12 Feb
Origen y Evolución de las Unidades Morfoestructurales Ibéricas
El Relieve de España y la Evolución Geológica
1. Principales unidades del relieve español
Al observar el mapa físico de España, destaca el carácter macizo de la Península Ibérica y la singularidad de sus archipiélagos. Se distinguen las siguientes unidades:
La Meseta Central, un antiguo zócalo erosionado y recubierto por sedimentos más modernos, que ocupa más de la mitad de la superficie peninsular. El Sistema Central divide la Meseta en dos submesetas.
- La Submeseta Norte, con una elevada altitud media (600-800 m), atravesada por el río Duero.
- La Submeseta Sur, de menos altitud (400-650 m), irrigada por el Tajo y el Guadiana. Los Montes de Toledo dividen ambas cuencas.
Los rebordes montañosos de la Meseta, formados por cadenas montañosas que actúan como barrera frente a la influencia marítima.
- El Macizo Galaico y los Montes de León configuran el reborde noroccidental de la Meseta.
- La Cordillera Cantábrica la bordea por el norte.
- El Sistema Ibérico en el nordeste, constituye una sucesión de sierras y depresiones.
- Sierra Morena, en el Sur forma un gran escalón hacia la depresión del Guadalquivir.
Las unidades exteriores están formadas por cordilleras jóvenes.
- Los Montes Vascos y los Pirineos en el norte peninsular.
- La Cordillera Costero Catalana que tiene menor altitud que las anteriores y va paralela a la costa mediterránea.
- Las Cordilleras Béticas, integradas por la Cordillera Subbética, situada en el interior de Andalucía, y la Cordillera Penibética, próxima a la costa.
Las depresiones fluviales son zonas hundidas y rellenadas con sedimentos.
La Depresión del Ebro ocupa el pasillo entre los Pirineos y el Sistema Ibérico. La del Guadalquivir se abre paso en una amplia llanura entre Sierra Morena y las Cordilleras Béticas hacia el Atlántico.
Alrededor del conjunto se extiende una sucesión de llanuras costeras, de poca anchura, especialmente en el litoral mediterráneo. El dibujo de la costa es cerrado salvo en Galicia, donde el perfil es mucho más recortado y existen profundas rías.
Los archipiélagos. El Balear es un afloramiento causado por dos sistemas orogénicos: el que formó la Cordillera Costero Catalana, origen de la isla de Menorca, y la prolongación de las Cordilleras Béticas, que originó Ibiza, Formentera y Mallorca. Las Islas Canarias ofrecen un relieve volcánico y heterogéneo, como se deduce al comparar las altitudes de las islas occidentales y las alturas más discretas de las orientales.
2. Tipos de unidades morfoestructurales
Según su origen, estructura y composición, en la Península Ibérica se pueden diferenciar las siguientes unidades morfoestructurales:
Zócalos, se trata de llanuras surgidas por el arrasamiento por la erosión de cordilleras formadas durante la Era Primaria. Están compuestas por materiales de gran dureza, rocas silíceas, cuya rigidez provoca su fractura ante empujes orogénicos. Constituyen la base sobre la que se asienta la Meseta Central.
Macizos rejuvenecidos, son formaciones creadas en la Era Primaria que sufrieron un nuevo levantamiento durante la Terciaria. Sus materiales son silíceos y graníticos, y presentan formas redondeadas a causa de la erosión. Estos macizos forman el Sistema Central, los Montes de Toledo, el Macizo Galaico y la parte occidental de la Cordillera Cantábrica.
Cordilleras de plegamiento, son cordilleras de gran altitud surgidas en la Terciaria a partir del plegamiento de materiales sedimentarios de origen marino depositados durante la Secundaria: Cordilleras Béticas, Pirineos…
Depresiones sedimentarias, son fosas de la Terciaria rellenadas con sedimentos calizos o arcillosos, depresiones del Ebro y Guadalquivir.
3. Evolución geomorfológica
El relieve es modificado por la acción de las fuerzas tectónicas que, durante millones de años, alternan periodos dinámicos con otros de calma en los que actúa la erosión. Existen dos tipos de fenómenos que inciden en la evolución geomorfológica. Los endógenos derivan de la dinámica interna de la Tierra. Entre ellos destacan la orogénesis y la epirogénesis. Los exógenos producidos por agentes externos, incluyen los procesos de erosión y sedimentación.
- Durante el Precámbrico, 4.000 a 600 millones de años, emergió del mar una tierra de dirección noroeste-sureste, formada por pizarras y neis. Este macizo fue arrasado por la erosión y cubierto por mares, pero se encuentran restos en Galicia, en el Sistema Central y en los Montes de Toledo.
- En la Era Primaria, 600 a 250 millones de años, se dio la orogénesis herciniana, con rocas silíceas: granito, pizarra, neis y cuarcita. Son rocas muy rígidas por lo que no se pliegan sino que se fracturan. Al Oeste se elevó el Macizo Hespérico, posteriormente convertido en zócalo, sobre el que se creará la Meseta Central, inicialmente inclinado hacia el Mediterráneo. Al noreste aparecieron los macizos de Aquitania, Catalano-Balear y del Ebro y al sureste el Macizo Bético-Rifeño. Todos ellos fueron arrasados por la erosión en la primaria y convertidos en zócalos -llanuras o mesetas-.
- La Era Secundaria, 250 a 65 millones de años, fue un tiempo de calma, en el que predominaron la erosión y la sedimentación. La inclinación del zócalo de la Meseta hacia el Mediterráneo permitió una profunda penetración del mar, que depositó en su borde oriental materiales sedimentarios: caliza, arenisca y marga. También se depositaron grandes cantidades de sedimentos en fosas marinas situadas en las actuales zonas pirenaica y bética.
- Durante la Era Terciaria, 65 a 2 millones de años, se produjo la orogénesis alpina. Como resultado de ella:
La Meseta pasó a inclinarse hacia el Atlántico, determinando la orientación de la mayoría de los ríos peninsulares. En el borde sur de la Meseta, el empuje de la placa africana levantó Sierra Morena. El zócalo de la Meseta tuvo fracturas y fallas. Estas últimas de estructura germánica, con bloques levantados y otros hundidos. Los bloques levantados del zócalo formaron los macizos antiguos, montañas de cumbres suaves y redondeadas, al ser superficies de erosión elevadas: el Macizo Galaico, la parte occidental de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Central y los Montes de Toledo; y los bloques hundidos (fosas tectónicas) las depresiones interiores del Duero, Tajo y Guadiana.
Las cordilleras de plegamiento se levantaron, son grandes elevaciones montañosas, surgidas por el plegamiento de materiales sedimentarios calizos, depositados por el mar en la Era Secundaria. Se distinguen dos tipos:
- Cordilleras intermedias, formadas por el plegamiento de materiales depositados en los rebordes del zócalo de la Meseta: parte oriental de la Cordillera Cantábrica y Sistema Ibérico.
- Cordilleras alpinas, formadas por el plegamiento de materiales depositados en geosinclinales o fosas marinas largas y profundas. Los Pirineos surgieron entre los macizos de Aquitana, Hespérico y del Ebro, este último acabó hundiéndose. Las Cordilleras Béticas surgieron entre los macizos Bético-Rifeño y el Hespérico.
En la actualidad las cordilleras de plegamiento tienen fuertes pendientes y formas escarpadas, ya que por su juventud, la erosión no las ha suavizado.
Las cuencas sedimentarias o depresiones son zonas hundidas y rellenadas con sedimentos: caliza, arcilla, arenisca o margas: Depresiones del Ebro y del Guadalquivir. Hoy estas cuencas son relieves horizontales o suavemente inclinados porque no han sido afectadas por orogénesis posteriores.
- A partir de la orogénesis alpina se estableció la red fluvial. Los ríos erosionan las cordilleras, y van colmatando las depresiones interiores y exteriores de la Meseta.
La ruptura del zócalo provocó actividad volcánica en Olot-Ampurdán, Campo de Calatrava y el Cabo de Gata. Del mismo modo, la fractura de la corteza oceánica permitió el ascenso de materiales volcánicos que originaron las islas Canarias.
Durante la Era Cuaternaria, 2 millones a la actualidad, se producen el glaciarismo y las terrazas fluviales.
El glaciarismo afectó a las cordilleras más altas: Cantábrica, Pirineos, Sistema Ibérico, Sistema Central y Sierra Nevada, dando lugar a glaciares de circo y de valle. Los glaciares de circo se reducen a la cabecera –circo-. El hielo y el deshielo rompen las paredes del circo haciéndolo cada vez mayor. En la Península la mayoría fueron de circo y cuando se fundieron originaron pequeños lagos. Los glaciares de valle se forman cuando el espesor de los hielos acumulados en el circo es grande. Entonces el hielo de las capas inferiores se desplaza valle abajo, y al transportar rocas excavan el valle de montaña en forma de “U”. También sobreexcavan cubetas que, al fundirse el hielo se convierten en lagos.
La época posglacial se caracterizó por la formación de terrazas fluviales, antiguos llanos de inundación abandonados por el posterior encajonamiento fluvial. Las terrazas son fruto de alteraciones climáticas, en los periodos glaciales los ríos perdieron fuerza y depositaron aluviones en su cauce. En los periodos posglaciales al fundirse el hielo creció el caudal y la fuerza erosiva, los ríos abandonaron su cauce y dejaron suspendidos a los lados los aluviones acumulados, constituyendo así las terrazas en: el Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir y Ebro.
Agustín Rodríguez
Deja un comentario