05 Ago

Al producirse la muerte de Franco el 20 de Noviembre de 1975 comenzaba la vuelta de la monarquía encarnada por el rey Juan Carlos I de Borbón, a quien el dictador había nombrado sucesor en 1969. La transición a la democracia estuvo llena de dificultades y problemas, agravados en los primeros años por una crisis económica. Pero la voluntad democrática de la gran mayoría de los ciudadanos y la actitud moderada y conciliadora de los dirigentes políticos la hicieron posible. El resultado de estos esfuerzos fue la Constitución de 1978, cuyo texto fue “consensuado” entre casi todos los grupos políticos.Los historiadores consideran que el inicio está en la fecha de la muerte del dictador hasta la llegada al poder del PSOE (Octubre de 1982).

  1. PERIODO DE 1975 A 1977: GOBIERNOS DE ARIAS NAVARRO Y Adolfo SUÁREZ

Con Arias Navarro como jefe de gobierno,  el futuro político del país se presentaba muy incierto.
Tres eran las alternativas:

  1. El mantenimiento de las estructuras franquistas, pero ahora sin Franco (sector inmovilista, llamado “búnker”). Minoritarios.

  2. La ruptura democrática, que propugnaba toda la oposición. Solicitaban la formación de un gobierno provisional que legalizara a todos los partidos y sindicatos, concediera una amnistía para los presos políticos y convocara elecciones generales libres.

  3. La reforma política, propugnada por el sector más moderado del régimen franquista y cuyo mejor representante fue Adolfo Suárez. Según éste, para evitar el riesgo de una nueva Guerra Civil había que pasar de la dictadura a la democracia paulatinamente, mediante reformas alentadas desde el poder y respetando la legalidad franquista que seguía vigente. Esta última alternativa fue la que prosperó.

Arias Navarro diseñó un programa de gobierno muy poco reformista, pese a los deseos del Rey, sin aceptar en absoluto la idea de ir hacia una auténtica democracia. La actividad terrorista de ETA  arreciaba, además del riesgo de que un sector del ejército realizara un Golpe de Estado para acabar con el desorden y la inestabilidad. Este peligro influyó en la moderación de la oposición.


El fracaso del gobierno de Arias demostraba la imposibilidad de prolongar el Franquismo sin Franco. En 1976 el Rey fuerza la dimisión de Arias y nombra como presidente a un personaje poco conocido hasta entonces: Adolfo Suárez. Éste prometíó que antes de un año habría elecciones libres y democráticas, así como la legalización de los partidos políticos y sindicatos. Suárez quería evitar que el Ejército se pusiera en pie de guerra y acabara la transición democrática con un Golpe de Estado.
Para ello adoptó dos medidas:
 1º nombrar como ministro de Defensa al general Gutiérrez Mellado para controlar los posibles militares golpistas, y 2º prometíó que la transición a la democracia se realizaría respetando la legalidad vigente, es decir, sin apartarse de las leyes del Franquismo.


Labor fundamental fue la aprobación de la Ley para la Reforma Política (Diciembre de 1976), que permitíó articular la Transición española desde un  régimen autoritario franquista a un sistema constitucional democrático. Entre las presiones de Suárez, del presidente de las Cortes – Fernández Miranda- y del propio rey, los procuradores acabaron aceptando esta ley que implicaba su propia desaparición. El 15 de Diciembre de 1976 la Ley fue sometida a referéndum, consiguiendo mayoría de votos favorables. La Ley para la Reforma era un texto breve, pero en él se afirmaba la democracia y el principio de soberanía popular; se entregaba a las Cortes el poder legislativo; se establecía su elección por sufragio y su desdoblamiento en Congreso y Senado.

La violencia callejera alcanzó sus mayores cotas, tanto por parte de ETA y el GRAPO (grupos de extrema izquierda) como de extrema derecha (asesinato de cinco abogados laboralistas de CC.OO. En la calle de Atocha de Madrid, 1977).
La conflictividad en las universidades y en las empresas no cesó en ningún momento, contribuyendo a crear la sensación de provisionalidad e inseguridad. Los rumores que hablaban de la inminencia de un Golpe de Estado militar fueron permanentes.


Suárez fue legalizando poco a poco a los partidos políticos y a los sindicatos. Fue especialmente conflictiva la legalización del PCE, ocurrida el sábado santo de 1977 para aprovechar que muchos militares estaban de vacaciones de Semana Santa. Se celebraron con normalidad las primeras elecciones de la transición a la democracia el 15 de Junio de 1977. El partido vencedor fue Uníón de Centro Democrático, UCD, un partido de centro-derecha recién creado por el presidente Suárez , seguido por el PSOE .PCE y Alianza Popular quedaron alejados. De los grupos nacionalistas, sólo el PNV y los catalanes de Pujol obtuvieron representación parlamentaria.


2. PERÍODO DE 1977 A 1982: GOBIERNOS DE Adolfo SUÁREZ Y LEOPOLDO CALVO SOTELO

La crisis del petróleo de 1973 había golpeado duramente a España y el paro y la inflación crecían alarmantemente. Para estabilizar la situación económica las principales fuerzas políticas firmaron en Octubre de 1977 los Pactos de la Moncloa, una serie de medidas consensuadas para hacer frente a las graves dificultades económicas. Entre las medidas acordadas se contaba la extensión de la Seguridad Social, el Impuesto sobre el Patrimonio y el de la Renta de las personas físicas (IRPF).



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