29 Mar

San Juan de la Cruz y la Teología Negativa

  • La obra de San Juan fue vista con suspicacia desde el principio y de diversos modos se la intentaba integrar dentro de los límites de la teología positiva escolástica.
  • Frente a la teología positiva escolástica, Juan de la Cruz se muestra influido por la tradición de la teología negativa, que concibe la fe como tiniebla, como oscuridad que genera luz.
  • Ello nos da la clave del símbolo de la “noche oscura”, central en su poesía: símbolo de una fe en la que no se puede decir nada de Dios, una “fe” como itinerario a través de la “experiencia”, hacia lo incognoscible.
  • En la tradición de la teología negativa el modo de conocimiento no es racional, sino intuitivo.
  • La pérdida de lucidez y conciencia por parte de la amada en su búsqueda del Amado y la ausencia de proceso racional de conocimiento es evidente en el *Cántico espiritual* y en la *Noche oscura del alma*, pero en la *Llama de amor viva* y en algunos otros poemas la aniquilación de la voluntad y el abandono de la razón es más claro, reflejándose en ellos el momento de absoluta irracionalidad en el que se conoce intuitivamente.
  • Esta capacidad poética y este grado de profundidad y espiritualización del reformador carmelita son verdaderamente significativos en una época, la de Felipe II, en la que la riqueza y diversidad intelectual y espiritual de las décadas anteriores está siendo sustituida por la ideología totalizante de la Contrarreforma.

Estilo y Métrica en la Poesía de San Juan de la Cruz

Métrica

Sigue la métrica de la poesía de su tiempo:

  • La lira para los grandes poemas.
  • El romance y las canciones para los poemas menores.
  • Desemboca en sus textos toda una historia de la poesía lírica en Occidente, desde la poesía trovadoresca hasta la literatura del amor cortés.
  • Esta codificación pasa a través de sucesivas reelaboraciones en el petrarquismo como búsqueda de una definición laica del yo amante y acaba en Garcilaso, con la fundación del yo lírico absoluto moderno, momento crucial de la creación de una nueva lengua poética en Garcilaso, con la fundación del yo lírico absoluto moderno.
  • Desde aquí partiría la recreación poética de San Juan, reformulando ese yo lírico en la figura y la voz de una mujer que busca y encuentra a su amado.

Influencias

Influencias:

  • Poesía culta renacentista italiana (Empleo del endecasílabo y la lira. Uso de determinadas imágenes. Influencia de Garcilaso de la Vega y de Sebastián de Córdoba).
  • Lírica castellana tradicional (Octosílabo. Temas. Vocabulario. Formas. Motivos. Estribillos…)
  • Poesía bíblica (Cantar de los Cantares).
  • Predominio del sustantivo y escasez de verbos y adjetivos.
  • Acumulación de adjetivos después del sustantivo.
  • Léxico procedente de la poesía popular, de los textos bíblicos y los de raíz latinizante.

Recursos Literarios

  • Reiteración, intensificación: “En soledad vivía / y en soledad ha puesto ya su nido.”
  • Oxímoron: “Música callada, soledad sonora”
  • Hipérbaton: “Y miedos de la noche veladores”
  • Exclamaciones afectivas: “¡Oh dichosa ventura!”
  • Concentración acumulativa: “A las aves ligeras/ leones, ciervos, gamos saltadores/montes, valles, riberas…”
  • Metáforas, alegorías, comparaciones, paradojas, apóstrofes… son recursos magníficamente utilizados por el poeta.

*Lazarillo de Tormes*: Orígenes y Argumento

Lázaro, un personaje de baja clase social, nacido en una aldea próxima a Salamanca, hijo de padres sin honra, cuenta su vida en primera persona, por medio de una carta a un noble y desconocido señor, a quien se dirige en el prólogo con el tratamiento de “vuestra merced” para explicarle los detalles del “caso”.

El “caso” es la explicación de los rumores sobre las posibles relaciones de la mujer de Lázaro con el Arcipreste de San Salvador. Para ello, Lázaro habla de su vida desde su nacimiento. Su madre se dedicó a la prostitución, hasta establecerse con un hombre negro, con el que tuvo un hijo.

Como su madre no puede mantenerlo, Lázaro es entregado a un ciego para que se gane la vida guiándolo. Por eso a los perros que guían a los ciegos se les llama “perros lazarillo”. El ciego lo trata rudamente y, desde el principio, decide “espabilarlo” para que pueda salir adelante en la dura vida que le espera. El ciego es un amo mezquino y miserable, que maltrata cruelmente a Lázaro, pero con quien aprende a ganarse la vida. Todas estas crueldades hacen que Lázaro odie cada vez más a su amo, hasta que llega un momento en que el discípulo supera al maestro y consigue vengarse de él antes de abandonarlo.

Tras abandonar al ciego, Lázaro pasa a servir a un clérigo en Maqueda: El clérigo es un hombre mezquino que mata de hambre al pobre Lázaro. Lázaro tiene que inventarse tretas para poder comer. Consigue una llave para abrir el arca donde el clérigo guarda el pan. Lázaro guarda la llave dentro de la boca para que el clérigo no la descubra, pero al final, el clérigo se entera de todo y lo despide, no sin antes propinarle una paliza. Su siguiente amo es un escudero que aparenta ser rico y poderoso, pero en realidad es más pobre todavía que Lázaro. Con él aprende la importancia de las apariencias, es decir, no importa lo que en realidad eres, sino lo que aparentas ser. Pese a ser pobre, es el primer amo que no maltrata a Lázaro. Lázaro aprende a ser misericordioso con él. Lázaro es abandonado por su amo y tiene que buscar otro. Habrá varios más hasta llegar a la situación final desde la que escribe: Un buldero, Un maestro de pintar panderos, Un fraile de la Merced, Un alguacil… La novela termina cuando Lázaro, a los veintitantos años y en Toledo, se casa, de modo deshonroso, con la criada del Arcipreste de San Salvador. La gente murmura que la boda ha sido un “apaño” y que la mujer de Lázaro es la amante del Arcipreste. Aunque Lázaro lo niega todo, ciertas afirmaciones suyas no dejan lugar a dudas, y él justifica su vida actual porque en ese momento él se encontraba “en mi prosperidad y en la cumbre de toda buena fortuna”.

1554: Aparición de tres ediciones simultáneas de *Vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades*. Éxito fulminante, Prohibición por la Inquisición, Sigue leyéndose en ediciones clandestinas hechas en el extranjero.

1573: Volvió a autorizarse su impresión, suprimiendo los tratados IV y V, y varias irreverencias de los demás.

1834: Hasta esta fecha no volvió a autorizarse el texto completo.

Fecha de Composición

  • No se sabe a ciencia cierta la fecha de composición del *Lazarillo*.
  • En la misma obra aparecen ciertas referencias históricas, pero no son concluyentes.
  • Tales referencias llevarían a situar la acción del *Lazarillo* entre 1510 y, quizá, 1546.
  • Ello haría muy probable que la fecha en la que se escribió la obra fuera bastante próxima a la de las primeras impresiones conocidas, es decir, hacia mediados de siglo.

Autoría

  • El *Lazarillo* se publicó anónimo.
  • Posteriormente se atribuyó a diferentes autores.
  • Ninguna de estas atribuciones son convincentes.
  • Las ideas de la obra han llevado a formular hipótesis sobre las características del autor:
    • Erasmista
    • Converso
    • Criptojudío
    • Franciscano
    • Noble descontento…

Fuentes del *Lazarillo*

  • Rasgos folclóricos tradicionales. Muchos de los episodios que se le suceden a Lázaro son cuentecillos de origen folclórico, vinculadas a un autor narrador. Los personajes (el ciego y el niño) tienen carácter tradicional.
  • Rasgos innovadores. El autor no se limita a ensartar anécdotas sino que crea un relato compuesto por una serie de episodios perfectamente organizados gracias a dos recursos:
    • La autobiografía
    • La epístola

Teorías sobre el Autor

La profesora Rosa Navarro Durán sostiene que el autor del *Lazarillo* es Alfonso de Valdés.

Razones para argumentar la autoría de Alfonso de Valdés

  1. Lázaro de Tormes fecha lo último que le cuenta a “Vuestra Merced” el 27 de abril de 1525, que es cuando el Emperador, “victorioso” en Toledo. En este momento, Alfonso de Valdés es un espléndido prosista, cortesano y admirador del Emperador, por ello recuerda su momento de esplendor.
  2. El autor del *Lazarillo* es un erasmista convencido. Su objetivo no es contar las miserias del pobre mozo sino la crueldad y la hipocresía de los clérigos. Por ello no les pone nombre, ya que está satirizando a los de su clase. Alfonso de Valdés es secretario de cartas latinas del Emperador y el mejor valedor de Erasmo en España.
  3. El autor del *Lazarillo* prefiere el uso del verbo “acaecer” en lugar de “acontecer”: es un rasgo que aparece también en los *Diálogos de la lengua*.
  4. En la obra se pueden ver los sutiles lazos literarios que la relacionan con *La Celestina*, *La Comedia Tebaida*, *La Lozana andaluza* y el *Anfitrión* de Plauto, además de las comedias de Torres Naharro: todas lecturas comentadas de Alfonso de Valdés.
  5. Solo un escritor tan espléndido como Alfonso de Valdés, que domina el arte de la carta y el diálogo, pudo escribir esta maravilla de naturalidad y eficacia expresiva que es *La vida de Lazarillo de Tormes*, la carta de Lázaro a Vuestra Merced.

Últimas Teorías sobre el Autor

La paleógrafa Mercedes Agulló documenta que su autor es Diego Hurtado de Mendoza.

En su libro *A vueltas con el autor del Lazarillo* (Calambur, 2010) Mercedes Argulló documenta que Diego Hurtado de Mendoza es, con toda probabilidad, el autor del *Lazarillo*. La investigadora encontró en una serie de serones y cajones el impresionante lote de documentos acumulados por don Diego Hurtado de Mendoza durante su larga vida. Ahí encontró, al lado de “Una copia hecha de Las guerras de Granada y otros papeles de la hacienda de Carmona”, dos líneas que dicen: “Un legajo de correcciones hechas para la impresión del Lazarillo y Propaladia”. La investigadora afirma que “desde luego, nada puede darse como absolutamente definitivo, pero el hecho de que el legajo con correcciones hechas para la impresión del Lazarillo se hallara entre los papeles de don Diego Hurtado de Mendoza, me ha permitido desarrollar una hipótesis sobre la autoría del Lazarillo, que fortalecida por otros hechos y circunstancias apunta sólidamente en la dirección de don Diego.

Estructura del *Lazarillo*

Todos los elementos adquieren sentido porque:

  • Forman parte de la historia de la vida de un personaje contada por él mismo.
  • La historia de la vida está contada por el mismo personaje tomando como modelo una larga carta dirigida a VUESTRA MERCED.

Espacio y Tiempo en el *Lazarillo*

Espacio

El espacio de la novela no es el anacrónico de los libros de caballerías ni el arcádico de la novela pastoril. Tampoco se sitúa en el viaje por tierras lejanas de la novela bizantina. El *Lazarillo* es una novela itinerante, es decir, el protagonista se mueve por distintos lugares siguiendo a sus amos, aunque este viaje se reduce a una estrecha franja comprendida entre las provincias de Toledo y Salamanca. El *Lazarillo* se desarrolla en un espacio urbano, que facilita la práctica de comportamientos irregulares.

Tiempo

En el *Lazarillo* se producen desfases entre el tiempo que duran los hechos narrados y el que le dedica el narrador. La infancia de Lázaro, hasta los doce años, ocupa unos pocos párrafos. Al corto periodo de tiempo que pasa con el ciego se le dedican bastantes páginas, así como a su estancia con el escudero. El narrador-protagonista selecciona los acontecimientos que considera relevantes para la explicación del “caso”. Destaca al principio del tratado III la extensión adjudicada al tiempo que transcurre desde la mañana en que conoce al escudero hasta la hora de “comer”.

Temas del *Lazarillo*

  • Lucha afanosa contra el hambre y la pobreza. El relato ofrece el proceso vital de adiestramiento en la hipocresía y el engaño como única fórmula de que dispone Lázaro para no sucumbir en una realidad hostil con los de abajo.
  • La crítica anticlerical. Cinco de los amos de Lázaro pertenecen al estamento eclesiástico, en general, a sus estratos inferiores. Todos ellos se mueven por avaricia o lujuria y todos explotan a Lázaro. Las citas de los Evangelios o las alusiones a cosas sagradas en contextos burlescos, añaden al anticlericalismo de la obra ciertos detalles irreverentes.

Honra. Es un asunto frecuentemente mencionado y planteado a lo largo de la novela. Desde el inicio se insiste en el origen deshonroso de los padres de Lázaro — un molinero condenado por ladrón y una sirvienta amancebada con un negro— y el propio Lázaro observa cómo, por mantener la que corresponde a su estrato, el paupérrimo hidalgo, lleva una vida mísera basada solo en las apariencias. El *Lazarillo* comienza y concluye con un caso de honra (el “caso”) y el protagonista habla de su situación final como un éxito —“la cumbre de toda buena fortuna”—, pero en realidad, sólo ha conseguido una aceptable tranquilidad económica y una vida aparentemente honrada.

Lenguaje del *Lazarillo*

  • Lenguaje llano. El *Lazarillo* está escrito en un lenguaje llano, sin artificios, directo.
  • Decoro. Los personajes se expresan de acuerdo a su condición social y se ajustan a lo que pide el momento: júbilo, tristeza, cólera… El uso de refranes, modismos, el vocabulario… guardan relación con el estrato social del protagonista narrador.
  • Estilo adecuado a la función. La frase corta, pero vivamente expresiva y ágil, o extensa, según la función narrativa que realice.
  • Precisión. Destaca la precisión en captar, con ironía o humor, lo esencial y revelador.

Ideas y Sentido de la Obra

La palabra con la que se abre el prólogo del *Lazarillo* es un rotundo yo. A partir de ahí la obra es la historia de un personaje cuyos rasgos lo aproximan a un ser humano de carne y hueso, muy lejos de las figuras estilizadas de los otros relatos de la época.

Este personaje se desarrolla en un medio social concreto que lo condiciona y modifica decisivamente. La obra retrata el proceso de aprendizaje de un individuo y al mismo tiempo, su adaptación a un entorno social complejo, la España del XVI, hasta concluir con su definitiva integración que se logra a costa de su dignidad, tras haber comprendido y asumido las reglas y formas del mundo. Esta indignidad no es exclusiva de Lázaro, a quien puede disculparse su pobre y azarosa vida, sino que es común, en uno u otro grado, a todos los personajes del libro.

La novela es una aguda y dura crítica de la sociedad de su tiempo, tanto de comportamientos de los personajes, siempre hipócritas e interesados, como del sistema social que los obliga a ello. La obsesión por la honra y la religiosidad, dos mitos centrales de la España del siglo XVI, son el objeto central de la crítica.

  • Crítica a la Iglesia y a sus miembros. La mayor parte de los amos de Lázaro son clérigos y todos explotan, más o menos cruelmente, al muchacho. El anticlericalismo de la obra es evidente, aunque no parece haber intención en el autor de proponer ninguna reforma, sino que solo se percibe el sarcasmo o el desprecio.
  • Crítica a los nobles y otros estamentos. Si nobleza e Iglesia son satirizadas, otros estamentos no se libran de la crítica del autor anónimo: la justicia o la vida militar son también puestos en solfa.

Otros valores sociales, como el amor o la amistad, no parecen destacar en la obra.

Frente a la visión idealista del mundo de los relatos caballerescos o pastoriles, llenos de sentimientos sublimes, en el *Lazarillo* los valores que funcionan son los más vulgarmente materiales: la ambición, la avaricia, el dinero, el provecho propio, la astucia, el cinismo… Y la deshumanización, la progresiva destrucción de la personalidad de este ostentosos Yo con que se abre el libro en una sociedad que no ofrece otra alternativa a sus miembros. El autor del *Lazarillo* pone así de manifiesto, por medio de una comicidad sarcástica, la realidad cruel de la vida española de mediados del siglo XVI.

Crítica Social en el *Lazarillo*

Crítica del comportamiento de los personajes.

Crítica del sistema social existente.

Dos mitos centrales de la España del XVI son el objeto central de la crítica:

  • LA HONRA (El episodio del escudero muestra la falsedad del sentimiento de honor de la nobleza. También se ataca la justicia y los militares.)
  • LA RELIGIOSIDAD (La mayor parte de los amos de Lázaro son clérigos y todos explotan, más o menos cruelmente al muchacho. El ANTICLERICALISMO es evidente)

En la novela no aparecen valores positivos como el amor o la amistad. Predominan la ambición, la avaricia, el dinero, la búsqueda del provecho propio por encima de todo, la importancia de las apariencias, la astucia, el cinismo… el autor pone así al descubierto la dura vida española de mediados del siglo XVI.

La Novela Picaresca

El modelo de relato propuesto en el *Lazarillo* es tan innovador que resultó difícil de asimilar y continuar. Casi medio siglo tardará en aparecer la segunda novela picaresca, el *Guzmán de Alfarache* (1599) y no será hasta el siglo XVII cuando el *Lazarillo*, en el que no figura ninguna vez la palabra pícaro, tenga numerosa descendencia.

Rasgos de la Novela Picaresca

Es el relato de una autobiografía ficticia, por tanto en primera persona, de un personaje de orígenes miserables. El protagonista abandona el medio familiar siendo un niño y trabaja al servicio de varios amos. El carácter picaresco del protagonista: astuto, versátil, prudente y receloso. Era un personaje listo, sin oficio, que urde tretas para robar o vivir a costa del prójimo, con escaso sentido moral y que suele ser víctima de sus propios ardides. El protagonista tiene afán de medro, es decir, aspira a ascender socialmente y a mejorar su situación económica y su puesto en la sociedad. Explicación de un estado final de deshonor, aceptado o superado, a partir del pasado del protagonista.

El Teatro del Siglo XVI

El desarrollo del género teatral manifiesta un notable vigor durante el siglo XVI. Desde fines del siglo XV los textos dramáticos conservados aumentan notablemente y en la primera mitad del XVI autores como Juan Del Encina componen obras muy significativas. Discípulos de Juan Del Encina fue Lucas Fernández, autor de dramas todavía muy próximos al teatro medieval, como es el caso de su *Auto de la pasión*.

Gil Vicente

Es un escritor portugués que, además de en su lengua nativa, escribió también en castellano.

En su producción alternan las obras de índole religiosa:

  • Trilogía de las barcas
  • Auto de la Sibila Casandra

Con las obras de tipo profano:

  • Don Duardos

Destaca en su obra:

  • La sátira anti eclesiástica
  • La incorporación de elementos folclóricos
  • Su notable sensibilidad lírica en los poemas y canciones que incluye en sus dramas.

Bartolomé de Torres Naharro

Dividió sus propias obras en:

  • Comedias a noticia: de carácter realista:
    • Soldadesca
    • Tinellaria
  • Comedias a fantasía: de carácter más imaginativo:
    • Serafina
    • Himenea

Son rasgos de su teatro:

  • La variedad de tipos de clases sociales
  • Dominio del diálogo y las técnicas drámaticas
  • Jovial vitalismo
  • Anticlericalismo

Segunda Mitad del Siglo XVI

Se produce la consolidación del fenómeno teatral y la desaparición de los contenidos satíricos por la censura de la inquisición.

Continúan las muestras de teatro religioso medieval, como demuestra el *Códice de autos viejos*: casi un centenar de piezas dramáticas, anónimas en su mayoría, de temas religiosos y alegóricos.

Obras de carácter religioso y profano.

Obras de teatro popular representado en pueblos y ciudades y puesto en escena en corrales de comedias que van surgiendo en las ciudades más importantes a partir de 1570 y que serán el centro de la destacadísima actividad teatral del siglo XVII.

Se mantiene el teatro clásico grecolatino en universidades y colegios.

Lope de Rueda

Dentro de este rico magma dramático del siglo XVI, en gran parte desconocido por la pérdida de textos, tendrá notable importancia la aclimatación al castellano de la comedia italiana que influirá en Lope de Rueda.

Lope de Rueda fue un hombre de teatro que adaptó las comedias cultas italianas al medio popular en el que representan sus obras.

Muy conseguidos son sus pasos (breves piezas cómicas incluidas en las comedias, con las que no guardaban ninguna relación argumental, y, por ello, finalmente segregadas de aquellas y representadas en los entreactos).

Lope de Rueda introduce elementos tomados del folclore. Los pasos surgen en el siglo XVI y se prolongan hasta hoy con el nombre de entremeses.

Este desarrollo teatral conducirá al modelo teatral establecido por Lope de Vega y continuado por muchos del siglo XVII, tendrá especial repercusión en ciudades como:

  • Sevilla

Juan de la Cueva

Valencia: mantienen intensos contactos con Italia e introducen elementos que aprovechará Lope de Vega:

  • Timoneda
  • Virués
  • Rey de Artieda
  • Tárrega
  • Gaspar de Aguilar

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