24 Mar
El Renacimiento: Un Panorama Artístico e Histórico
PINTURA: Las raíces del arte pictórico renacentista del *Quattrocento* se atribuyen a Giotto, pero en verdad fue Masaccio quien adoptó una actitud totalmente opuesta a la tradición gótica.
Su obra, *La Trinidad*, recoge las leyes de la perspectiva lineal, anticipando el espacio y las soluciones de Brunelleschi.
Masaccio resume el nuevo espíritu pictórico en los frescos de la Capilla Brancacci.
Los artistas aprenden cada vez más a representar el cuerpo humano y también el rostro, que refleja los trazos del retratado.
Además, tienen gran interés por la naturaleza y el paisaje, aunque falta el detalle de la escuela flamenca. También hay interés por los volúmenes, las perspectivas y la ropa, representadas con elegancia.
Las composiciones empiezan a ser armónicas y, muchas veces, están organizadas de manera geométrica, especialmente en forma triangular.
En cuanto a los temas, abunda la pintura religiosa y los temas profanos. Estéticamente, se da mucha importancia al dibujo, y el pintor en el *Quattrocento* tiene obsesión por la profundidad y el encuadramiento de las pinturas.
Las técnicas más usadas son el fresco y la témpera, y a finales del siglo XV también el óleo.
La escuela florentina es la iniciadora del nuevo estilo, con artistas como Masaccio, Angélico y Botticelli, y pronto aparecen nuevas escuelas en donde destacan Piero della Francesca y Mantegna.
En la pintura del *Cinquecento* se consolidan técnicas como la pintura al óleo y nuevos soportes (tela). Se utiliza el claroscuro, definiendo el contorno de las figuras con zonas iluminadas y sombreadas. Leonardo da Vinci introduce el *sfumato* y la perspectiva aérea en obras como *La Gioconda* y *La Virgen de las Rocas*. Otro genio es Miguel Ángel, quien acentuó el concepto de *terribilità* en los frescos de la Capilla Sixtina. Rafael introduce soluciones manieristas en las estancias vaticanas.
Aparece la rivalidad entre la prioridad del dibujo o el color. La escuela veneciana de pintura fue iniciada por Giorgione y Tiziano, y sus características eran el culto al color, la importancia de temas secundarios, la exaltación de la riqueza en los ambientes y la contemplación poética del paisaje. La pintura italiana de la segunda mitad del siglo XVI está marcada por la estética del manierismo, cuyas características son: la ruptura con las normas de la representación clásica (serenidad, equilibrio, claridad), el alejamiento de la credibilidad, la libertad en el uso del color, las proporciones, las posturas de las figuras y la relación con ámbitos cultos y refinados.
El Renacimiento en España
Llega a España en el siglo XVI. En la arquitectura del primer tercio del siglo XVI, los nuevos modelos solo aparecen como elementos decorativos sobre estructuras góticas y mudéjares.
El primer estilo renacentista es el plateresco, por el parecido de las fachadas de los edificios con los trabajos de los plateros. Este estilo se caracteriza por una gran cantidad de elementos decorativos como medallones, emblemas heráldicos, columnas abalaustradas, *candellieri* y grutescos.
Ejemplos característicos son las fachadas de la Universidad de Salamanca, el Hospital Real de Santiago y la Universidad de Alcalá de Henares (de Rodrigo Gil de Hontañón).
A partir del segundo tercio del siglo XVI, durante el reinado de Carlos V, junto con las soluciones platerescas, aparece el estilo purismo o clasicismo. En esta etapa se desarrollan por completo las formas arquitectónicas renacentistas: arcos de medio punto, bóvedas de cañón, cúpulas sobre pechinas, frontones, pilares y columnas de orden clásico. El mejor ejemplo del estilo purista es el Palacio de Carlos V (Pedro Machuca). Otros ejemplos son la Iglesia de San Salvador de Úbeda y la Catedral de Jaén, de Andrés de Vandelvira, donde utiliza sus cúpulas vaídas.
En el último tercio del siglo XVI, durante el reinado de Felipe II, la arquitectura renacentista española está dominada por la construcción del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Juan de Herrera). La sobriedad formal y la ausencia casi total de decoración crean un nuevo estilo llamado herreriano o escurialense.
En la escultura renacentista, la presencia de artistas italianos en España y la continua llegada de obras de su país fueron decisivas para difundir el nuevo gusto artístico. Alonso Berruguete se impregnó durante su estancia en Italia del arte de Donatello y Miguel Ángel, pero dejando que lo dramático predominara sobre los valores de armonía y serenidad, como en su obra *San Sebastián*.
Juan de Juni tiene cualidades muy diferentes a las del anterior; en el grupo escultórico *El Entierro de Cristo*, las grandes figuras, los gestos teatrales y la composición agobiada por la falta de espacio inician el manierismo.
La pintura española inicia un nuevo lenguaje renacentista, tomando como modelo la manera flamenca e italiana. Un centro artístico muy importante es Valencia, donde destaca Juan de Juanes; en su obra *La Santa Cena* se ve la influencia de Leonardo y Rafael.
En la corte de Madrid están artistas como Alonso Sánchez Coello (retrato de la infanta Isabel Clara Eugenia) y Sofonisba Anguissola (retrato de Felipe II).
Luis de Morales incorpora a su obra la estética manierista; es creador de vírgenes piadosas y cristos dolientes, como se ve en su obra *Virgen con Niño*. Sus cuadros con figuras alargadas, colores fríos e intensas expresiones de pasión mística influyeron en la transformación del estilo que experimentó El Greco.
Escultura Renacentista
El sentimiento clásico en la escultura nace en Europa ya en la época del gótico. Pero será en Italia donde brote y tenga más trascendencia. Durante el *Quattrocento*, el centro artístico se traslada a Florencia. La escultura renacentista se independiza de la arquitectura y se interesa por la belleza formal, basada en la proporción y la armonía. Dominan la representación del cuerpo humano y reaparece el cuerpo desnudo, así como los tratados sobre las proporciones de las teorías de Policleto.
Se generaliza el canon de nueve cabezas, pero no es fijo. El *Quattrocento* tiene una elegancia gótica, y el *Cinquecento* una simplicidad monumental.
Las esculturas están llenas de movimiento mediante el *contrapposto* y el movimiento en potencia.
Los temas principales son religiosos y profanos, y se multiplican los retratos, tanto reales como heroicos, de cuerpo entero o busto, ecuestres. Responden a una función religiosa, política o cívica.
En 1401 se realizó un concurso para hacer dos portadas que faltaban en el Baptisterio de Florencia, y salió ganador Lorenzo Ghiberti. En la *Portada del Paraíso* se realiza una concepción pictórica del relieve con las leyes de la perspectiva lineal.
Donatello es el escultor más importante del *Quattrocento*, con una obra inquieta y llena de búsquedas sin fin, que se dirige a la representación del hombre lleno de vida. En su estatua *San Jorge* refleja la energía de los jóvenes desafiantes, y en la estatua ecuestre de *Gattamelata* realiza un análisis psicológico del guerrero.
Su *David* en bronce es el primer desnudo masculino desde la antigüedad clásica, y hay que interpretarlo como la victoria de la inteligencia frente a la fuerza bruta.
Toda la escultura del siglo XVI está dominada por la obra de Miguel Ángel, quien en Florencia realiza sus primeras obras de inspiración clásica, y luego marcha a Roma y esculpe la hermosa *Piedad del Vaticano*. Pero la obra más significativa de esta época sigue siendo el *David*.
Esta estatua de mármol de más de 5 metros de altura tiene una postura helénica, pero las manos dobladas y el gesto terrible comunican la tensión espiritual del artista.
La obra que más interesó a Miguel Ángel fue el Mausoleo que el Papa Julio II le encargó, pero no lo acabó porque lo distrajo con otros encargos y solo hizo a *Moisés* y otras figuras (esclavos). Más tarde, en Florencia, crea un lugar con las tumbas de Lorenzo y Giuliano de Medici, que anticipan el manierismo.
En los últimos años de su vida se sintió atraído por el tema de la Piedad. En su obra *Piedad Rondanini* se enseña la terrible soledad dramática de madre e hijo. Características de Miguel Ángel: grandiosidad de las figuras, sus facciones (reflejan pasión), sus anatomías (gran tensión y dinamismo), gestualidad (expresiva hasta el dramatismo, llamado *terribilità*).
En el manierismo se rompe el ideal clásico. Un rasgo manierista es la variedad de puntos de vista y la preferencia por la forma *serpentinata* (figura torsionada y retorcida sobre sí misma, que dibuja un ascenso en forma de hélice). La tensión y el desgarramiento aparecen en la escultura *Perseo* (Cellini). Otro artista destacado es Giambologna (*Mercurio*, *El rapto de las Sabinas*).
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