11 Mar

La Regencia de María Cristina (1833-1840)

La Constitución de 1837

Los progresistas ganaron las elecciones en febrero de 1836, pero la situación política no se estabilizó. A finales de julio, la Milicia Nacional se declaró a favor de la Constitución de 1812. La Corona no aceptó el cambio, y el 12 de agosto hubo una rebelión en el grupo de suboficiales del palacio de La Granja (Segovia).

Esta rebelión se llama el Motín de los Sargentos de la Granja. Se cambió de gobierno y el nuevo Gobierno volvió a poner parte de la legislación de las Cortes de Cádiz y del Trienio Liberal. Lo más importante fue la convocatoria de las Cortes, que elaboraron una nueva Constitución, aprobada en junio de 1837. Esta Constitución es progresista.

  • Se refuerza el poder de la Corona. Se reconoce la soberanía nacional, que se le atribuye a las Cortes y al monarca. La Corona puede rechazar una ley y tener potestad para disolver las Cortes.

  • Las Cortes pasaron a ser bicamerales. El Parlamento se divide en dos cámaras y se llamó por primera vez Congreso de los Diputados y Senado. La ley electoral de 1837 tiene un carácter moderado.


La Década Moderada (1844-1854)

El sistema de partidos en el reinado de Isabel II

El reinado de Isabel II tuvo cinco grandes partidos: el Demócrata, el Progresista, la Unión Liberal, el Moderado y el Carlista.

Los partidos políticos en el siglo XIX estaban formados por personas influyentes y poderosas, solo hombres, las mujeres estaban fuera de la política.

Las características eran:

  • Una práctica electoral sometida a la corrupción y al arreglo.

  • Gran influencia de los líderes.

  • La renuncia a participar en elecciones.

  • El uso de elementos simbólicos de raíz histórica.

Como el pueblo casi no participaba en las elecciones y la gente era analfabeta y pobre, solo era un espectador de la vida política.

La consecuencia fue un sistema electoral en el que solo participaban los mayores contribuyentes, hombres; las mujeres eran excluidas aunque fueran ricas.


Los Gobiernos del general Narváez y sus conflictos

La Década Moderada fue la etapa de predominio entre 1844 y 1854. Narváez presidió 4 gobiernos hasta 1850, cuando fue relevado por González Bravo. Narváez modeló un Estado Centralizado y uniforme a través de una legislación:

  • Se suspendió la venta de bienes desamortizados en agosto de 1844 y se devolvieron los bienes sin vender a sus propietarios.

  • Plan Pidal (1845), elaborado por Antonio Gil de Zárate, que estableció el modelo educativo con 3 niveles (primaria, secundaria y universidad).

  • Nueva Constitución (1845) de corte moderado. Basada en el liberalismo más conservador, la soberanía compartida (rey-Cortes), unidad católica de España, el sufragio censitario y la supresión de la Milicia Nacional.


  • El Senado pasó a ser enteramente por designación real: el monarca elegía libremente a los senadores, con carácter vitalicio, miembros de la Iglesia, el Ejército y la oligarquía.

  • Leyes de Administración local y provincial (1845), que modificaron el funcionamiento de los ayuntamientos y diputaciones provinciales. Los ayuntamientos se elegían sólo por mayores contribuyentes y la Corona podía elegir a los alcaldes de grandes ciudades.

  • La nueva Ley de Hacienda en (1845) simplificó el sistema tributario e intentó disminuir la deuda con la reducción de interés.

  • Se creó la Comisión Nacional de Codificación, que elaboró los códigos fundamentales de la nueva administración del Estado: El de Comercio (1829, reformado en 1885), el civil (1851, base del de 1889), el penal (1848), la Ley de Enjuiciamiento Civil (1855).

Narváez se enfrentó a los progresistas y demócratas, también a rebeliones militares, motines urbanos, y a una segunda guerra carlista. Había tres tendencias: Una de centro, dirigida por Narváez, y una llamada puritana, que estaba al frente Joaquín Francisco Pacheco. Tras el gobierno de Pacheco (1843-1851), el general Narváez volvió a dirigirlo con mayor poder. Creó los gobernadores civiles y mejoró el sistema de corrupción electoral. En esta etapa se hizo frente al contagio de la revolución parisina en 1848 y comenzó el pronunciamiento en Madrid, aunque fracasó en Sevilla. Esto coincidió con el final de la Segunda Guerra Carlista (1846-1849). Narváez se convirtió en un dictador. La guerra empezó en Cataluña, Valencia y Toledo.


El Bienio Progresista (1854-1856)

La Revolución de 1854

Un grupo de militares se pronunció el 28 de junio al mando de los generales Dulce y O’Donnell. Se inició en Madrid, en Vicálvaro, donde tuvo lugar el enfrentamiento militar el día 30, conocido como la Vicalvarada. Cuando terminó la batalla, los sublevados se fueron a Manzanares donde el general Serrano propuso que tuviera un giro civil. De esto se encargó el joven Cánovas del Castillo, que redactó el manifiesto de Manzanares, que se difundió rápido por el telégrafo. En él se pidió una “regeneración liberal”, la supresión de la camarilla palaciega, mejoras en las leyes de imprenta y electoral, reducción de impuestos, Nueva Milicia Nacional, descentralización municipal y Cortes Constituyentes: Programa propio del Partido Progresista. En la batalla urbana hubo un centenar de muertos y cientos de heridos. Se formó una Junta de Salvación, cuyo presidente era Evaristo San Miguel. El día 26 la situación se calmó: Se creó la Junta Superior de Madrid, se formó la Milicia Nacional y la ciudad esperó a que llegase Espartero.


La labor de gobierno del Bienio Progresista

El general Espartero llegó a Madrid triunfante desde su exilio. Esta etapa fue dirigida por 2 caudillos militares: Espartero, líder de los progresistas y O’Donnell, de la Unión Liberal, agrupación política formada por grupos de moderados y progresistas.

El primer gobierno, presidido por Espartero, con O’Donnel y Pacheco como ministros, tomó importantes decisiones:

  • El ascenso de los militares.

  • Cambios en el Gobierno de las diputaciones.

  • Gobiernos civiles y embajadas.


  • Convocatoria de elecciones a Cortes Constituyentes.

  • Libertad de prensa.

  • Tolerancia religiosa.

  • Exilio forzoso de María Cristina.

Los gobiernos de la primera etapa del Bienio hicieron frente a un nuevo levantamiento carlista, y la oposición a una nueva desamortización, propuesta por el ministro de Hacienda, Pascual Madoz. La Ley de Uno de mayo de 1855 se llamó Ley Madoz, fue el segundo gran proceso desamortizador, y afectó a los bienes de la Iglesia y municipales, y a los campesinos sin tierras, esto rompió las relaciones con la Santa Sede, también hubo levantamientos carlistas e Isabel II se opuso a la ley y la reina llamó a O’Donnell para formar gobierno.

Deja un comentario