12 Ene

SOCIEDAD Y ECONOMÍA PALEOLÍTICO Y NEOLÍTICO

La prehistoria se divide en dos etapas bien diferenciadas:
El Paleolítico es la primera y más larga etapa y abarca el proceso de hominización hasta la
domesticación de la agricultura. Las sociedades vivían de una economía depredadora de
caza y recolección en grupos nómadas. Podemos distinguir tres subetapas: el Paleolítico
inferior (1,2 millones de años-100.000 años), habitado por el Homo antecessor y el Homo
heidelbergensis (ambos hallados en Atapuerca); el Paleolítico Medio (100.000-35.000 años)
donde el Homo neandertalensis ya practicaba ritos funerarios; y el Paleolítico Superior con
el dominio del sapiens y la aparición del arte rupestre naturalista al principio (Altamira) y
algo más esquemático durante el mesolítico (arte levantino).
Desde el 5000 a.C hablamos de Neolítico con poblaciones sedentarias y estables como
demuestran las culturas de cerámica cardial (Cova de l´Or) o de los sepulcros en fosa
(Cataluña).

LOS PUEBLOS PRERROMANOS. COLONIZACIONES HISTÓRICAS:FENICIOS, GRIEGOS, CARTAGINESES

Entendemos por pueblos prerromanos a los núcleos de población previos a la conquista
romana. Son colonizaciones de pueblos indoeuropeos y comerciantes mediterráneos que se
instalan en la península a lo largo del primer milenio.
Tartesios: de posible procedencia africana se asientan en el suroeste peninsular durante el
siglo VII a.C. Su principal fuente de riquezas fue el comercio de metales (estaño, oro y
plata).
Íberos: ocuparon el litoral mediterráneo y los valles del Ebro y del Guadalquivir. Habitaban
en pueblos amurallados con una élite militar y una economía agraria y metalúrgica. En
contacto con los griegos, alcanzaron su esplendor cultural entre los siglos V y III a.C.
Celtas y celtíberos: ocupaban el norte y parte de la meseta, de organización tribal y
agrupados en castros fortificados y dedicados a la agricultura y la ganadería.
Fenicios: procedentes del mediterráneo oriental se asientan en el sur peninsular durante el
primer milenio fundando ciudades como Gadir o Malaca dedicadas al comercio. Difundieron
la escritura.
Griegos: instalados en la costa catalana y levantina desde el siglo VIII a.C. Con destacadas
colonias como Ampurias o Rodhes. Destaca el cultivo de la vid y el olivo y una fuerte
influencia cultural sobre los íberos.
Cartagineses: desde el siglo III a.C. Ocupan el sureste peninsular, destacando la ciudad de
Cartago Nova. Su principal actividad fue el comercio de metales.

REINOS DE TAIFAS

2La desaparición del califato de Córdoba en el 1031 dio lugar a la formación de un mosaico
de pequeños reinos denominados taifas. Las disputas territoriales entre taifas fueron
aprovechadas por los reinos cristianos, mediante el sistema de parias, que financiaron parte
de la reconquista como demuestra la caída de Toledo en el 1085. El avance cristiano
motivó la intervención del Imperio Almorávide africano, que en 1086 acude a la
península para ayudar a la taifa de Badajoz, desde la que consigue unificar de nuevo al-Ándalus
bajo su control. El radicalismo almorávide endurecíó la situación de los
dimnies y andalusíes generando una situación de malestar que daría lugar a los segundos
reinos de taifas entre 1145 y 1172. Esta situación es aprovechada nuevamente por los reinos cristianos,
y motiva una segunda intervención norteafricana, esta vez el Imperio Almohade
surgido en el Magreb, quienes tampoco pudieron consolidar su situación tras la Batalla de
las Navas de Tolosa en 1212. Unas terceras taifas débiles y enfermas no pudieron frenar el
avance cristiano, con la excepción del reino nazarí de Granada surgido de la taifa de Murcia
en el 1232 y que resistirá hasta 1492 aprovechando los conflictos internos de los reinos
cristianos con el apoyo de los benimerines del norte de África. El reino nazarí de Granada
destacó desde el punto de vista artístico como puede comprobarse en los palacios nazarís de
la Alhambra y aumentó su densidad de población debido al avance cristiano.

REINOS CRISTIANOS E.M-. ORGANIZACIÓN POLÍTICA..

La política de los reinos cristianos se organizaba en torno a tres instituciones: la monarquía,
que ocupaba la cima del poder político y se apoyaba en la curia regia o corte para las labores
de gobierno; las Cortes, que empezaron a celebrarse en el Siglo XII (1188 en León, cuna del
parlamentarismo por la UNESCO) reuniendo a representantes de los tres estamentos para
aconsejar y hacer peticiones al rey; y los municipios, controlados por las oligarquías urbanas
reforzadas por los fueros otorgados en la repoblación concejil.
La principal limitación del poder real estaba marcada por el régimen señorial. La alta
nobleza controlaba  territorios en los que disfrutaban de privilegios jurisdiccionales
que se vieron aumentados por el contexto de la Reconquista, peste y crisis de subsistencia
que arruinaron a los pequeños propietarios que se vieron sometidos a dicho
régimen. Se consolidó así la sociedad estamental que marcaba la división jurídica por
nacimiento entre privilegiados (nobleza y clero) y no privilegiados (campesinos, burgueses,
artesanos…). Se trataba de grupos económicamente heterogéneos separados por sus
obligaciones para con la corona y los señores. Mientras los privilegiados monopolizaban el
poder político y la propiedad y estaban exentos de cargas fiscales, los no privilegiados se
convertían en la estructura productiva que sosténía al Estado a la vez que quedaban
marginados política y socialmente de el.

Deja un comentario