12 Nov

Las Ideas Filosóficas de Sócrates

Las creencias de Sócrates, en comparación con las de Platón, son difíciles de discernir. Hay pocas diferencias entre las dos ideas filosóficas. Por lo tanto, diferenciar las creencias filosóficas de Sócrates, Platón y Jenofonte es una tarea difícil y uno siempre debe recordar que lo que se atribuye a Sócrates podría reflejar el pensamiento de otros autores.

Si algo puede decirse de las ideas de Sócrates, es que era moral, intelectual y filosóficamente diferente de sus contemporáneos atenienses. Cuando fue a juicio por herejía y corromper a la juventud, utilizó su método elenchon para demostrar las creencias erróneas de los jueces. Sócrates creía en la inmortalidad del alma y que habría recibido, en un momento determinado de su vida, una misión especial de Apolo (Apología, la defensa de los logos apolíneo «conócete a ti mismo»).

Sócrates también cuestionó la idea sofista de que la areté (virtud) puede ser enseñada a la gente. Él creía que la excelencia moral es una cuestión de inspiración en lugar de parentesco, ya que padres moralmente perfectos no tenían hijos como ellos. Esto puede haber sido la causa de que no se hubiera preocupado mucho por el futuro de sus hijos. Sócrates dice que con frecuencia sus propias ideas no lo son, sino de sus maestros, entre ellos Pródico y Anaxágoras de Clazômenas.

Conocimiento

Sócrates dice a menudo que su sabiduría se limita a su propia ignorancia (solo sé que no sé nada). Él creía que los hechos se han equivocado por las consecuencias de la ignorancia. Nunca se proclamó ser sabio. La intención de Sócrates era hacer sentir a la gente ignorante mediante preguntas, cuestionando los conceptos que la gente tenía como dogmas y verdades. El interrogatorio de ambos, especialmente los escolares, comenzó a reunirle enemigos.

Virtud

Sócrates creía que la mejor manera para que la gente viva estaba concentrada en su propio desarrollo en vez de perseguir la riqueza material. Invitó a los demás a centrarse en la amistad y un sentido de comunidad, creyendo que se trataba de la mejor manera de crecer como población. Sus acciones son prueba de ello: al final de su vida, aceptó su condena a muerte cuando todos creían que huiría de Atenas, porque creía que no podía escapar de su comunidad. Él creía que los seres humanos poseen ciertas virtudes, tanto filosóficas como intelectuales. Dijo que la virtud era la más importante de todas las cosas.

Política

Se dice que Sócrates creía que las ideas pertenecen a un mundo que solo los sabios podían entender, por lo que el filósofo se convertía en el gobernante ideal para un estado. Se opuso a la democracia que se practicaba en la aristocracia de Atenas en su tiempo; esta misma idea aparece en las Leyes de Platón, su discípulo. Sócrates creía que relacionarse con los miembros de un parlamento convertiría a la persona en un hipócrita.

Quiebre y Legado

Sócrates provocó un colapso sin precedentes en la historia de la filosofía griega, de modo que se empezó a considerar a los filósofos presocráticos y los post-socráticos. Los sofistas, un grupo de filósofos (título negado por Platón) de varias ciudades, viajaban a través de la polis, donde hablaban en público y enseñaban artes como la retórica a cambio de pago. Sócrates se asemejaba exteriormente a ellos, excepto en el pensamiento. Platón dice que Sócrates no recibía pago por sus clases. Su pobreza era prueba de que no era un sofista. Para los sofistas todo debe ser juzgado de acuerdo a los intereses del hombre y de cómo ve la realidad social (la subjetividad), de acuerdo con la máxima de Protágoras: «El hombre es la medida de todas las cosas, las cosas que son, como son, las cosas que no son, como no lo son.». Esto significa que, de acuerdo a esta línea de pensamiento, las posiciones morales, políticas y las relaciones sociales deben regirse de acuerdo a la conveniencia individual. Para ello cualquier persona puede hacer valer un discurso convincente, incluso falso o sin sentido. Los sofistas utilizaban, de hecho, juegos de palabras complicados en su discurso para demostrar la verdad[3] de lo que se pretendía alcanzar; este tipo de argumento se ha ganado el nombre de sofismas. En resumen, los sofismas destruyen los cimientos de todo el conocimiento, ya que todo es relativo (relativismo) y los valores serían subjetivos, así como evitar el establecimiento de un conjunto de normas de conducta que garantice la igualdad de derechos para todos los ciudadanos de la polis. En cuanto a los sofistas, Sócrates se dio a explicar la preocupación y se centró en el problema del hombre. Sin embargo, a diferencia de los sofistas, Sócrates libró una controversia con estas profundas reflexiones, en busca de un fundamento último de las cuestiones humanas (¿Qué es el bien? ¿Qué es la virtud? ¿Qué es la justicia?), mientras que los sofistas se encontraban en reflexiones de los datos empíricos, lo inmediato sensorial, sin preocuparse por la investigación de una esencia de la virtud, la justicia, etc., a partir de la cual la realidad empírica podría ser evaluada.

Mito de la Caverna

Platón no estaba buscando la verdadera esencia solo en la physis, como Demócrito y sus seguidores buscaron. Bajo la influencia de Sócrates, buscaba la esencia de las cosas más allá del mundo tangible. Y el personaje de la caverna, que pasó a ser libre, como Sócrates correría el riesgo de ser asesinado por expresar sus pensamientos y quiere mostrar un mundo totalmente diferente. Aplicándolo a nuestra realidad, es como si creyeras que, desde que naciste, el mundo es de cierta manera, y luego viene alguien y dice que casi todo es falso, es parcial, y trata de mostrar el resultado de nuevos conceptos, totalmente diferentes. Fue precisamente por razones como ésta, que Sócrates fue asesinado por los ciudadanos de Atenas, inspirando la escritura de la alegoría platónica de la caverna de Platón, que nos invita a imaginar que las cosas van a pasar, en la existencia humana, de forma comparable a la situación de la caverna, aparentemente, con el hombre encadenado a falsas creencias, prejuicios, conceptos erróneos y, a pesar de todo, de material inerte en sus pocas oportunidades.

El mito de la caverna es una metáfora de la condición humana ante el mundo sobre la importancia del conocimiento filosófico y la educación como una forma de superar la ignorancia, es decir, el movimiento gradual del sentido común como una visión del mundo y la explicación de la realidad al conocimiento filosófico, que es racional, sistemático y organizado, en busca de respuestas no por suerte sino por la causalidad.

De acuerdo a la metáfora de Platón, el proceso para la obtención de la conciencia, es decir, el conocimiento se refiere a dos ámbitos: las cosas sensibles (Eikasia y pista) y el dominio de las ideas (noesis y dianoia). Para el filósofo, la realidad está en el mundo de las ideas -un mundo real y verdadero- y la mayoría de la humanidad vive en condiciones de ignorancia en el mundo de las cosas sensibles -este mundo- en el grado de captura de imágenes (Eikasia), que son cambiantes, no son las cosas perfectas en el mundo de las ideas y, por tanto, los objetos no son lo suficientemente buenos para generar conocimiento perfecto.

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