmutable, absoluta, independiente de los individuos, al margen de la vida.
Verdad integral
Surge de la yuxtaposición de las verdades parciales, de la suma de todas las perspectivas en su carácter complementario.
Vitalismo
Considera la “vida” como el objeto central de la reflexión filosófica. Los distintos vitalismos consideran “la vida” de distinta forma.
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