10 Ene
El Renacimiento Italiano: Arte, Ciencia y Mecenazgo en los Siglos XV y XVI
Escultura y Pintura en el Quattrocento y Cinquecento
En el Quattrocento italiano (siglo XV), destacan escultores como Ghiberti y Donatello. Ya en el Cinquecento (siglo XVI), continúa el sentido clasicista de equilibrio y armonía, pero surge una tendencia a la agitación en la composición, a la búsqueda constante del movimiento y a la monumentalidad, que desemboca en el Manierismo. El arte italiano del siglo XVI está marcado por la figura de Miguel Ángel, máximo exponente del clasicismo e iniciador del lenguaje manierista. Miguel Ángel, arquitecto, escultor y pintor, es considerado uno de los grandes genios de la historia.
La pintura renacentista italiana también participa de las nuevas ideas, con una vuelta a la cultura clásica y a la búsqueda de la belleza basada en la medida, el número y la proporción. Se preocupa por la representación de la realidad de la naturaleza, e introduce un nuevo sistema visual: la perspectiva tridimensional, lineal y aérea, que posibilita la representación de lo real en dos dimensiones. Hay un interés por la representación naturalista y por la percepción de los volúmenes.
En el Quattrocento destacan pintores como Fra Angélico (La Anunciación), Masaccio (La Trinidad, El Tributo de la Moneda), Botticelli (El Nacimiento de Venus), Castagno y Filippo Lippi. En el siglo XVI, la pintura italiana deriva hacia dos tendencias: el Clasicismo y el Manierismo. La pintura evoluciona desde un clasicismo hacia una pintura más dinámica y menos monumental, caracterizada por un mayor juego de luces y sombras y más volumen. La luz adquiere una importancia nueva, y con ella las sombras.
Leonardo da Vinci: Síntesis de Arte y Ciencia
Leonardo da Vinci es un ejemplo universal de síntesis entre la personalidad del artista y del científico. Es un hombre de ciencia, humanista, inventor, diseñador de máquinas de guerra y fortalezas, con conocimientos de geofísica, anatomía, botánica y matemáticas. En definitiva, es un hombre del Renacimiento. Por su influencia artística, doctrinal y práctica, es uno de los grandes talentos del Cinquecento, aunque generacionalmente pertenezca al Quattrocento. Leonardo propone un nuevo sistema de perspectiva. Para él, la perspectiva lineal da una sensación falsa de la naturaleza y de las cosas. En la naturaleza todo cambia, todo es fugaz, y se debe reflejar en la obra. La consecuencia es la perspectiva aérea: perfecciona la perspectiva lineal, representando la atmósfera que envuelve los objetos, esfumando las líneas convergentes, eliminando los límites de forma y color, dando una impresión muy real de la distancia.
Contexto Histórico y Cronología del Renacimiento
El Renacimiento es el “renacer” de las formas y del espíritu del arte clásico de Grecia y Roma, tras el paréntesis de casi un milenio de “oscuridad”. El ser humano vuelve a ser eje y medida de todas las cosas; la nueva visión del mundo se fundamenta en la razón, en clara oposición con la precedente, basada en la fe. El arte se ve sacudido por los estudios sobre perspectiva y anatomía, por el descubrimiento de nuevas tierras y el acceso a nuevas culturas, y por el descubrimiento científico.
En lo político, en Europa, el sistema feudal da paso a las monarquías autoritarias. En España, abarca las monarquías de los Reyes Católicos, Carlos I y Felipe II. También hay que señalar la conquista de Canarias en el siglo XV, en dos fases (conquista de señorío y conquista de realengo) y su incorporación definitiva a la Corona de Castilla.
El Papel de las Ciudades y el Mecenazgo
Desde estos supuestos, fueron las ciudades las que se convirtieron en centros de renovación artística. En el terreno económico, se produce un notable crecimiento de las actividades manufactureras y comerciales debido a los cambios socioeconómicos y al desarrollo de la artesanía y el comercio, la organización política en ciudades-estado de las repúblicas italianas y al peso de la tradición clásica. Así surge una nueva mentalidad (humanismo frente al teocentrismo medieval), y en las repúblicas italianas irrumpe con fuerza el Renacimiento, un movimiento artístico que trata de recuperar la belleza formal y clásica de la Antigüedad y se prolongó hasta finales del XVI.
Esta nueva riqueza repercute en el arte, ya que gracias al poder económico se produce un mayor desarrollo cultural en las cortes de los reyes y en la residencia de los mecenas. En este ambiente, los príncipes y burgueses protegieron y financiaron a los artistas y pensadores. En Florencia se desarrolla una rica burguesía que ayuda al despliegue de las fuerzas del Renacimiento. La ciudad se convierte en punto de partida del nuevo estilo, y surgen, bajo la protección de los Médicis y del mecenas Lorenzo el Magnífico, las primeras obras que desde aquí se van a extender al resto de Italia.
Los mecenas son protectores de los artistas, pero también se sirven del arte para sus propios fines, ya sean políticos, económicos o de prestigio personal. Destacados mecenas fueron los Médicis, así como la Iglesia católica (papas como Julio II), que veía en el arte una forma de destacar la fe y la grandiosidad de la Iglesia.
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