25 Dic
Los Sofistas: Escepticismo y Relativismo
Desde mediados del siglo V hasta finales del IV a.C., Grecia vive su época de esplendor, la denominada edad clásica griega. En este contexto, aparecen los sofistas como expertos del saber. La problemática de la naturaleza entra en crisis, y la especulación filosófica se centra en el hombre y en la virtud.
Este giro antropológico está motivado por dos cuestiones fundamentales: el escepticismo ante las soluciones anteriores sobre la naturaleza y los nuevos fenómenos sociales, políticos y culturales del siglo V a.C. Los jóvenes aspiran a ascender socialmente y buscan a los sofistas para aprender dialéctica y retórica. Estos maestros enseñan el arte de la persuasión.
La ruptura de la polis tradicional y el conocimiento de costumbres y leyes diversas fomentaron el relativismo.
Doctrinas de los Sofistas
Los sofistas, además de buscar el saber, atendieron a cuestiones prácticas y buscaban alumnos. Sus doctrinas tenían un aspecto positivo: exigían una compensación por sus enseñanzas, lo que escandalizaba a los antiguos. Se les criticaba su carácter errante y su falta de apego a la ciudad. Eran cosmopolitas, ciudadanos del mundo, y mostraron una gran confianza en la razón, siendo llamados los «ilustrados griegos».
No formaron un grupo homogéneo de pensadores, sino que se pueden distinguir tres grupos:
- Los grandes maestros de la primera generación, con criterios morales y respetados por Platón.
- Los eristas, que buscaban vencer en las discusiones sin importar la verdad.
- Los sofistas políticos, que usaban sus ideas con fines políticos.
Sócrates: Método e Intelectualismo Moral
Sócrates nació en Atenas en el 470 a.C. y murió en el 399 a.C. Participó activamente en política y se preocupó por los problemas de su ciudad. Su actividad educadora se centró en la lucha contra el relativismo moral y el escepticismo de los sofistas. No escribió nada, sino que llevó al hombre al autodescubrimiento a través del diálogo y la dialéctica.
En su juventud, estuvo en contacto con filósofos naturalistas, pero no quedó satisfecho. Luego, se relacionó con sofistas, pero criticó su individualismo y relativismo. Para Protágoras, «todo es relativo» y «el hombre es la medida de todas las cosas». Gorgias llevó el escepticismo al nihilismo: el ser no existe, no se puede conocer ni expresar.
La Autoexperiencia Moral en Sócrates
Para Sócrates, el hombre es su alma (psique), que es su razón y la sede de su actividad pensante y ética. El alma es la conciencia y la personalidad. Cuidar de sí mismo significa cuidar el alma, no el cuerpo. La tarea del educador es enseñar el cuidado del alma. La conclusión es: «conócete a ti mismo».
Consecuencias de la Autoexperiencia Moral
- Reflexión del hombre sobre sí mismo: Sócrates invitaba a la interioridad y al reconocimiento de la propia ignorancia: «solo sé que no sé nada».
- Conocimiento y virtud: La virtud es lo que hace que el alma sea buena y perfecta. Los valores morales están ligados al conocimiento. El vicio es ignorancia. Nadie peca voluntariamente, sino por ignorancia del bien. Esto es el «intelectualismo socrático».
- El autodominio y la felicidad: El autodominio es el control de los placeres, el dolor y el cansancio. La libertad humana reside en el dominio racional de la animalidad. El hombre libre es quien domina sus instintos.
Deja un comentario