10 Oct

Características del Relieve Peninsular

El relieve es el conjunto de formas que presenta la superficie terrestre. Éstas son el resultado de una estructura geológica originada por las fuerzas internas de la Tierra y del modelado realizado por agentes externos. La ciencia que estudia el relieve es la Geomorfología.

El relieve peninsular tiene una serie de rasgos que lo caracterizan:

  • Tanto la formación geológica como el relieve de la Península son el resultado de la evolución de la placa ibérica a lo largo de las eras geológicas. Durante el Paleozoico, debido al movimiento de las placas, se produjo el plegamiento herciniano que dio lugar a las montañas más antiguas y erosionadas. El Mesozoico fue una etapa de erosión y sedimentación. La última orogenia se produjo durante el Cenozoico, con la orogenia alpina se formó el relieve más reciente (Pirineos, Sistema Bético, Sistema Ibérico, Depresión del Ebro, Depresión del Guadalquivir…).
  • En la litología peninsular debemos destacar el predominio de tres tipos de rocas: silíceas, calcáreas y arcillosas.
  • En lo referente al modelado, los tipos de modelado que podemos encontrar en la Península son: glaciar, periglaciar, fluvial, fluvioglaciar, y también los provocados por los agentes atmosféricos y antrópicos.
  • La Península Ibérica tiene una forma maciza, debido a que el contorno de la costa es predominantemente rectilíneo y presenta pocas entalladuras.
  • España, con 660 m de altitud media, es el segundo país europeo de mayor altitud. Esto se debe al elevado macizo interior de la Meseta.
  • En la Península destaca la disposición periférica del relieve. Las cordilleras periféricas, formadas por el Macizo Galaico-Leonés, la Cordillera Cantábrica y el Sistema Ibérico, y Sierra Morena, se encuentran rodeando la Meseta. Éstas, junto con las cordilleras exteriores: Pirineos, Cordillera Costero Catalana y Cordilleras Béticas, dan forma a la disposición periférica del relieve peninsular. Esta disposición acentúa los contrastes físicos entre el interior y la periferia peninsular.

Unidades del Relieve

La Meseta

Se trata de la altiplanicie situada en el centro de la Península, que tiene una altitud media de más de 600 m y se inclina ligeramente hacia el Oeste. El relieve peninsular se dispone rodeando a la Meseta. Ésta es una zona dividida en dos sectores por el Sistema Central: la Submeseta Norte y la Submeseta Sur, dividida a su vez por los Montes de Toledo. La Meseta está rodeada por el Macizo Galaico-Leonés al NO, por la Cordillera Cantábrica al N, por Sierra Morena al S y por el Sistema Ibérico al E. Las unidades que son exteriores a la Meseta, y bordean la península, son la Depresión del Ebro y del Guadalquivir, los Pirineos, la Cordillera Costero Catalana y las Cordilleras Béticas. El paisaje de la meseta presenta páramos, como el Cerrato en Palencia, y en los terrenos donde predominan los materiales blandos dan forma a un paisaje ondulado, la campiña, como la Tierra del Vino en Zamora o la Armuña en Salamanca. También son frecuentes los cerros testigo.

Sistema Central

Elevación montañosa de unos 700 km de longitud, se extiende con orientación NE-SO desde el Sistema Ibérico hasta la sierra de la Estrella, en Portugal. Formada por materiales paleozoicos levantados por la orogenia alpina, está constituida por un conjunto de sierras entre las que destacan Somosierra, Gredos o Guadarrama. El pico más alto es el Almanzor y algunas de sus sierras presentan huellas del glaciarismo cuaternario, como circos o valles glaciares.

Macizo Galaico-Leonés

Situados al noroeste de la Meseta, presentan varios núcleos montañosos que superan los 2000 m. El pico más alto es el Teleno, con 2188 m. El relieve presenta montañas redondeadas de poca altura. Sus sierras más destacadas son Segundera, Cabrera y Los Ancares. Está formado por materiales paleozoicos levantados durante la orogenia herciniana y erosionados durante la era mesozoica. La orogenia alpina provocó su fracturación en bloques y fosas. El Macizo Galaico presenta formas redondeadas y suaves pendientes debido a la erosión.

Cordillera Cantábrica

Es una cadena montañosa de 500 km de longitud aproximadamente, alineada de Oeste a Este y situada en el norte de la península. Se prolonga desde el Macizo Galaico a los Pirineos. Presenta elevadas cimas y su elevada altitud…

Evolución Geológica

Tanto la formación geológica como el relieve de la Península son el resultado de la evolución de la placa ibérica a lo largo de las eras geológicas. Así, la fragmentación de la placa Laurasia a finales del Mesozoico dio lugar a la formación de la placa ibérica, a la que pertenecen la Península Ibérica y las Islas Baleares. La formación geológica de la Península Ibérica estuvo muy relacionada con la posición de la placa ibérica (entre la placa euroasiática y la africana) y con las orogenias herciniana y alpina. Tanto la formación como el relieve de la Península Ibérica son el resultado de la evolución de la placa ibérica a lo largo de las eras geológicas: Precámbrica, Paleozoica, Mesozoica y Cenozoica.

  • De la Era Precámbrica sólo encontramos pequeñas áreas emergidas, que corresponderían con algunas zonas de la Meseta y de Galicia y que fueron arrasadas en épocas posteriores.
  • En la Era Primaria, a finales del Paleozoico, se produjo la orogenia herciniana. Esta dio origen a las montañas peninsulares más antiguas, que emergieron en dirección Noroeste-Sudeste. La principal masa de tierras emergidas se extendía por el centro y el oeste peninsular, formando el macizo hespérico, que coincide con la actual Meseta y el Macizo Galaico-Portugués. Estas rocas paleozoicas, de gran antigüedad, son rocas duras y resistentes a la erosión, por lo que suelen fallarse y fracturarse en bloques. Coinciden con lo que llamamos rocas silíceas, entre las cuales podemos encontrar pizarras, granitos, cuarcitas y gneis. En el sector occidental de la Cordillera Cantábrica, en el zócalo de las Cordilleras Béticas, el eje central de los Pirineos y parte de la Cordillera Costero Catalana también hacen acto de presencia materiales paleozoicos.
  • El Mesozoico o Era Secundaria destaca por la calma orogénica. El macizo Hespérico se vio sometido a la erosión y sedimentación tanto continental como marina.
  • En la Era Cenozoica o Terciaria se produjo la orogenia alpina (entre los periodos terciario y cuaternario). En este periodo la placa africana se fue desplazando hacia el norte, empujando a la placa ibérica, hasta que ésta colisionó con la placa euroasiática, lo que dio lugar al levantamiento de los Pirineos. También se elevaron las Cordilleras Béticas, que se prolongaron por el Este formando las Islas Baleares, debido a que la presión de la placa africana causó la colisión entre la placa menor de Alborán y la placa ibérica.

Mapa de Litología, Formas del Relieve y Modelado

La evolución geológica determina la existencia en la Península de tres áreas con diferente tipo de roquedo: silícea, caliza y arcillosa. En cada una de ellas la erosión crea distintos tipos de relieve o modelado.

El área silícea está integrada por rocas antiguas de la era precámbrica y primaria. Se localiza en el oeste peninsular y presenta ramificaciones hacia la parte occidental de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Central, los Montes de Toledo y Sierra Morena. También se localizan en el Pirineo Axial, la Cordillera Penibética y la Cordillera Costero Catalana. La roca predominante es el granito (junto a pizarras, gneis, etc.), una roca cristalina y rígida que se altera de diversas formas creando distintos tipos de relieve granítico. En algunos casos, el granito se altera por el agua transformándose en arenas, que pueden alcanzar gran espesor en los valles. En otros casos, el granito se altera a partir de fracturas en la roca, siendo el resultado la formación de crestas agudas, de canchales (acumulación de rocas rotas al pie de la montaña) o berrocales (apilamiento de bolas). Estas rocas dan lugar a paisajes de formas redondeadas y suaves.

El área caliza está integrada por rocas de la era secundaria plegadas en la era terciaria. Se localizan por el Prepirineo, el sector oriental de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico, parte de la Cordillera Costero Catalana y la Cordillera Subbética. La roca predominante de esta área es la caliza, una roca dura que se fractura formando grietas y que se disuelve fácilmente con el agua. Da lugar a un relieve complejo, el relieve cárstico, cuyas formas características son los lapiaces (surcos o cavidades separados por tabiques y formados por la escorrentía del agua), las gargantas u hoces (valles estrechos y profundos causados por los ríos), los poljés (depresiones alargadas enmarcadas por vertientes abruptas y recorridas por corrientes de agua que los forman), las dolinas (grandes cavidades formadas donde el agua se estanca), las cuevas (son galerías formadas al infiltrarse el agua y circular subterráneamente) y simas (aberturas estrechas que comunican la superficie con las galerías subterráneas).

El área arcillosa está integrada por rocas sedimentarias de las eras terciaria y cuaternaria. Se localiza en las cuencas de las submesetas norte y sur, en las depresiones del Ebro y del Guadalquivir, en áreas hundidas y llanuras costeras mediterráneas.

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