15 Jun
Geriatría nos referimos a una rama de la medicina, es decir una especialidad médica como pudiera ser la Cardiología o la Pediatría. Tiene unas particularidades que la hacen hoy en día muy necesaria y atractiva, derivadas de lo que es su razón fundamental: el anciano.
La Geriatría debe atender al anciano tanto en situación de salud como de enfermedad. Debe prestar atención tanto a los aspectos clínicos presentes en sus enfermedades como a la prevención de las mismas. De forma especial y particular los aspectos sociales que pueden influir en la salud del anciano como son la soledad, el aislamiento, la dependencia…, deben formar parte del trabajo y actuación del médico geriatra.
La Geriatría se centra en los problemas médicos del anciano, de la forma que hemos descrito.
Así mismo forma parte de un cuerpo científico más extenso y global que se denomina Gerontología. Por Gerontología entendemos la ciencia que estudia los procesos de envejecimiento.
No se limita al estudio del hombre sino que más bien es el estudio del envejecimiento en todos los seres vivos. Abarca muchas disciplinas que van desde la investigación básica o experimental que se pueda ocupar de los aspectos biológicos del envejecer, hasta aspectos psicológicos, sociológicos, sociales. También y como hemos dicho anteriormente incluye aspectos clínicos. Existen por tanto muchos apellidos que acompañan al término Gerontología: biogerontología, gerontología social, geriatría…
Objetivos de geriatría:
Prevenir la enfermedad vigilando la salud del anciano. Evitar la dependencia:
Cuando aparece la enfermedad hay que evitar que evolucione a la cronicidad y en muchos casos a la invalidez. Los ancianos que lleguen a la dependencia total deben ser los estrictamente inevitables.
Dar una asistencia integral:
Debe ocuparse de toda la problemática médica, funcional, mental, y social del anciano mediante una valoración geriátrica global, programada y exhaustiva con la colaboración multidisciplinar de otros profesionales integrados en un equipo con el médico geriatra.
Rehabilitar:
Debe intentar recuperar a los pacientes que han perdido su independencia física o social tratando de mantener al anciano en la comunidad.
Proporcionar un cuidado progresivo del anciano:
Desde el inicio de su enfermedad hasta completar la rehabilitación de este proceso y volver a su situación basal previa, el anciano puede tener diferentes necesidades de asistencia según el momento. Se debe responder a estas necesidades contando con diferentes niveles asistenciales: el hospital, asistencia en el domicilio, unidades de rehabilitación o convalecencia, unidades de larga estancia o centros residenciales. Para el manejo adecuado del paciente geriátrico es necesaria la presencia de estos niveles que ubiquen en el nivel adecuado y en el momento adecuado a cada paciente.
Como los puede cumplir;
La Valoración Geriátrica Integral
Es la esencia de la Geriatría. Es el proceso de diagnóstico en Geriatría para establecer un plan de objetivos y cuidados en el anciano. Debe atender a todas las dimensiones que pueden influir en la salud del mismo:
Problemas médicos incluyendo aspectos de nutrición, estado de los órganos de los sentidos, salud bucodental, síndromes geriátricos, etc.
Evaluación de las capacidades funcionales. Valoración mental, atendiendo a los problemas cognitivos y afectivos de los ancianos.
Valoración social, atendiendo a la situación y necesidades sociales del individuo.
Equipo multidisciplinario:
Supone la integración de un equipo de varios profesionales: médico geriatra, enfermera, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, psicólogo y asistente social. Deben trabajar de forma coordinada en torno al plan de objetivos y cuidados establecido para cada anciano.
Niveles asistenciales:
Adaptados a las diferentes situaciones de enfermedad de los pacientes como se ha comentado.
Por que son importantes la geriatría y gerontología:
El envejecimiento de la sociedad y los individuos
La esperanza de vida al nacer en nuestro país, para un hombre sobrepasa ligeramente los 74 años y los 81 para la mujer. Esto supone un número cada vez mayor de ancianos en los países desarrollados. En España se traduce en que la población por encima de los 65 años supera el 15 %. Especial interés tienen los individuos que dentro de este grupo que superan los 80 años al requerir más atención médica y social. Mayor importancia socioeconómica de los ancianos en la sociedad. El envejecimiento de la población supone un nuevo escenario económico, cultural, social y asistencial. Es cierto que los ancianos consumen cada más recursos en visitas médicas, ocupación de camas hospitalarias, gastos farmacéuticos, etc… No obstante el uso que hacen de muchos de estos recursos parece ser más racional y adecuado que en la población joven. La jubilación así mismo supone una disminución de ingresos en los mayores, en un momento en que son mayores sus necesidades sociales y sanitarias. Esta falta de recursos puede ser parte de sus problemas sociofamiliares y sanitarios. Los cambios sociales han supuesto pasar de núcleos familiares rurales de estructura patriarcal a familias nucleares urbanas donde el papel del anciano está desplazado. Esto supone un riesgo de perdida de lazos familiares y sociales que pueden llevar al anciano a situaciones de aislamiento, marginación y riesgo social. Interés de los médicos por conocer el proceso del envejecimiento y el modo de enfermar de los ancianos. Cada vez es más necesario conocer como se produce el envejecimiento y cuales son las consecuencias clínicas del mismo. La vejez se acompaña de un mayor número de padecimientos que muchas veces coexisten a la vez. Además la expresión de las enfermedades en los ancianos es distinta. Así mismo existe una alta frecuencia de procesos degenerativos como deterioro cognitivo, enfermedades cardiovasculares, cáncer, limitaciones del aparato locomotor. Estos procesos degenerativos establecidos de forma crónica y perenne junto con la presencia de caídas, accidentes o alteraciones de los sentidos de la vista y oído llevan a un final común en muchos ancianos que es la invalidez y la dependencia. Hay que tener en cuenta sin embargo que envejecer no es lo mismo que enfermar y buenos ejemplos hay de ello en sujetos que consiguen «envejecer con éxito».
Perfil general del país: El envejecimiento de la población es un fenómeno mundial que tiene importantes implicancias desde el punto de vista político, económico y social ya que acarrea múltiples necesidades de salud, previsión, trabajo, vivienda, recreación y educación, entre otras. En América Latina, la dinámica de la fecundidad y la mortalidad experimentada por los países durante los últimos cuarenta o cincuenta años, está conduciendo sistemática e inexorablemente al envejecimiento de su población. Las proyecciones actuales indican que para el 2025 más de la mitad de los países latinoamericanos ya habrán experimentado un envejecimiento importante de su estructura por edades.
En Chile el envejecimiento de la población es una carácterística demográfica que adquiere cada vez mayor importancia. De acuerdo al censo de 1982, el grupo de personas mayores de 64 años constituía un 5,8% de la población, proyectándose para el año 2000 una cifra de 6,7%. Sin embargo, el proceso de envejecimiento de la población chilena es más rápido del proyectado y de acuerdo a las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (Compendio Estadístico 2000 INE, Santiago 2000), la población mayor de 64 años al año 2000 constituye el 7,2% (1.090.387 personas) y el grupo de 60 y más años alcanza al 10,2% del total del país.
La expectativa de vida de la población chilena se ha desplazado desde los 45 años en 1930 a los 75 años en 1998, con lo que el número de personas que alcanza la tercera edad es cada vez mayor. Está situación, indicador notable de mejoramiento en muchos aspectos, lleva necesariamente a preguntarse qué estamos haciendo para que el aumento en la expectativa de vida sea coherente con un aumento en su calidad.
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