27 Nov

Región Eurosiberiana

En esta región, el tipo de suelo predominante es el pardo, rico en humus y materia orgánica, lo que favorece la presencia de bosques caducifolios. Sin embargo, también encontramos el suelo tipo podzol (zonas ricas en sílice) y los suelos tipo rendzina (territorios donde abunda la caliza, como en la parte oriental de la Cordillera Cantábrica).

Región Mediterránea

Ocupa el territorio bajo clima mediterráneo, tanto de la costa como de interior. La característica principal de este clima es su acusado estiaje estival, que condiciona el desarrollo vegetal, predominando las plantas de tipo xerófilo y de hoja perenne (como la encina o el alcornoque).

La formación vegetal característica es el bosque esclerófilo mediterráneo, formado principalmente por encinas y alcornoques, aunque estos últimos son más abundantes en la España silícea (occidental):

La Encina

Forma numerosos bosques adehesados (dehesa: arbolado de encinas y pastos, propia de Extremadura y Andalucía, aunque puede aparecer en la cornisa cantábrica). La encina es el árbol que caracteriza a la región mediterránea, desde la Península Ibérica hasta Turquía. Su importancia en la economía agroganadera es notable, pues ha permitido el desarrollo de una ganadería porcina extensiva de gran calidad (cerdo ibérico).

El Alcornoque

Destaca y aparece asociado a la encina, aunque en zonas de mayor humedad. Su aprovechamiento para la obtención de corcho es muy importante en algunas poblaciones, como la de San Vicente de Alcántara en Cáceres.

Otras Especies

El pino, el quejigo, el olmo, el álamo y el chopo suelen ser variedades autóctonas (las tres últimas propias de las riberas de los ríos). En menor grado, encontramos acebuches y sabinas.

Este bosque ha sido ocupado por el hombre desde épocas tempranas (acción antrópica), lo que ha alterado su forma original, degradándolo, sustituyendo sus árboles o provocando su desaparición:

  • Degradación del bosque: disminución de su densidad, dando lugar a la dehesa, cuyo aprovechamiento es principalmente ganadero.
  • Sustitución de las especies típicas por otras con mayor aprovechamiento económico, como el pino o el eucalipto.
  • Desaparición del bosque: dando lugar a formaciones de matorral mediterráneo xerófilo de gran variedad, destacando dos tipos:
    • Maquia o maquis: en suelos poco calizos, formado por algarrobos, acebuche, madroño, lentisco, jara, brezo, etc.
    • Garriga: en suelos calizos, menos densa que el maquis, con tomillo, romero, retama, cantueso y palmito.

En las zonas más áridas, con condiciones extremas de temperatura y humedad, la vegetación tiene un componente estepario con ausencia casi de árboles y con arbustos como el palmito o el tomillo. Esta formación se encuentra en el sudeste peninsular (Almería) y algunas partes de la depresión del Ebro.

En las zonas montañosas encontramos un menor escalonamiento que en las montañas de la región eurosiberiana, debido a que las condiciones climáticas entre la montaña y el resto del territorio son muy similares, afectando por igual el estiaje de verano (Ver cliserie):

  • Piso inferior: (hasta los 2.500 m aprox.) encina, rebollo y quejigo; si la montaña es elevada, pinos, hayas y robles. Caso especial es el pinsapo, endémico de la parte occidental de la Cordillera Subbética.
  • Zonas elevadas: (a partir de los 2.500 m aprox.) no hay árboles por el frío. Encontramos matorrales adaptados al frío, prados y, en la cumbre, ausencia vegetal.

Los suelos en esta región están poco desarrollados, con tonos vivos: rojos y ocres. Son más fértiles en las zonas limítrofes con los suelos de la región eurosiberiana. En general, tenemos suelos pardos calizos en zonas donde abunda la caliza y suelos pardos meridionales en terrenos silíceos. En las zonas semiáridas, los suelos son muy delgados: xerorendzinas (terreno calizo) y xerosem (suelo arcilloso).

Región Macaronésica

Por su situación, con un clima distinto a los de la península, las islas Canarias poseen una vegetación específica, con abundantes especies endémicas. El carácter montañoso de las islas le confiere un notable escalonamiento en altura. Hay una clara distinción entre las islas orientales (más secas) y las occidentales.

Destaca la laurisilva, en las islas más húmedas: bosque de especies perennes muy variadas (laurel, loro, tilo y viñátigo). En las zonas menos húmedas, el pino canario, endémico de la zona. Cabe destacar también el drago, árbol endémico del que quedan pocos ejemplares.

La formación de matorral es similar a la mediterránea (jara, acebuche, retamas…) junto a otras más xerófilas (chumberas, pitas, palmeras…).

Los suelos son muy pobres, con un claro carácter volcánico.

Glosario

Edafogénesis: proceso de formación de un suelo, cuya velocidad depende de factores como el clima, la litología, la geomorfología, la vegetación y el tiempo transcurrido. La actividad humana también puede afectar este proceso.

Caducifolio: plantas, normalmente árboles y arbustos, que pierden sus hojas durante una parte del año (haya, roble).

Acción antrópica: efecto que produce la actividad humana en los territorios (roturación de campos, tala de árboles, construcción de carreteras o ciudades).

Cliseries de vegetación: gráfico que representa el escalonamiento de las distintas especies vegetales en una montaña.

Podzol: suelo caracterizado por una alta lixiviación (lavado del suelo por abundante agua), lo que propicia que sustancias superficiales migren a niveles inferiores.

Rendzina: suelos sobre roca madre carbonatada, como la caliza.

Plantas xerófilas: adaptadas a la vida en un medio seco y, por tanto, resistentes a prolongadas épocas de sequía.

Plantas esclerófilas: tipo de vegetación que posee hojas duras (del griego sclero y phyllon). Se hallan en todo el mundo, pero son típicas de Australia y los bosques mediterráneos.

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