10 Mar

El Siglo XVIII: La Transición del Antiguo Régimen

El siglo XVIII en Europa se caracterizó por la coexistencia del Antiguo Régimen, con su economía agraria señorial, absolutismo monárquico y sociedad estamental, y el surgimiento de nuevas ideas y fuerzas que lo transformarían profundamente.

La Europa del Siglo XVIII: Características del Antiguo Régimen

Una Economía Agraria y Señorial

La agricultura era la principal actividad económica, pero se trataba de una agricultura de subsistencia, con bajos rendimientos y orientada al autoconsumo. Los intercambios eran limitados, y las crisis de subsistencia, con escasez y subida de precios, eran frecuentes. La tierra estaba mayoritariamente en manos de la nobleza y el clero, y los campesinos, la mayoría de la población, trabajaban estas tierras y pagaban fuertes impuestos.

El Absolutismo Monárquico

En el ámbito político, predominaba la monarquía absoluta. El rey concentraba todos los poderes y no rendía cuentas a nadie. Los súbditos carecían de derechos. El rey se apoyaba en instituciones como el Consejo de Estado y, en algunos casos, en Parlamentos de origen medieval, que asesoraban y aprobaban nuevos impuestos, aunque su poder era limitado.

Expansión Económica y Crecimiento Demográfico

A pesar de las estructuras del Antiguo Régimen, el siglo XVIII fue un período de relativa paz y crecimiento. La población aumentó gracias a la disminución de grandes epidemias, la introducción de nuevos cultivos y la mejora económica. Este crecimiento demográfico incrementó la demanda de productos, estimulando la producción. Las monarquías, a su vez, impulsaron reformas agrícolas, financiaron manufacturas y protegieron compañías comerciales. La mejora de las comunicaciones, con la construcción de carreteras y canales, facilitó el comercio, especialmente el comercio colonial.

La Sociedad Estamental del Antiguo Régimen

Una Sociedad Jerárquica y Desigual

La sociedad del Antiguo Régimen estaba dividida en estamentos, grupos sociales cerrados a los que se pertenecía por nacimiento, con escasa movilidad social. Existían dos grandes grupos: los privilegiados (nobleza y clero) y los no privilegiados (el estado llano o tercer estado).

Los Estamentos Privilegiados: Nobleza y Clero

  • Nobleza: Vivía de las rentas de sus tierras y gozaba de privilegios como exenciones fiscales y trato preferencial.
  • Clero: Se beneficiaba de las rentas eclesiásticas y del diezmo. Existía una jerarquía interna, con un alto clero (obispos, arzobispos) que disfrutaba de lujos y privilegios, y un bajo clero (sacerdotes, monjes) con una vida más modesta.

El Tercer Estado: La Mayoría de la Población

El estado llano, o tercer estado, era el grupo más numeroso y heterogéneo. Incluía:

  • Burguesía: Comerciantes, banqueros y grandes artesanos, que acumulaban riqueza pero carecían de poder político.
  • Clases populares urbanas: Pequeños artesanos, sirvientes, soldados y obreros.
  • Campesinos: El grupo más numeroso, con duras condiciones de vida, trabajando las tierras de los privilegiados y pagando altos impuestos.

La Ilustración: Un Nuevo Movimiento Intelectual

Orígenes y Principios Fundamentales

La Ilustración fue un movimiento intelectual que se desarrolló en Europa durante el siglo XVIII y cuestionó los principios del Antiguo Régimen. Sus precedentes fueron pensadores ingleses como John Locke e Isaac Newton. La Ilustración defendía:

  • La razón como herramienta fundamental para entender el mundo.
  • El conocimiento como base de la felicidad.
  • La importancia de la educación y el progreso.
  • La tolerancia y la crítica a la intolerancia religiosa.
  • La necesidad de códigos morales basados en la razón.

Los Filósofos Ilustrados y sus Ideas

Las ideas ilustradas fueron difundidas por pensadores franceses como:

  • Montesquieu: Propuso la división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) como garantía de libertad.
  • Rousseau: Definió el concepto de contrato social y el principio de soberanía nacional, donde el poder reside en el pueblo y se expresa a través del voto.
  • Voltaire: Defendió la necesidad de un parlamento que limitara el poder del rey y un sistema fiscal más justo.

En el ámbito económico, surgió la fisiocracia, que consideraba la agricultura como la principal fuente de riqueza y defendía la propiedad privada, la libertad de comercio e industria, y la no intervención del Estado en la economía.

La Enciclopedia: Difusión del Pensamiento Ilustrado

Diderot y D’Alembert impulsaron la publicación de la Enciclopedia, una obra monumental que recopilaba los conocimientos de la época basados en la razón y la observación de la naturaleza. Publicada a partir de 1751, la Enciclopedia tuvo un gran éxito y contribuyó a la difusión de las ideas ilustradas.

La Crisis del Absolutismo y las Revoluciones

Las Revoluciones Inglesas del Siglo XVII

En Inglaterra, el poder del rey estaba limitado por el Parlamento desde la Edad Media. Sin embargo, en el siglo XVII, la dinastía Estuardo intentó gobernar de forma absoluta, lo que provocó una guerra civil. Carlos I fue ejecutado en 1649 y se proclamó una república, que derivó en una dictadura militar bajo Oliver Cromwell. Tras la restauración de la monarquía con Carlos II, una segunda revolución en 1689 acabó con los Estuardo y estableció una monarquía parlamentaria con Guillermo de Orange, quien juró la Declaración de Derechos (Bill of Rights), limitando el poder real y fortaleciendo el Parlamento.

El Despotismo Ilustrado: Reformas desde Arriba

Algunos monarcas europeos, influenciados por las ideas ilustradas, adoptaron una política conocida como Despotismo Ilustrado. Estos monarcas, como Federico II de Prusia, María Teresa de Austria, Catalina de Rusia y Carlos III de España, buscaron modernizar sus estados mediante reformas administrativas, económicas y educativas, pero manteniendo el poder absoluto. Su lema era «todo para el pueblo, pero sin el pueblo».

La Revolución Americana y el Nacimiento de Estados Unidos

Causas y Declaración de Independencia

Las colonias británicas en América del Norte se rebelaron contra Gran Bretaña debido a los impuestos, las tasas y el monopolio comercial que la metrópoli ejercía sobre ellas. El 4 de julio de 1776, los delegados de las colonias proclamaron la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América, redactada por Thomas Jefferson, que proclamaba los derechos a la libertad, la igualdad y la búsqueda de la felicidad.

La Constitución de Estados Unidos

Tras una larga guerra, Gran Bretaña reconoció la independencia de Estados Unidos en 1783. George Washington fue el primer presidente. En 1787, se redactó la primera Constitución escrita de la historia, que establecía la separación de poderes, un gobierno republicano y una estructura federal. La Constitución se complementó con una Declaración de Derechos que garantizaba libertades fundamentales.

El Siglo XVIII en España: La Dinastía Borbónica y el Reformismo

La Guerra de Sucesión (1701-1714)

La muerte de Carlos II de Austria sin descendencia en 1700 llevó al trono español a Felipe de Borbón (Felipe V), nieto de Luis XIV de Francia. Esto provocó la Guerra de Sucesión, un conflicto internacional y civil, ya que varias potencias europeas temían el fortalecimiento de los Borbones. Gran Bretaña, Holanda, Portugal y el Imperio Austriaco apoyaron al archiduque Carlos de Austria como pretendiente al trono. En España, Castilla apoyó a Felipe V, mientras que la Corona de Aragón respaldó a Carlos.

La guerra terminó con el Tratado de Utrecht (1713), que reconoció a Felipe V como rey de España, pero a cambio de concesiones territoriales a Austria y ventajas comerciales a Gran Bretaña, incluyendo Gibraltar y Menorca.

El Absolutismo Borbónico y la Centralización del Estado

Los primeros Borbones españoles (Felipe V y Fernando VI) implantaron un modelo de absolutismo centralista similar al francés. El rey concentraba todos los poderes, y las Cortes perdieron influencia. El rey se apoyaba en secretarios que formaban el Gabinete.

Los Decretos de Nueva Planta y la Unificación Territorial

Felipe V, como represalia por el apoyo de la Corona de Aragón al archiduque Carlos, promulgó los Decretos de Nueva Planta, que abolieron los fueros e instituciones propias de Aragón, Valencia, Cataluña y Mallorca, e impusieron el sistema administrativo castellano. El territorio se dividió en provincias, gobernadas por un capitán general, con audiencias para la administración de justicia, corregidores para el gobierno municipal e intendentes para la recaudación de impuestos.

El Reformismo Borbónico y la Ilustración en España

En España, surgió un grupo de pensadores ilustrados que compartían el interés por la educación, la ciencia, el progreso y la reforma de la sociedad. Destacaron figuras como Pablo de Olavide, el marqués de la Ensenada y el conde de Aranda. Sin embargo, la influencia de la Iglesia y el peso de la nobleza dificultaron la difusión de las ideas ilustradas. Muchos ilustrados colaboraron con la monarquía, buscando reformas desde el poder.

Crecimiento Económico y Reformas en la España del Siglo XVIII

El siglo XVIII fue un período de crecimiento demográfico y económico en España, impulsado por las reformas de Carlos III. Se promovió la agricultura, se modernizaron el comercio y la industria, se liberalizó el comercio con América, se crearon manufacturas reales y se protegieron las manufacturas privadas. Sin embargo, la pobreza del campesinado y la concentración de la tierra en manos de los privilegiados limitaron el alcance de estas reformas.

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